¿Son los tónicos el tercer paso de la limpieza facial? ¿Las esencias han llegado para sustituirlos? La filosofía de la cosmética coreana está cambiando nuestra concepción del skincare pero también ha traído una serie de dudas con ella. Vamos a intentar dilucidar cuál es la diferencia, si la hay, entre tónico y esencia con ayuda de expertas en cosmética.
¿Es necesario el tónico?
Seguramente sea una de las preguntas que más se han hecho las españolas en las últimas décadas. ¿Hace falta usar un tónico después de limpiar la piel o es un paso innecesario? Aunque no es imprescindible sí que es un producto que puede ayudar a mejorar la penetración de los activos de nuestro tratamiento.
¿Qué hace un tónico en la piel? Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour, explica que con el tónico «equilibramos los niveles de pH e hidratación de la piel y podemos hasta mejorar su permeabilidad para que los sérums o cremas que apliquemos posteriormente sean más efectivos». Sin embargo, hay momentos o tipos de piel para las que el tónico puede marcar la diferencia. «En pieles sensibles, tonificar puede ayudar mucho. Son pieles que se alteran e irritan fácilmente y necesitan algo que les devuelva la calma tras la limpieza, un proceso que tiende a ser agresivo para este tipo de personas», señala la directora dermocosmética de Rosalique, Natalia Abellán.
Diferencia entre tónico y esencia
Lo cierto es que son productos diferentes aunque, en realidad, una esencia podría sustituir al tónico pero no al revés, el tónico no sustituye a la esencia. ¿Por qué? Porque las esencias son más ricas, más complejas, el primer paso de la rutina de tratamiento e hidratación de la piel. Lara González, cosmetóloga en Byoode, apunta que «las esencias suelen llevar mucha mayor concentración de activos y están pensadas para cubrir más cuestiones en la piel, pudiendo en ocasiones convertirse en un 2 en 1 entre tónico y sérum, incluso».
También es cierto que hay tónicos que están enriquecidos con ingredientes que realizan funciones específicas como antioxidantes, exfoliantes o vitaminas, pero las esencias son productos mucho más completos que acondicionan la piel después de la limpieza y comienzan a darle el tratamiento que necesita.
La función del tónico facial
El tónico facial es un producto clave en cualquier rutina de belleza, diseñado para equilibrar, limpiar y revitalizar la piel tras la limpieza. Una de sus principales funciones es restaurar el pH natural de la piel, que puede verse alterado tras el uso de limpiadores, dejándola vulnerable a irritaciones y sequedad. También actúa como un segundo paso de limpieza, eliminando residuos de maquillaje, impurezas y exceso de grasa que los limpiadores no logran retirar por completo.
El tónico también ‘cierra’ los poros, mejorando el aspecto de la piel y preparándola para absorber de forma más eficaz los tratamientos posteriores, como sérums o cremas hidratantes. Muchos tónicos, además, están formulados para hidratar y refrescar, aliviando la sensación de tirantez y proporcionando suavidad, especialmente en pieles secas o deshidratadas.
En pieles grasas, el tónico es ideal para controlar el exceso de sebo y mantener los poros limpios, reduciendo la aparición de imperfecciones. Para pieles sensibles, los tónicos con ingredientes calmantes, como agua de rosas o manzanilla, ayudan a reducir la inflamación y a calmar la piel irritada. También ofrecen un toque de luminosidad, revitalizando la piel y mejorando su tono para un aspecto más fresco y saludable. Pero ¿y las esencias?
Glow Tonic tónico iluminador de PIXI
Tónico facial árbol de té y prebióticos de Deliplus
Bruma facial energizante Detox de Naobay
Tónico Ginseng Essence Water de Beauty of Joseon
Las esencias en la rutina facial
Es un producto que ha llegado directamente desde Asia a nuestros neceseres y ha llegado para quedarse. Su principal función es hidratar profundamente la piel, gracias a su fórmula ligera que permite que los activos penetren en las capas más profundas. Podríamos decir que son un primer paso de hidratación y tratamiento en la rutina facial, el primer paso para acondicionar la piel.
También ayudan a equilibrar y calmar la piel, reduciendo la irritación y promoviendo la renovación celular, lo que mejora la textura, luminosidad y vitalidad del rostro. Además, algunas esencias están formuladas para tratar problemas específicos como manchas o signos de envejecimiento. Son ideales para conseguir una piel más hidratada, equilibrada y radiante a largo plazo.
Radiance-C Brightening Treatment Essence de Laneige
Advanced Snail 96 Mucin Power Essence de Cosrx
Iris Extract Activating Essence Treatment de Kiehl’s
Essence Glycolique Concentrée d’Eclat Vinoperfect de Caudalie
Tónico vs esencia
Entonces, ¿cuándo elegiríamos un tónico y cuándo una esencia? Habría que tener en cuenta varios factores, sobre todo cuántos pasos quieres tener en tu rutina facial o bien qué necesidades específicas son las que demanda tu piel. Si tenemos dudas entre los dos productos las expertas recomiendan decantarse por la esencia porque «es mucho más completa en cuanto a las soluciones que aporta y puede tratar cuestiones específicas como la sensibilidad, o generales, como la hidratación y la tonificación», afirma Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, y añade que es perfecta para las más perezosas «ya que puede cumplir las funciones de un tónico, un pre-sérum y hasta un sérum con un mismo producto».
¿Cuándo elegiríamos el tónico? Estefanía Nieto de Medik8 recomienda decantarse por el tónico «cuando tengamos una rutina más extensa y busquemos en el tónico una acción específica, como la de exfoliar o la de equilibrar tras la limpieza».
¿Sabes ya que diferencia hay entre tónico y esencia?
