Tener granitos es de lo más normal, incluso la actriz Anne Hathaway mostró que es igual que el resto de los mortales sacándose un selfie con unos parches para granitos en forma de estrella. Lo que sí es cierto es que el acné puede llegar a ser un fastidio y traer consecuencias indeseables como dolor, picor y falta de autoestima. Vamos a centrarnos en cómo prevenir el acné quístico y en cómo tratarlo eficazmente para que deje de dar problemas y lucir una piel más sana.
¿Qué es el acné quístico?
El acné quístico es una forma severa de acné que se caracteriza por la presencia de quistes grandes, dolorosos y llenos de pus debajo de la piel. A diferencia de otros tipos de acné, las lesiones del acné quístico son profundas y pueden dejar cicatrices bastante grandes y visibles.
Entre sus síntomas estarían esos nódulos grandes que son dolorosos, más grandes que los granos comunes, generalmente de más de 5 milímetros. Esas lesiones suelen ser de color rojo debido a la inflamación que suponen, además son muy sensibles al tacto y pueden romperse dejando cicatrices permanentes. Esto dificulta actividades tan cotidianas como lavarse la cara o aplicar el maquillaje.
¿Cómo surge el acné quístico? Aparece cuando los folículos pilosos se obstruyen con células muertas, sebo y bacterias. Factores como las fluctuaciones hormonales, el estrés, una mala alimentación y la genética pueden contribuir a su aparición. Las hormonas androgénicas, que aumentan durante la pubertad, pueden causar un aumento en la producción de sebo, lo que contribuye a la formación de esos dichosos quistes.
Cómo tratar el acné quístico
Este tipo de acné reviste gravedad y debe ser supervisado por un dermatólogo. Los expertos suelen recomendar medicamentos tópicos para tratarlo como cremas y geles con ingredientes como el peróxido de benzoilo, el ácido salicílico o los retinoides. Estos ayudan a reducir la inflamación y a destapar los poros.
Los dermatólogos suelen recetar también antibióticos orales como la doxiciclina o la minociclina con el fin de reducir la inflamación y combatir las bacterias. Hay un medicamento potente que se utiliza en los casos severos que es la isotretinoína que lo que hace es reducir la producción de sebo y puede prevenir la formación de nuevos quistes, así que es de gran ayuda en los casos más graves.
Cuando existe en problema hormonal, sobre todo en mujeres, los anticonceptivos orales o los antiandrógenos pueden ser realmente efectivos para evitar o eliminar el acné quístico. Procedimientos dermatológicos como el drenaje de quistes, los tratamientos láser o los peelings químicos también pueden ser buenas opciones para reducir las cicatrices y mejorar la apariencia de la piel.
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Principio activos para tratarlo
Hay determinados ingredientes que van a ser de gran ayuda si los incluimos en la rutina facial para prevenir y tratar el acné quístico:
- Ácido salicílico: Es un principio activo que tiene propiedades exfoliantes y antiinflamatorias. Su función es penetrar en los poros y disolver el exceso de sebo y las células muertas, ayudando a destapar los poros previniendo futuras obstrucciones.
- Peróxido de benzoílo: Es antibacteriano y antiinflamatorio. Combate la bacteria Cutibacterium acnes, reduciendo la inflamación y el número de lesiones.
- Retinoides: Son exfoliantes y ayudan a regular el sebo. Promueven la renovación celular y previenen la obstrucción de los poros.
- Ácido azelaico: Es antibacteriano y antiinflamatorio. Reduce la proliferación de bacterias y la inflamación, además de ayudar a desvanecer las manchas post-acné.
- Niacinamida: Un ingrediente calmante, antiinflamatorio y regulador del sebo. Calma la piel, reduce la inflamación y la producción de sebo, mejorando la textura de la piel.
- Ácido glicólico: Este principio activo es esencialmente exfoliante y ayuda a eliminar las células muertas de la superficie de la piel, promoviendo una piel más suave y más clara.
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Estrategias para evitar y reducir el acné quístico
Mantener una correcta rutina facial es indispensable para tener la piel sana y bonita. Limpiar la piel a diario dos veces al día con un limpiador suave que no irrite la piel es el primer paso para lograrlo. También es recomendable usar exfoliantes suaves para eliminar las células muertas y evitar que se obstruyan los poros, pero ¡ojo!, no más de una o dos veces por semana para evitar irritaciones. Hidrata tu piel con una crema hidratante no comodogénica (que no obstruya los poros) para mantener el equilibrio en la piel.
Si vas a maquillarte utiliza siempre maquillaje no comodogénico para evitar brotes de acné y retirado muy bien antes de acostarte asegurándote de no dejar restos que puedan promover la aparición de granitos. Evita que los productos para el cabello entren en contacto con tu piel, ya que pueden obstruir los poros.
Por supuesto evita tocarte la cara, lava tus manos con frecuencias y no revientes los quistes porque puede empeorar la inflamación y dejar cicatrices en la piel.
La alimentación también es muy importante a la hora de combatir el acné quístico. Los expertos recomiendan reducir el consumo de alimentos con alto índice glucémico como azúcares o refrescos. Incluso algunos estudios sugieren que reducir el consumo de lácteos puede ayudar a disminuir los brotes de acné.
Mantener alejado el estrés practicando yoga, meditación o ejercicios de respiración puede ser de ayuda, así como tener una buena higiene del sueño para lograr mantener un equilibrio hormonal saludable.
