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¿Tienes rojeces en la piel? Quizás padeces rosácea y no lo sabes

Abril es el mes de la concienciación de la rosácea, una problemática bastante común que afecta a unas 13 millones de personas en todo el mundo, según un estudio publicado por la Revista Medica Herediana. Aunque es una enfermedad que no entiende de géneros, suele ser más común en mujeres adultas, sobre todo con la piel clara, que en hombres y puede presentarse de 4 formas distintas: eritemato-telangiectásica, papulopustular, ocular y fimatosa, siendo esta última la más común. 

Se le denomina rosácea a una afección inflamatoria crónica de la piel que causa enrojecimiento, hinchazón, arañas vasculares, granos e incluso pus, principalmente en el rostro. También puede afectar a los ojos y párpados ocasionando inflamación, fotosensibilidad y conjuntivitis. 

Entrevistamos a Laura Acevedo (@dominaturosacea) y Laia Brisa (@mi.rosacea) para conocer más de cerca esta enfermedad. Dos mujeres afectadas que abanderan y visibilizan la rosácea a través de redes sociales para ayudar y concienciar a otras personas que sufren la misma alteración de la importancia del autocuidado, de llevar a cabo una buena rutina de skincare y de que la salud de la piel, la mental y la alimentaria miren hacia un mismo rumbo. 

Su punto de inflexión

Pese a ser la misma afección, Laia y Laura actuaron de manera distinta cuando empezaron a notar cambios en su piel. En el caso de la primera los problemas empezaron a muy temprana edad, pero pese a esto, no dudó en visitar a su dermatólogo para que le diagnosticara tratamiento. «A partir de los 18 años tuve muchos problemas de piel y no era acné adolescente. Visité varios dermatólogos y después de probar distintos tratamientos vimos que era rosácea. Es algo complicado de diagnosticar», confiesa Laia. 

Laura, en cambio, ignoró el tema durante años hasta el punto de que su aspecto llegó a afectarle psicológicamente. El desconocimiento le jugó una mala pasada y es por ese mismo motivo que la experta en rosácea ahora recomienda visitar a un especialista tan pronto como aparezcan los primeros síntomas. «No hice mucho caso al tema y dejé pasar los años. Tras un periodo de estrés en 2012, empezaron a salirme granitos en la zona de la nariz y un año después me animé a ir al dermatólogo. Dejé avanzar tanto la rosácea que fue imposible ignorarla», se lamenta.

¿Cómo identificar la rosácea?

Hasta el momento no hay una prueba específica para diagnosticar la rosácea pero los síntomas más comunes, según Laura Acevedo, son el enrojecimiento, la sensación de tirantez, el escozor y el picor. La experta explica que hay otros casos donde el enrojecimiento se sustituye por la aparición de granitos –también conocidos como pápulas y pústulas– en la región centrofacial (nariz, mejillas, frente y mentón) acompañados de placas con rojez, inflamación y calor en la zona. 

Las expertas recomiendan visitar a un dermatólogo para que sea él mismo quien diagnostique la afección y ponga tratamiento. Este paso es muy importante también para descartar otras enfermedades como el lupus, de aspecto parecido a la rosácea y de mayor gravedad. 

Brote de rosácea vs brote de acné

Es importante diferenciar ambos brotes porque el tratamiento para paliar cada uno de ellos es diferente y los cosméticos propios para tratar el acné pueden irritar y empeorar la piel con rosácea. Las expertas coinciden en que los activos calmantes como la centella asiática, el ácido azelaico y la vitamina E; el hialurónico de bajo peso molecular; los activos como el retinal y la niacinamida o la cosmética natural libre de perfumes y conservantes, son esenciales en su rutina de belleza porque reducen la inflamación y penetran en las capas más profundas de la piel.

Laia Brisa confiesa que suele distinguir los brotes por la zona en la que aparecen las pústulas. «Aunque nunca digas nunca, normalmente un brote de rosácea que cursa con granos se encuentra alrededor de las mejillas y la nariz. Un brote de acné puede darse por todo el rostro pero se encuentra mayoritariamente en la zona mandibular y la frente». Por su parte, Laura Acevedo añade que «la aparición de comedones (puntos negros) es propio del acné y no suele haber una rojez de base, mientras que en la rosácea los granitos pueden agruparse sobre placas rojas en donde la piel se nota más dura».

La mejor rutina de una persona con rosácea

El día a día de una persona con rosácea debe estar compuesto por una buena rutina de skincare que englobe limpieza, hidratación y protección solar; una dieta equilibrada, reforzada con alimentos ricos en omega 3, antioxidantes y antiinflamatorios y que evite los ultraprocesados y los azúcares; y una conciencia que beneficie su salud mental. «Intento desconectar de las redes, leo, que es uno de mis hobbies, y no me comparo con la piel de nadie», confiesa Laia Brisa.

La exposición al calor extremo, el estrés, la alimentación pro-inflamatoria, el consumo de alcohol, entre otros, serán los principales desencadenantes de los brotes de rosácea. Mantener controlado el eje cerebro-intestino-piel  será crucial para controlar la afección y tener una vida saludable tanto por dentro como por fuera. Laura Acevedo, añade que «no se deben tratar sólo los brotes aisladamente porque sólo estaríamos apagando un fuego mientras aparece el otro. Debemos buscar las causas para trabajar en ellas y así reducir la aparición de los brotes».

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