Mantener unos buenos hábitos de higiene es crucial cuando se tiene una piel grasa con tendencia acneica. Una rutina facial adecuada para piel grasa, con productos específicos, va a hacer que este tipo de pieles estén más calmadas y confortables, pero el paso de la limpieza es el más importante para mantenerlas sanas.
El problema fundamental de las pieles grasas
La piel grasa es un tipo de piel caracterizado por una producción excesiva de sebo, una sustancia oleosa que se produce en nuestras glándulas sebáceas. Este fenómeno suele ser más visible (o se evidencia más) en la llamada zona T del rostro, que incluye la frente, la nariz y la barbilla.
Son pieles que presentan un aspecto brillante y que pueden sentirse incluso grasas al tacto debido a la acumulación de sebo en la superficie de la piel. A menudo presentan poros dilatados y son más propensas a sufrir de acné, puntos negros y espinillas, ya que el exceso de sebo puede obstruir los poros y facilitar el crecimiento de bacterias. El acné o la tendencia acneica, por tanto, es uno de los mayores condicionantes o afecciones que sufren las pieles grasas. Algo que no solo deja huella física sino que, en muchas ocasiones, puede tener un impacto negativo en la autoestima.
¿Cuáles son las causas o factores que provocan que una piel sea grasa? Pues es algo multifactorial como casi todas las afecciones cutáneas. Hay elementos como la genética, las hormonas, el estrés, el clima, la alimentación… la buena noticia es que podemos mantener a raya ese exceso de sebo y controlar los síntomas como inflamación, granitos, puntos negros, etc. llevando una correcta rutina facial específica para piel grasa. Sobre todo con una higiene meticulosa, suave y exhaustiva, de lo contrario estas imperfecciones podrían agravarse.
La rutina facial de una piel grasa
La limpieza es un gesto innegociable para todas las pieles, pero en las pieles grasas hay que poner especial atención ya que, si no se eliminan correctamente las impurezas que se han ido acumulando en la piel, los poros pueden obstruirse y agravar el problema de acné o provocar brotes o granitos y puntos negros. Una piel limpia favorece la renovación celular e impide que empeoren (o aparezcan) problemas en la dermis.
Una de las dudas que surgen en cuestiones de limpieza facial es esta: ¿Es necesario limpiar la piel por la noche si no nos hemos maquillado? Belén Acero, farmacéutica y titular de la Farmacia Avenida de América, especialista en dermofarmacia, explica que «incluso cuando no se ha aplicado maquillaje en el rostro, este ritual conviene hacerlo todas las noches, porque desmaquillarse también ayuda a eliminar la suciedad del ambiente acumulada y las micropartículas de contaminación que se depositan en la superficie de la piel durante el día y el protector solar, que como ya sabemos, debemos aplicarnos a diario».
¿Y por las mañanas? ¿Sería conveniente hacer otra limpieza facial en una piel grasa? «Por la mañana, al igual que por la noche, también es importante limpiar la piel correctamente. El motivo no es otro que, mientras dormimos, la piel segrega sebo, que es importante eliminar al despertar para no obstruir los poros», señala la experta. Lo cierto es que esta norma o recomendación se extiende a todo tipo de pieles.
Suavidad, delicadeza y constancia
Las pieles grasa tienen tendencia a inflamarse, de hecho el acné es una manifestación cutánea que cursa con inflamación. Por eso hay que tener delicadeza a la hora de suministrarle cuidados, sobre todo a la hora de la limpieza. La rutina facial de una piel grasa debe ser suave y delicada.
Para limpiar correctamente una piel grasa, además de elegir productos adecuados, hay que evitar frotar, rascar o friccionar la piel para no empeorar esa inflamación. Nada de coger un jabón y con el agua muy caliente (o muy fría) restregarse y luego frotar la piel con una toalla porque vamos a empeorar el problema (y mucho).
Lo que va a necesita este tipo de piel es un producto limpiador específico muy suave y respetuoso con la piel, aplicado de forma primorosa con la yema de los dedos si la textura lo permite y de manera delicada retirarlo con agua tibia y secar el rostro sin frotar sino a toquecitos con una muselina de algodón, un tissue o una toalla limpia.
Limpiadores faciales para pieles grasas
¿Cuáles serían los mejores productos de limpieza para la rutina facial de una piel grasa? La farmacéutica indica que lo ideal «es optar por un producto no comedogénico que evite provocar la obstrucción de los poros y el desarrollo de comedones. Esta regla también se aplica a cada etapa de la rutina de belleza, ya sea para tratamientos desmaquillantes, cremas hidratantes o productos de maquillaje».
Mousse facial limpiadora purificante Oil Free de Deliplus
Gelatina limpiadora purificante Vinopure de Caudalie
Discos impregnados con ácido salicílico de Deliplus
En cuanto al tratamiento adecuado en la rutina facial para esta tipología de piel, como es el caso de las pieles grasas, la experta recomienda elegir «un producto suave y no oclusivo, que permita una evacuación óptima del sebo por parte de las glándulas sebáceas. Los tratamientos antiacné contienen activos específicos, como el ácido salicílico, que tendrán la ventaja de regular el sebo y matificar la piel».
Acniover Sérum Anti-Imperfecciones de Martiderm
Salises Liposomal Serum de Sesderma
Tónico facial con árbol de té y prebióticos de Deliplus
La doble limpieza y las pieles grasas
Es un método que se ha convertido en tendencia universal y que es fundamental para lograr una piel más saludable y bonita. La doble limpieza es una técnica importada de Asia que aboga por realizar una limpieza en dos pasos y que las pieles grasas, al igual que las demás tipologías, deberían tener en cuenta para potenciar el cuidado y la belleza de la piel.
La farmacéutica comenta que «con el primer paso, un limpiador con base de aceite, nos aseguramos de derretir muy bien todo el maquillaje, la crema solar, el sudor y las impurezas del día, mientras que con el segundo paso, un limpiador de base acuosa, nos aseguramos de limpiar bien los restos que hayan quedado del primer paso».
La doble limpieza, además de limpiar la piel en profundidad la prepara y acondiciona para recibir mejor el tratamiento que apliquemos a continuación. «Es muy importante que el limpiador del primer paso contenga aceites no comedogénicos y retirarlo muy bien con el segundo paso para que no deje residuo», advierte Belén Acero.
Cuando la piel está limpia, el siguiente paso es hidratarla bien, ya que el hecho de que sea una piel grasa no exime de la necesidad de hidratación. Una crema ligera y no comodogénica, que contenga activos matificantes y seborreguladores como el zinc o el árbol de té junto con otros productos con acción exfoliante en la rutina con fórmulas con ácido salicílico o la niacinamida, harán que las pieles grasas estén más confortables y con la inflamación más controlada.
Gel secante de imperfecciones Oil Free de Deliplus
Spot Control de Beauté Mediterranea
Una piel grasa, con una correcta rutina facial para piel grasa, puede lucir sana y muy bonita, lo único que hay que hacer es tener muy claros los cuidados que requiere.