El mundo de la medicina estética está en constante evolución. Cada día surgen nuevos ingredientes y formulaciones. Es importante que nos mantengamos informados sobre los avances de la industria para estar al tanto de las tendencias, pero también de las bondades que tienen sobre la piel. Si bien los activos tradicionales, como el ácido hialurónico, se han convertido en algo común en forma de rellenos, la innovación contribuye al surgimiento de nuevos recién llegados, como los polinucleótidos.
Entrevistamos a la Dra. Figueredo Lapi, cirujana especialista en medicina estética y regenerativa, que nos cuenta qué son los polinucleótidos y todos sus beneficios en la piel.
Dra. Figueredo Lapi realizando un tratamiento médico-estético
En primer lugar… ¿qué son los polinucleótidos?
Los polinucleótidos son fracciones de ADN celular que se obtienen de forma natural a través de gónadas de trucha asalmonada. Estos se someten a un proceso de purificación para la obtención de un producto estéril, sin contaminantes proteicos ni alérgenos activos. Los polinucleótidos cuentan con propiedades físicas y químicas que promueven la biorevitalización y la bioestimulación de los tejidos. En la actualidad, constituyen una materia prima única, segura e innovadora para regenerar los tejidos desvitalizados, envejecidos, con heridas o cicatrices previas aportando su máxima ventaja, que es ser un producto Biocompatible.
¿Qué propiedades tienen sobre la piel?
Los polinucleótidos son moléculas altamente hidrofílicas con acción antioxidante. Por lo tanto, van a aportar una gran hidratación a los tejidos como acción temprana. Pero su propiedad más importante sobre la piel radica en la capacidad de formar nuevo tejido de forma ordenada a través de la multiplicación de nuevos fibroblastos, células diana para combatir el envejecimiento y deterioro de la piel. Además, los polinucleótidos reactivan el metabolismo de los fibroblastos preexistente para formar nuevas fibras de colágeno, elastina y la síntesis de la sustancia fundamental. Así que, sin duda son potenciadores de la calidad de la piel que actúan sobre las causas del envejecimiento y no sólo sobre sus efectos, ahí su diferenciación con otros productos.
¿Para qué problemas dermatológicos se recomiendan los polinucleótidos?
En la actualidad los polinucleótidos tienen muchos usos terapéuticos en varias disciplinas médicas, como la traumatología, ortopedia, ginecología, dermatología y medicina estética. De ahí esa gran versatilidad y seguridad para tratar distintos tejidos del cuerpo. Centrándonos en la rama dermatológica, su uso es global. Es decir, no solo para problemas o enfermedades de la piel, son una gran opción de tratamiento para cualquier paciente que quiera aportar vitalidad, salud y prevenir un envejecimiento prematuro.
En el caso de pieles con cicatrices de acné atróficas, rosácea, pieles muy secas con descamación activa o con mucha textura visible, manchas e, incluso, alopecias, se ha demostrado su eficacia y gran respuesta como tratamiento único. En ocasiones también se combinan los polinucleótidos con otras terapias médicas para conseguir resultados óptimos.
¿Qué relación tienen los polinucleótidos con la medicina estética?
La medicina estética actual ha roto todos los paradigmas de antinaturalidad. Por ello, disponemos de productos altamente seguros y, lo más importante, biocompatibles con nuestro organismo. Es decir, que evita cualquier efecto indeseable, lo que le confiere mayor atractivo a los polinucleótidos como una gran opción de tratamiento para la regeneración de la piel, obteniendo un tejido nuevo y de mejor calidad.
El objetivo fundamental actual es poder ofrecer a nuestros pacientes naturalidad, seguridad y resultados óptimos. Por ello, este tipo de dispositivos médicos en tendencia y auge serán, no solo el presente, sino el futuro de la medicina estética.
Y ahora que ya sabemos qué son los polinucleótidos… ¿para quién están recomendados?
Se recomiendan en todo tipo de pieles. Se verán favorecidas al ser tratadas con polinucleótidos tanto las pieles jóvenes y maduras, pieles sanas que quieren conseguir su mejor versión y prevenir la perdida de elasticidad y turgencia, como consecuencia de la edad.
Además, se verán beneficiadas las pieles maltratadas por heridas con mala cicatrización, acné no activo, manchas y, principalmente, aquellas envejecidas por la radiación solar. Lo más importante es acudir a un buen especialista para establecer el protocolo idóneo de tratamiento.
Por último… ¿con qué tratamientos se pueden combinar los polinucleótidos y con cuáles no?
Este es el gran secreto de los polinucleótidos y su gran ventaja, aportan un efecto priming en los tejidos. Es decir, hacen sinergia con la mayoría de los tratamientos médicos estéticos y dermatológicos actuales. De hecho, tienen la capacidad de reacondicionar la piel para potenciar los efectos y resultados de otros tratamientos, ya sea radiofrecuencia bipolar o fraccionada, tratamientos con láseres, como el CO2 o IPL, rellenos dérmicos, como ácidos hialurónicos o inductores de colágeno, neuromoduladores, peeling químicos o microneedling.
Eso sí, siempre teniendo la salvedad de realizar cada procedimiento en sesiones separadas y sobre una piel donde no hay procesos infecciosos activos. En resumen, es compatible con todas las formas de tratamiento y además aportan ese efecto añadido de obtener, sin dunda, un mejor resultado sobre la piel.
En definitiva, el interés sobre qué son los polinucleótidos es una tendencia al alza en la mayoría de medios de comunicación, pero también un tema muy buscado en Google. Por ello, los Laboratorios Chantelet han lanzado una mascarilla a base este activo. Eso sí, no está de venta al público, pero sí está disponible en ciertos centros estéticos. Por su parte, AG Farma se ha convertido en una de las compañías punteras en la distribución de inyectables de polinucleótidos para profesionales de la medicina estética. Ahora solo queda esperar para ver cómo los polinucleótidos revolucionan el sector beauty.
