Independientemente del tipo de piel que tengas, durante el ciclo menstrual la piel puede fluctuar. No todas las mujeres experimentan la misma sensibilidad, pero, por normal general, la piel se vuelve más seca al comienzo del ciclo, y más grasa en la segunda mitad, debido a la disminución de estrógenos. Además, pueden aparecer granitos e imperfecciones en la parte inferior del rostro. ¿Qué es lo que recomiendan los expertos? Anticiparse a los desequilibrios adaptando la rutina facial a esos cambios.
¿Hay una relación entre la piel y el ciclo menstrual?
Entre el dolor físico, la fatiga y las fases de montaña rusa emocional, ser mujer no siempre es fácil. La culpa la tienen nuestro ciclo menstrual y las hormonas que lo rigen. Y nuestra piel no es una excepción: quien nunca haya notado la aparición de un brote de acné o una tez apagada en un momento determinado del ciclo, que tire la primera piedra. Este período se divide en varias fases que van acompañadas de variaciones hormonales. Y esto tiene consecuencias directas en la piel:
- Menstruación. El primer día del ciclo es el primer día de la menstruación, un momento en el que los niveles hormonales (estrógenos y progesterona) descienden. Y es precisamente esta privación hormonal la que desencadena la menstruación. La piel se vuelve más seca y sensible de lo habitual, y se reduce la función de barrera y la circulación sanguínea, lo que puede dar lugar a una tez apagada, con falta de luminosidad.
- La fase folicular (unos 10 días después de la regla). Es el mejor momento para la piel, cuando está su mejor versión. Los niveles hormonales aumentan progresivamente, lo que favorece la hidratación de la piel, así como la secreción de elastina, colágeno y ácido hialurónico, mientras que la producción de sebo es bastante baja. La piel es flexible, suave, más gruesa y, en general, bastante luminosa.
- La fase lútea (después de la ovulación y hasta la siguiente regla). Tras un pico hormonal provocado por la ovulación, los niveles de estrógenos descienden, mientras que la progesterona y la testosterona toman el relevo. Esto provoca una hiperseborrea, es decir, una piel más grasa de lo habitual, pero también poros dilatados e imperfecciones, granos y espinillas. Muchas mujeres notan una fase del llamado acné hormonal, que es inflamatorio y se da, sobre todo, en la parte inferior del rostro.
La piel y el ciclo menstrual: no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas
Todas las mujeres experimentan variaciones hormonales durante su ciclo natural. Entonces, ¿por qué para algunas los síntomas se hacen muy notables, mientras que para otras son imperceptibles? El estado de la piel es multifactorial, además de que pueden influir otros factores como estar tomando la pastilla anticonceptiva, ya que estas regulan los niveles hormonales y los estabilizan durante todo el ciclo.
Hay que tener en cuenta el tipo de piel de base, ya que las pieles mixtas o grasas sufrirán más la hiperseborrea de la fase lútea, pero también los hábitos de vida: una persona que fuma o sigue una dieta demasiado rica en azúcares, alimentos ultra procesados y/o utiliza tratamientos que no se adaptan a su piel suele tener una piel más alterada que una persona que sigue una rutina y un estilo de vida más saludable. El estrés y la ansiedad también son factores que afectan y alteran la piel, tanto a corto como a largo plazo y, de nuevo, afectan de forma diferente a cada persona.
En definitiva, los cambios en la piel se producen por la fluctuación hormonal. De ahí que, en muchas mujeres, se produzca el llamado acné hormonal o menstrual. «Es particularmente común en mujeres que menstrúan entre los 25 y los 40 años, entre unos días y una semana antes de la llegada del período. Sin embargo, cualquier etapa propensa a las variaciones hormonales puede afectar, como el embarazo, la perimenopausia o la menopausia. Los niveles hormonales influyen en la producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas, directamente relacionado con la llegada de granitos de quistes y comedones antes de la menstruación», cuenta la farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia.
¿Cómo influyen las hormonas en los granitos menstruales?
«En el organismo, las hormonas masculinas o andrógenos, representadas principalmente por la testosterona y producidas en pequeñas cantidades en las mujeres; y las hormonas femeninas, como los estrógenos y la progesterona, actúan a través de un complejo equilibrio. Son las hormonas masculinas las que tienen un efecto negativo sobre las glándulas sebáceas, aumentando así la producción excesiva de sebo. Las hormonas femeninas, por otro lado, son beneficiosas para la textura de la piel. A medida que se acerca el período, los niveles de estrógeno disminuyen, lo que cambia el equilibrio hormonal a favor de los andrógenos que promueven la aparición de las imperfecciones», cuenta la farmacéutica.
Sin embargo, el acné hormonal no debe confundirse con las espinillas, puntos negros u otros comedones cotidianos que puedan aparecen fuera del ciclo menstrual o durante el acné juvenil en la adolescencia. Se localizan en el mentón o alrededor de la boca. Suelen ser dolorosos, debido a la inflamación debajo de la piel. Los brotes son recurrentes y cíclicos, dependiendo de tu ciclo menstrual. También pueden aparecer cuando estás bajo estrés.
¿Es recomendable adaptar la rutina para equilibrar la piel y el ciclo menstrual?
La regla de oro es no usar productos demasiado grasos que puedan obstruir los poros durante el ciclo menstrual, sobre todo si se padece acné de manera habitual. Esto no quiere decir que no se hidrate la piel en profundidad. Se recomienda optar por productos hidratantes ligeros, como las texturas en gel o mousse. Del mismo modo, los expertos recomiendan no utilizar productos de maquillaje oclusivos, como bases de maquillaje comedogénicas, que puedan obstruir los poros. Sobre todo, no hay que saltarse el paso del desmaquillado y la limpieza.
Surface Radiance Cleanse™ de Medik8. Gel limpiador con AHA y BHA para todo tipo de pieles. Especialmente para aquellas que intentan mejorar el aspecto de los signos de envejecimiento, la falta de brillo y la textura irregular.
Purifying Tea Tree Gel de Masqmai. Limpiador en gel que limpia en profundidad, elimina el exceso de grasa y las impurezas que obstruyen los poros.
«La obstrucción de los poros desemboca en la formación de espinillas, granitos y comedones y, por supuesto, empeora el acné menstrual. Por tanto, utilizar principios activos que limpien en profundidad los poros es crucial para mantenerlo a raya, además de que promuevan la renovación celular para una piel sana. Los alfa hidroxiácidos, como el ácido glicólico, o el ácido mandélico, y, sobre todo, el ácido salicílico, que al ser soluble en aceite tiene afinidad con la grasa, y se puede introducir en el poro, disolviendo el sebo, son ideales para controlar este problema. Además, los activos antiinflamatorios, como el ácido azelaico, la niacinamida, el té verde o el backuchiol, ayudarán a mejorar el proceso inflamatorio que acompaña al acné menstrual», recomienda la farmacéutica.
Gel facial Matifica Sebo-Regulador de Deliplus. Ideal para las pieles grasas y mixtas. Además de para utilizar durante el ciclo menstrual cuando se tiene tendencia al acné hormonal.
Cloud Moisturizer de Two Poles. Ideal para hidratar en profundidad todos los tipos de piel durante el ciclo menstrual (y en cualquier momento), pero sin que esta se sienta pesada.
