Los rituales de belleza son mucho más que simples actos de vanidad. Son una parte esencial del autocuidado que beneficia tanto la apariencia física como la salud mental. Proporcionan un espacio para la relajación, la reflexión y la conexión con una misma y con los demás.
Al integrar estos rituales en la vida diaria, se puede mejorar la calidad de vida y fomentar un sentido de bienestar y satisfacción personal. Te contamos todo lo que te puede aportar emocionalmente seguir una rutina de cuidados diaria.
Rituales de belleza como autocuidado
Tener un espacio para cuidarte, mimarte y dedicarte tiempo es un tesoro. Una rutina de belleza nos permite tomarnos ese tiempo, no solo para cuidar nuestra piel y vernos mejor en el espejo, también para ganar bienestar. Las texturas, los aromas, los masajes… son un verdadero placer para los sentidos y un descanso merecido dentro de nuestras jornadas maratonianas de la vida diaria.
Además del deleite que nos ofrecen los rituales beauty cuando aplicamos los productos, estas rutinas de cuidados también suponen una práctica de atención plena o mindfulness al centrarse en el momento presente y en las sensaciones físicas durante estos rituales, se puede alcanzar un estado de calma mental y serenidad. De esta manera, estos rituales de belleza de la piel y el cabello también conseguirían apoyar tu salud mental, reducir el estrés y la ansiedad, y pueden mejorar la concentración y aportar claridad mental.
Un oasis de bienestar
Los rituales de belleza también pueden ser una oportunidad para establecer rutinas saludables. Por ejemplo, la limpieza e hidratación de la piel no solo mejora su aspecto, sino que también es una práctica saludable que puede prevenir problemas cutáneos. Además, la incorporación de masajes faciales o corporales puede mejorar la circulación y la relajación muscular.
Los beneficios físicos de los rituales de belleza son evidentes, pero los beneficios psicológicos son igualmente importantes. La sensación de frescura después de un baño, la suavidad de la piel hidratada o la satisfacción de un maquillaje con el que nos veamos favorecidas pueden mejorar el estado de ánimo y la energía para enfrentar el día o ayudarnos a relajarnos en una rutina de noche con productos, aromas y masajes que inviten al descanso.
Compartir rituales beauty con amigas, además de divertido, ayuda a estrechar lazos por lo que son también muy beneficiosos como elemento de socialización y para crear un sentido de comunidad y pertenencia ya que fortalecen relaciones y suponen una fuente de conexión con los demás.
Nuestro oasis diario de mimos también puede también ser una motivación para enfrentarnos a los retos diarios, un incentivo para poder mantener una actitud más positiva dentro de la vorágine diaria.
Cómo realizar una rutina de belleza que favorezca nuestro bienestar
Piensa en tu rutina de belleza no como en una obligación, una tarea que te hace perder tiempo o que fomenta el cansancio. Si integras estos rituales en forma de píldoras de bienestar en tu vida podrás beneficiarte de sus efectos físicos, te verás mejor en el espejo y tendrás la piel y el cabello más cuidado; pero también de los psicológicos, ya que te sentirás más relajada, positiva y aumentarán tus niveles de bienestar.
Por la mañana puedes optar por una rutina energizante con una ducha con aromas cítricos y extender texturas ligeras para el cuidado de la piel del cuerpo, así podrás vestirte sin miedo a manchar la ropa. Limpia tu piel para eliminar el exceso de sebo y partículas que pueden acumularse durante la noche y seca el rostro a toquecitos sin frotar con una toalla limpia o un tissue. Con un algodón aplica un tónico para cerrar poros, terminar de limpiar la piel y tener un primer paso de hidratación. Escoge un sérum ligero y una crema hidratante de absorción rápida. Termina con un protector solar de amplio espectro para proteger tu piel de las manchas y demás daños ocasionados por el sol.
Maquíllate como más te guste, aprovecha para innovar, probar cosas nuevas o ser creativa, verte bien en el espejo va a hacer que salgas de casa con mayor autoestima y energía. Un toque de tu perfume favorito y lista para comerte el mundo, o al menos, para disfrutar de todo lo que trae un nuevo día.
Rutina relajante de noche
Por la noche, si prefieres ducharte o darte un baño al terminar el día, utiliza aromas que inciten a la relajación como la lavanda. Realiza después un masaje con una crema corporal rica de textura untuosa. Limpia tu rostro con el método de la doble limpieza japonesa para eliminar bien todas las impurezas. Primero un aceite, leche, agua micelar o bálsamo, y después una solución jabonosa. Cuida tu piel con un tónico hidratante, loción, sérum y crema hidratante más rica que la de la mañana. Aprovecha para incluir los mejores activos según tu edad porque la noche es el momento en el que la piel se regenera.
Es el momento perfecto para masajear la piel con tu rodillo de jade o una piedra gua sha, incluso un dispositivo de microcorrientes o radiofrecuencia. Así ayudas a la piel a generar más colágeno, perfecto para mejorar la firmeza y apariencia de la piel, además de favorecer la microcirculación de la piel del rostro.
Termina aplicando un aroma relajante en tu ropa o en el dormitorio, poniendo aceites esenciales en un difusor o en la almohada para ayudar a conciliar el sueño. Una infusión relajante, un buen libro y unos minutos de meditación acabarán de obrar el milagro. Un ritual perfecto para caer dulcemente en brazos de Morfeo.
Los rituales de belleza son una herramienta maravillosa para conseguir un mayor bienestar. La clave está en encontrar placer y serenidad en cada paso de nuestra rutina de cuidados. Si integras en tu día a día estos momentos beauty no solo estarás cuidando tu apariencia y tu belleza, también mejorará tu bienestar emocional y tu salud mental. ¿Te animas a comprobarlo?