Si te preguntas qué es la niacinamida, y por qué todo el mundo habla de ella, te diré que es uno de los principios activos calmantes por excelencia, por lo que es ideal para las pieles sensibles, alteradas, con rosácea… Pero la niacinamida también tiene otras muchas propiedades que la convierten en una buenísima opción para todo tipo de pieles por lo que incluirla en la rutina facial es una forma fabulosa de lucir una piel cuidada y radiante, sobre todo en verano.
¿Qué es la niacinamida?
Este ingrediente, conocido también como vitamina B3, ha conseguido ganarse el reconocimiento y la fascinación de expertos en dermatología, cosmetólogos y beauty victims, que ven en la niacinamida un aliado fabuloso para el cuidado de la piel. Daniel Jiménez, cosmetólogo y director técnico de Skin Generics y CEO de BeLab Services, explica que «la niacinamida es uno de los antioxidantes más efectivos y revolucionarios en el cuidado de la piel». Un activo antiox que necesitas en tu rutina de verano, y te vamos a explicar las razones.
El experto señala que la niacinamida, junto con la vitamina E y la vitamina C, está en el top 3 de los mejores antioxidantes. Los ingredientes antioxidantes lo que hacen es neutralizar los radicales libres, unas moléculas inestables y que dañan a nuestras células cutáneas. «Los radicales libres se generan como resultado de procesos naturales del cuerpo y también pueden provocarse por factores externos como la exposición al sol, la contaminación y el estrés. Cuando los radicales libres dañan las células de la piel, pueden provocar un envejecimiento prematuro, arrugas, manchas oscuras y otros problemas del tejido». Los antioxidantes contrarrestarían el daño que pueden ocasionar los radicales libres al estabilizarlos y prevenir sus efectos nocivos en la piel.
Al proteger las células de la piel, la niacinamida evita la inflamación y los daños que puede ocasionar el sol, así que es un activo perfecto para el verano como verás. Además, tiene una potente acción calmante y también ayuda a aclarar manchas y a mejorar la textura de la piel. Es un ingrediente todoterreno.
Niacinamida + SPF, el combo perfecto
Aunque la niacinamida tiene una función escudo que protege la piel de la acción de los radicales libres, no es suficiente para blindarla ante los efectos dañinos del astro rey. Los antioxidantes no pueden aportar una completa protección ante los rayos UVA y UV, por lo tanto, es fundamental asociarla al blindaje máximo: la protección solar.
¿Qué ocurre cuando combinamos niacinamida con SPF? Logramos apoyar la acción protectora del factor solar, actuando como un booster, así conseguiremos una protección solar más eficaz. Pero hay más beneficios en este matrimonio de conveniencia «al ser la niacinamida calmante, ayuda a reducir la producción de melanina, lo que previene la aparición de manchas solares. De hecho, es un perfecto complemento para evitar el fotoenvejecimiento y conseguir una piel más uniforme y, no todo queda ahí, también más iluminada», apunta el cosmetólogo.
Hay más razones por las que deberías incluir la niacinamida en tu rutina de cuidados veraniegos ya que es un activo altamente hidratante y en verano todas sabemos que agentes externos como el sol, el salitre, el cloro o el aire acondicionado, resecan mucho la piel. Por ello, la niacinamida es un ingrediente fantástico para devolver la humedad y la elasticidad a la piel.
Cómo combinar la niacinamida con tu protector solar
No es necesario seguir rutinas de 20 pasos ni volverse loca buscando modos de incluir la niacinamida y el SPF en tu rutina. Tenemos claro que el SPF o factor de protección solar, es el último paso de nuestra rutina de skincare y que es necesario reaplicarlo cada dos horas, sobre todo en verano con la piel expuesta al sol. También puedes combinar tu SPF con tu crema hidratante si el formato es en gotas o aplicar sobre tu crema una bruma con SPF en spray.
Crema facial despigmentante Melanoblock SPF50+ de Laviderm
Tónico facial con vitamina C y niacinamida de Deliplus
Mixing Drops SPF 50+ de Skin Generics
Loción corporal Calm de Mercadona
Limpia tu rostro con productos suaves y, a continuación aplica un tónico o loción con niacinamida y/o añade en tu tratamiento un sérum o una crema hidratante de día que contenga este activo, de esta manera añadirás antioxidantes a tu cuidado facial, además de calmar la piel, mejorar su textura y aclarar manchas. Sobre tu tratamiento extiende tu factor de protección solar para terminar de elaborar ese escudo perfecto para tu piel que va a quedar cuidada y a salvo de los efectos nocivos del sol.
Por la noche, limpia tu rostro y también puedes añadir tratamientos que contengan niacinamida ya que es un activo calmante que le va a venir fenomenal a tu rostro en verano pues está más expuesto al sol, y va a ayudar en el proceso de regeneración celular gracias a su poder antioxidante.
¿Sabes ya qué es la niacinamida y por qué deberías incluirla en tu neceser este verano?