La limpieza facial es uno de los pasos fundamentales en cualquier rutina de cuidado de la piel, pero también es un tema sobre el que surgen más malentendidos. Según La guía definitiva para el cuidado de la piel de Gema Herrerías, existen numerosos mitos en torno a la limpieza facial que pueden llevar a prácticas inadecuadas y perjudiciales para la piel.
En este artículo, desmitificaremos estos conceptos erróneos y te guiaremos en la elección de los mejores productos según las necesidades específicas de tu piel.
Mitos comunes sobre la limpieza facial
Mito 1: Hay que lavarse la cara muchas veces al día
Uno de los mitos más extendidos es que lavar la cara varias veces al día es beneficioso. La realidad es que la limpieza excesiva puede dañar la barrera cutánea, provocando sequedad, irritación y hasta un aumento en la producción de sebo como mecanismo de defensa. Gema Herrerías recomienda una limpieza dos veces al día: por la mañana y por la noche.
Mito 2: El agua caliente es mejor que la fría para abrir los poros
Es común escuchar que el agua caliente abre los poros y que el agua fría los cierra. Sin embargo, esto es un mito. Los poros no tienen músculos que les permitan abrirse y cerrarse. El agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel, mientras que el agua fría puede no ser lo suficientemente efectiva para eliminar la suciedad y el sebo. Lo ideal es usar agua tibia.
Mito 3: Los productos que hacen mucha espuma limpian mejor
La espuma no es sinónimo de limpieza eficaz. De hecho, muchos productos que generan mucha espuma contienen sulfatos agresivos que pueden eliminar los aceites naturales de la piel y causar irritación. «Opta por limpiadores suaves, bajos en tensioactivos, que limpien eficazmente sin resecar la piel. La espuma no es sinónimo de una mayor limpieza», aclara la farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia y nutrición.
Mito 4: El tónico es un paso fundamental en la limpieza facial
«Si se selecciona el limpiador adecuado, no será indispensable el uso posterior del tónico. Se asume erróneamente que el tónico es imprescindible para recuperar el pH de la piel que supuestamente aumenta tras el uso de un limpiador con tensoactivos limpiadores y espumantes. Sin embargo, la capacidad natural de taponamiento de la piel, es suficiente para evitar cualquier efecto desfavorable sobre el pH fisiológico y su restablecimiento se produce aproximadamente en dos horas», asegura Gema Herrerías.
Mito 5: El alcohol en las pieles grasas funciona
«El alcohol sólo ayudará a resecar más la piel que responderá segregando más grasa para equilibrarla. Además, los lavados agresivos modifican la barrera cutánea y la microbiota promoviendo la inflamación, por lo que se deben elegir limpiadores efectivos pero que no resequen la piel en exceso», cuenta Carme Chorto, Asesora científica de Eucerin®.
Los mejores limpiadores faciales para cada tipo de piel
Para las pieles secas
Las pieles secas necesitan productos que no solo limpien, sino que también hidraten. Los limpiadores en crema y bálsamos son ideales para este tipo de piel. Busca fórmulas con ingredientes hidratantes, como el ácido hialurónico, la glicerina y los aceites naturales que simulen a los de la piel, como las ceramidas.
Hydrating Cleanser de Cerave. Este limpiador contiene ceramidas y ácido hialurónico, proporcionando una limpieza suave y una hidratación profunda.
Facial Clean Oil Micelar de Deliplus. Se trata de un aceite desmaquillante y limpiador con micelas. Se aplica con el rostro seco dando un masaje. A continuación, humedece la yema de los dedos y masajea de nuevo el rostro para derretir muy bien todo el SPF, el sebo y el maquillaje. Por último, aclara el rostro con agua tibia. Contiene aceite de uva, de eucalipto y manzanilla.
Para las pieles grasas
Para las pieles grasas, es esencial usar productos que regulen la producción de sebo sin resecar la piel. Los limpiadores en gel y espumas suaves que contengan ingredientes, como el ácido salicílico, son excelentes para controlar la grasa y prevenir brotes de acné.
La Roche-Posay Effaclar Gel. Con ácido salicílico y zinc, este limpiador ayuda a purificar la piel y controlar el exceso de grasa.
Tónico facial con árbol de té y prebióticos de Deliplus. La farmacéutica experta en dermocosmética, Ana Pharcareutips, destaca la formulación de este producto. Contiene árbol de té, ideal por sus propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y la capacidad para regular la producción excesiva de sebo. Además, contiene prebióticos, para fortalecer la función barrera, y ácido salicílico y glicólico, para mejorar la textura, el tono y las arrugas de la piel. ¿Alguien da más?
Para las pieles sensibles
Las pieles sensibles requieren productos extremadamente suaves que no contengan fragancias ni ingredientes irritantes. Los limpiadores en crema o leches limpiadoras con ingredientes calmantes, como la avena y la alantoína, son ideales.
Avène Tolerance Extreme Cleansing Lotion. Formulado para minimizar el riesgo de alergias, este limpiador es ultrasuave y adecuado para las pieles más sensibles. Esta loción limpia y desmaquilla suavemente el rostro, los ojos y los labios. Elimina las impurezas acumuladas durante el día sin irritar en exceso la piel ni resecarla.
Gel Limpiador Sensitive de Deliplus. Este gel limpiador limpia en profundidad, sin resecar la piel. ¿El motivo? No tiene jabón, ni perfume y sí pH fisiológico. Su fórmula restaura el manto hidrolipídico cutánea, ayudando a que la piel se mantenga hidratada.
Para las pieles mixtas
La piel mixta presenta características tanto de piel seca como de piel grasa, generalmente con una zona T (frente, nariz y barbilla) más grasa y mejillas secas. Un limpiador equilibrante que sea lo suficientemente suave para las áreas secas, pero efectivo para las áreas grasas es ideal.
Gentle Cleanser de SkinCeuticals. Limpiador suave en crema que elimina las impurezas y el exceso de sebo al tiempo que alivia y calma la piel seca o sensible. Contiene ingredientes emolientes e hidratantes.
5 Gel Limpiador de Gema Herrerías (gh). Un limpiador facial suave formulado con ácido succínico, inulina y malaquita, con propiedades seborreguladoras y antibacterianas.