No es nada nuevo. En lo que se refiere a belleza y cuidado de la piel, las coreanas nos llevan mucha ventaja. El conocido K-Beauty se ha convertido en todo un fenómeno viral que atesora siglos de sabiduría ancestral. Desde sus efectivos rituales, como el Jamsu para conseguir un maquillaje duradero y sin brillos, hasta sus ingredientes naturales como el agua de arroz que, gracias a su alto contenido en minerales, aminoácidos y antioxidantes, es un básico de cualquier rutina de cuidado facial coreano que se precie. No obstante, mientras que hay conceptos que ya hemos incluido en nuestro vocabulario, como la doble limpieza, hay otros nombres que quizás todavía desconocemos. Ese es el caso de las esencias faciales, un must en el cuidado diario de las coreanas, pero que en Occidente ha tardado en ganar popularidad.
Con su textura ligera y alta concentración de activos, la esencia no solo hidrata, sino que también potencia la eficacia de los productos que se aplican después, funcionando como un puente entre el tónico y el sérum. Pero, ¿realmente necesitamos este paso en nuestra rutina?
Para despejar estas dudas, hemos hablado con Lilin Yang, cofundadora de MiiN Cosmetics y gran experta en belleza coreana en España. Porque, si algo hemos aprendido en este tiempo, es que en sus rutinas cada paso tiene un propósito y que nada —¡nada!— se deja al azar.
La importancia de la esencia facial
«En la rutina coreana, la esencia tiene un papel fundamental porque proporciona una hidratación profunda y actúa como un tratamiento inicial que refuerza el equilibrio de la piel», nos cuenta Yang. Además, este paso entre el tónico y el sérum contribuye a que se absorban «mejor los ingredientes clave de los productos que aplicaremos después», añade.
Ella fue una de las pioneras en traer las mejores marcas de Corea del Sur a Europa hace más de diez años y, gracias a su éxito, actualmente cuentan con más de treinta puntos de venta. Según Lilin Yang, en América o Europa, «las rutinas de cuidado de la piel han sido tradicionalmente más básicas y menos detalladas que las coreanas». Y, aunque las esencias han tardado en ganar renombre, debido al furor por la cosmética y «la educación sobre sus beneficios, más personas están descubriendo el impacto positivo que una esencia puede tener en su piel».

Tónico, esencia y sérum, 3 pasos tras la doble limpieza

Mientras que el tónico es el primer paso después de la limpieza, y «su principal función es equilibrar el pH de la piel y prepararla para absorber mejor los productos posteriores». La esencia, por su parte, «es un paso intermedio que proporciona hidratación y beneficios específicos según sus ingredientes. Su textura suele ser más ligera que la de un sérum, parecida al agua, lo que la hace ideal para aplicar en capas si se desea». añade la cofundadora del templo de la belleza coreana en España.
Si aplicamos antes la esencia, el sérum se absorberá mejor. Este producto es más concentrado y está diseñado para «tratar problemas específicos como manchas, líneas de expresión o falta de luminosidad», cuenta Yang. En resumen, «si la esencia prepara y mejora la salud general de la piel, el sérum aborda necesidades concretas con mayor intensidad», concluye la experta. No obstante, si eres de aquellas que buscan rutinas faciales minimalistas, el consejo de la experta en K-Beauty es optar por la esencia como un paso multifunción. ¿Qué significa? Pues que «puede sustituir el sérum o, incluso, a la crema hidratante, dependiendo de la textura y la fórmula escogida», sostiene Yang.
Hidratación, luminosidad y mucho más: las razones para sumar la esencia a tu skincare

- Hidrata en profundidad y la hace más flexible.
- Prepara para la piel para los pasos posteriores de tu skincare.
- Mejora la absorción de los productos aplicados después como sérums o cremas.
- Refuerza la barrera cutánea gracias a ingredientes que protegen y fortalecen la piel.
- Según sus activos, puede llegar a proporcionar mayor luminosidad, reducción de la apariencia de poros o, incluso, ayuda a tratar los signos del envejecimiento.
¿Cómo elegir la esencia según nuestras necesidades?
Si lo que se busca es un extra de hidratación, desde el centro recomiendan buscar esencias con ácido hialurónico, ceramidas o agua de arroz. Si, por el contrario, quieres que tu rostro gane en luminosidad, la niacinamida, vitamina C o extractos fermentados son tus ingredientes estrella, ya que «unifican el tono y aportan un brillo saludable». Y, por último, una buena esencia well-aging debería contener péptidos, colágeno y extractos botánicos como el ginseng, que «son ideales para mejorar la elasticidad y reducir líneas de expresión», según Lilin Yang.

My First Essener de Sioris. Para las que menos es siempre más, este producto 2×1 es ideal para seguir los pasos del skincare coreano. Tónico y esencia a partes iguales, está elaborado con té verde e ingredientes naturales que nutren la piel y retienen la humedad. Además de ser vegano, es pato para embarazadas.

Advanced Snail 96 Mucin Power Essence de Cosrx. «Uno de los ingredientes más regeneradores que existen es la mucina de caracol, esta esencia contiene hasta un 96% de baba de caracol filtrada», nos cuenta la CEO de MiiN Cosmetics. Sus principios activos actúan sobre la piel consiguiendo un aspecto más joven y reduciendo líneas de expresión y arrugas. Además, aporta una nutrición intensiva y previene y repara los daños de la piel. Ideal si buscas una textura más lisa y suave o bien difuminar pequeñas cicatrices o marcas de acné.

Blooming Lifting Essence de All Natural. La cofundadora de MiiN Cosmetics admite que esta esencia es «una de nuestras nuevas joyas antiedad». Su 67% de extracto de flor de aciano, junto al de rosa, higo, frambuesa, sésamo y aloe vera, la convierten en un tratamiento well aging y antiarrugas perfecto para combinar con el resto de productos de la línea y multiplicar su eficacia. Diseñado especialmente para pieles maduras, secas o deshidratadas, ya que equilibra el nivel de sebo y de hidratación de la piel.
¿Te animas a incorporar este paso de cuidado facial coreano en tu rutina?