La limpieza facial es un paso importantísimo, de hecho el más importante dentro de la rutina facial porque si una piel tiene impurezas, por muchos productos que apliques, con buenos ingredientes, carísimos y con concentraciones poderosas de activos, no va a funcionar porque no van a poder penetrar en la piel. Una experta analiza por qué la limpieza es el paso fundamental de la rutina facial y cómo poder hacer correctamente la famosa doble limpieza.
Un gesto que transforma la piel
Limpiar correctamente el rostro puede marcar la diferencia entre una piel apagada y una piel espectacular, solo hay que saber cómo hacer de manera correcta la limpieza facial. ¿Es tan importante el limpiador facial? La facialista y cosmetóloga Esther Moreno, de EM Studio nos explica que «un buen limpiador no solo limpia, sino que prepara y trata la piel para recibir mejor los tratamientos posteriores. Si usamos el incorrecto, podemos estar dañando la barrera cutánea sin darnos cuenta».
Uno de los errores más comunes, expone la experta, es pensar que los limpiadores solo limpian. Hay distintos tipos de limpiadores faciales. Los hay que ayudan a regular la producción de sebo, aportan luminosidad, hidratación… la clave es elegir el que mejor se adapte a tu tipo de piel y usarlo adecuadamente. «Muchas personas creen que los limpiadores no importan tanto porque no se quedan en la piel. Y esto es un error enorme», señala Esther.
Como la limpieza es el primer paso de nuestro tratamiento facial, elegir un limpiador que no se adapte a nuestra piel o un producto inadecuado puede salirnos caro. Por ejemplo, un limpiador agresivo puede dañar y/o alterar la piel, producir reacciones, cambios en el pH, irritar o deshidratar la piel, además de provocar reactividad ante los activos que apliquemos después. Sin embargo, un limpiador correctamente formulado e indicado para las necesidades de nuestra piel va a suavizar la textura, equilibrar la piel y rebajar la inflamación. «La diferencia entre una piel sana y una que está constantemente reactiva muchas veces está en cómo y con qué la limpiamos», afirma la facialista.
Doble limpieza: ¿La estás haciendo bien?
Muchas personas piensan que utilizar dos veces el mismo limpiador equivaldría a los efectos que promete la famosa doble limpieza facial. Pero no es así. Limpiar el rostro dos veces con el mismo producto no puede llamarse doble limpieza.
¿Qué es exactamente la doble limpieza? «La doble limpieza consiste en dos pasos diferentes con texturas y funciones distintas», aclara Esther. «El primer paso retira maquillaje, protector solar e impurezas grasas con un limpiador oleoso o bálsamo. El segundo, con un limpiador acuoso, elimina células muertas, partículas contaminantes y acaba de ‘pulir’ el primer paso de limpieza, al eliminar todo residuo sobre la piel, en profundidad y sin alterar la barrera cutánea».
Realizar una correcta doble limpieza facial va a ser el gesto clave que puede transformar definitivamente tu piel. Una buena doble limpieza favorece una piel equilibrada mientras que una mala praxis puede resecar la piel, irritarla o hacer que tenga distintas alteraciones como brotes de granitos o rojeces. Si te lavas dos veces la cara con el mismo limpiador «no vas a cubrir la función del que no estés usando», advierte la experta.

Oil to Milk Deep Cleanser de Bruno Vassari

Agua micelar cara y ojos de Deliplus

Ultimate The Creamy Soap de Sensai
Cómo elegir limpiador facial
Esther Moreno va un paso más allá en la catalogación de los tipos de piel y defiende que cada piel tiene necesidades diferentes según sus circunstancias. Estas son sus recomendaciones según notes tu piel:
- Pieles sensibles o con tendencia a irritarse: «Un limpiador con ingredientes calmantes como la camomila, aloe vera o niacinamida ayudará a evitar rojeces y a mantener la piel equilibrada»
- Pieles grasas o con tendencia acneica: «Optar por limpiadores con ácido salicílico puede ser clave para mantener los poros limpios y evitar brotes. Pero hay que prestar atención a la concentración y la formulación, ya que si son demasiado agresivos puede que deshidraten la piel y provoquen un efecto rebote».
- Pieles maduras o que buscan efecto glow: «Aquí entran en juego los limpiadores rejuvenecedores, que contienen alfahidroxiácidos (AHAs) suaves o enzimas exfoliantes para mejorar la textura y luminosidad sin irritar».
- Pieles normales: «Un limpiador equilibrante con antioxidantes es ideal para prevenir el envejecimiento y mantener la piel sana».

Bálsamo limpiador The Divine Cleanse de Seed to Skin

Mousse facial limpiadora purificante de Deliplus

Essential Fx Chia Cleansing Balm de Perricone MD
Un paso más del tratamiento cosmético
Los productos limpiadores con efecto rejuvenecedor tienen la cualidad de que son el primer paso para tratar la piel dentro de nuestra rutina de skincare. «Los limpiadores bien formulados pueden llevar ingredientes como extractos botánicos, ácidos exfoliantes, vitamina C o antioxidantes que trabajan y sobre todo preparan la piel, la exfolian o equilibran… mientras la limpian», apunta la cosmetóloga.
Pero ojo, no hay que utilizar el limpiador facial de cualquier manera, la forma de uso es clave para que funcione el producto correctamente. «No basta con aplicar el producto y retirarlo en 10 segundos. Lo ideal es masajearlo durante al menos un minuto, para que pueda trabajar bien, y luego retirarlo con agua templada, nunca caliente», recomienda Esther Moreno.
Y tú, ¿haces bien la doble limpieza facial?