¿Has escuchado hablar de la doble limpieza facial japonesa? Sin limpieza no hay belleza. Esto lo saben bien las mujeres japonesas que lucen una perfecta piel de seda. ¿Cómo lo consiguen? Siguiendo una rutina de belleza que comienza con una doble limpieza. Un gesto básico e indispensable de cuidado de la piel que obra verdaderos milagros. Te contamos cómo puedes lograr una piel más bonita y sana en tan solo dos pasos.
¿En qué consiste la doble limpieza?
Sabemos que hay que limpiar la piel cada día, pero conocer las impurezas que deberíamos retirar del rostro es fundamental para que la limpieza sea óptima. En nuestra piel se acumulan dos tipos de impurezas: grasas y acuosas. Las grasas serían, por ejemplo, partículas de maquillaje o el exceso de sebo, y las impurezas acuosas serían el polvo o la transpiración. Por este motivo se recomienda realizar la doble limpieza facial japonesa, tanto antes de acostarnos como al levantarnos.
Es de sobra conocido el hecho de que el aceite y el agua no se mezclan debido a sus diferencias moleculares. Por este motivo, para poder eliminar correctamente estos dos tipos de impurezas, tendremos que utilizar productos con distintas formulaciones y que sean específicos para deshacernos por completo de cada una de ellas.
Leticia B. Carrera, bioquímica, farmacéutica y directora del centro de medicina-estética Felicidad Carrera, recomienda desde hace años la doble limpieza, y, de hecho, siempre la realizan en sus tratamientos de cabina. “Recomiendo en cualquier caso la doble limpieza. En primer lugar, con un producto de fase oleosa, que puede ser leche limpiadora, crema o aceite. Este ejerce su acción en superficie, respeta la barrera natural de hidratación y retira todas las impurezas liposolubles. Por sí solos, estos productos limpiadores con fase externa oleosa no limpian la piel en profundidad, por eso lo recomendable es realizar un segundo paso de limpieza facial con un producto que incluya componentes detergentes suaves para eliminar las impurezas hidrosolubles. Estos productos cosméticos pueden ser en formato espuma, gel o emulsión de fase externa acuosa, que incluyen en su formulación syndets o tensioactivos suaves para limpiar la piel correctamente y en profundidad”, señala Carrera.
Paso a paso en la doble limpieza facial japonesa
Primer paso
Como apunta la experta, el primer paso sería utilizar un limpiador que elimine las impurezas grasas, como el maquillaje, los filtros de protección solar y el sebo. Para ello aplicaremos aceite, crema, bálsamo, leche limpiadora o agua micelar. Extenderemos el producto, con un ligero masaje, por todo el rostro, y lo retiraremos con una muselina, algodón o disco desmaquillante reutilizable. Hoy en día hay muchas opciones con diferentes texturas, aromas y formulaciones para que todos los tipos de piel encuentren su primer paso perfecto.
Espuma Limpiadora Vinoclean, de Caudalie
Lote mujer My Moment Bálsamo & Muselina, de Mercadona
Segundo paso
Una vez hemos retirado el producto elegido como primer paso, aplicaremos una solución jabonosa para retirar las impurezas acuosas, como la transpiración o el polvo que se acumulan en la piel.
El producto, generalmente, hay que emulsionarlo en agua para conseguir espuma. Si quieres utilizar un dispositivo o gadget de limpieza facial, este es el momento adecuado. Aplica esta espuma realizando un pequeño masaje circular por el rostro, incidiendo, y retírala enjuagando la piel con agua tibia. A continuación, seca la piel con una toalla limpia, un pañuelo de papel o una muselina de algodón.
Limpiador en polvo de acción exfoliante Detox Cleansing Powder, de Beauté Mediterranea
Gel Limpiador Gentle Cleanser Urban Protection, de Perris
Una vez que hemos realizado la limpieza en dos pasos, la piel se encuentra totalmente libre de impurezas y preparada para recibir de una manera óptima el tratamiento que apliquemos a continuación. Los resultados de la cosmética facial se potenciarán teniendo la piel más limpia.
Podríamos hablar de un tercer paso, que sería el uso del tónico, para una completa limpieza. Este producto reequilibra el pH de la piel y le devuelve suavidad y elasticidad. Aunque, generalmente, el tónico también se puede considerar como un primer paso de hidratación, podemos incluirlo como broche final en la doble limpieza.
Elegir los productos adecuados, y en el orden correcto, es fundamental para lograr una limpieza en profundidad. Incluye en tu rutina facial diaria la doble limpieza facial japonesa para presumir, en poquísimo tiempo, de una piel más sana, sedosa y bonita. ¿Te apuntas al método de belleza japonés que arrasa en todo el mundo?