Seguro que ya has visto a medio TikTok masajeándose la cara con aceites y diciendo «esto es lo mejor que he probado en mi vida». El skin oiling ha vuelto —y lo ha hecho con fuerza— como el ritual de belleza más viral del momento. Pero no es solo postureo: esta técnica ancestral se ha actualizado con fórmulas ligeras, texturas glow y beneficios que van mucho más allá de lo estético. ¿Lo mejor? Puedes hacerlo en casa, con tus manos y un buen aceite vegetal. Sin filtros y sin complicaciones. Te contamos cómo.
¿Qué es el skin oiling?
El skin oiling es el nuevo «ritual estrella» que está conquistando redes, neceseres y rutinas. Aunque su origen se remonta a prácticas milenarias de cuidado con aceites naturales —como el Ayurveda o la medicina tradicional china— hoy se presenta como una técnica moderna, rápida y sensorial que nutre la piel en profundidad.
¿La clave de su éxito? La combinación de beneficios visibles con una experiencia de autocuidado. Los aceites vegetales de nueva generación no solo hidratan: también refuerzan la barrera cutánea, aportan elasticidad, suavidad y ese glow natural que parece sacado de un filtro de belleza. Y sí, incluso las pieles grasas pueden beneficiarse si se elige el aceite adecuado.
Además, el skin oiling se adapta a cualquier ritmo de vida. Puedes hacerlo en 2 minutos antes de dormir o convertirlo en un ritual completo de masaje facial. Es versátil, intuitivo y profundamente sensorial. Por eso está en boca de todas las beauty insiders.
Cómo se aplica: cuatro formas de sumarlo a tu rutina
Lo mejor del skin oiling es que no hay una única forma de hacerlo. Puedes adaptarlo según tu tipo de piel, tu ritmo de vida y el momento del día. Toma nota de algunas de nuestras formas favs de incorporarlo:
- Aplicación directa: calienta unas gotas en las manos y masajea suavemente sobre rostro, cuello o cuerpo. Ideal para cerrar la rutina nocturna o como paso glow antes del maquillaje. El calor de las manos activa el aceite y mejora su penetración.
- Mezclado con crema: añade unas gotas a tu hidratante habitual para potenciar su efecto, especialmente en zonas secas como codos, rodillas o estrías. Un truco que las editoras de belleza adoran porque transforma cualquier crema en un tratamiento intensivo.
- Masaje facial o corporal: con movimientos ascendentes y circulares, favorece la circulación, relaja los músculos y deja la piel con una textura de seda. Perfecto para esos días en los que necesitas un reset emocional y físico.
- Uso específico: uñas, cutículas, puntas del pelo… el aceite también nutre y da brillo en zonas clave. Unas gotas bastan para transformar el aspecto de tus manos o tu melena. También puedes usarlo como prelavado capilar o para sellar puntas después del secado.
Puedes hacerlo por la mañana, por la noche o cuando tu piel lo pida. Solo necesitas elegir un aceite ligero, no comedogénico y que se absorba bien. Y lo mejor: no necesitas ser experta, solo constante.
¿Qué aceites elegir para empezar?
No todos los aceites son iguales, y eso es parte del encanto del skin oiling. Los nuevos favoritos son vegetales, multitarea y pensados para no saturar la piel. Aquí tienes algunos que están triunfando en redes y en tocadores:
- Aceite de jojoba: regula el sebo, no obstruye poros y es perfecto para pieles mixtas o grasas. Su composición es muy similar al sebo natural de la piel.
- Aceite de rosa mosqueta: regenera, suaviza y ayuda a mejorar marcas o pequeñas cicatrices. Ideal para pieles maduras o con tendencia a la deshidratación.
- Aceite de argán: nutre en profundidad y aporta elasticidad. Rico en vitamina E, es perfecto para pieles secas o apagadas.
- Aceite de marula o camelia: ligeros, con acabado glow y aptos para pieles sensibles. Se absorben rápido y dejan la piel con un tacto aterciopelado.
La clave está en observar cómo responde tu piel y ajustar según tus necesidades. Puedes tener más de uno y usarlos según el mood, la estación o el momento del día. Y sí, también puedes combinarlos para crear tu propio blend personalizado o apostar por fórmulas en aceite que ya están arrasando en el mercado, como estas:

Sérum aceite acuoso de juventud Abeille Royale de Guerlain: La fórmula de este aceite facial está enriquecida con tres mieles de abeja negra y jalea real.

Sérum Antiox de Deliplus: Aceite facial con licopeno que ilumina y unifica el rostro.

Radiance Booster Facial Oil de Alqvimia: Aceite facial de tacto seco que contiene bio-retinol vegetal y vitaminas A, C y E.

Multi-active dry oil with soy and avocado de Skin Generics: Aceite Seco Multiactivo con aceite de soja y aguacate.

Sérum facial Rose Cactus de Alma Secret: Fórmula con 27 aceites orgánicos, bakuchiol, CBD y esferas activas de ácido hialurónico.
Más que belleza: un momento para ti
El skin oiling no es solo para que tu piel luzca radiante. Es un momento de pausa, de conexión contigo misma, de autocuidado consciente. Masajear tu rostro, respirar profundo, sentir el aroma del aceite… todo eso también cuenta como bienestar.
Nos pasamos la vida corriendo y este ritual te invita a parar, tocar tu piel y cuidarla en profundidad. Y eso, más allá del glow, es lo que lo convierte en tendencia. El aceite nutre, pero también calma, reconecta y transforma tu rutina en un espacio de placer.
Además, el masaje con aceite activa la circulación, relaja la musculatura facial y ayuda a liberar tensiones acumuladas. Es como un mini spa en casa, sin necesidad de cita ni desplazamiento. Solo tú, tu piel y un aceite que lo cambia todo. ¿Te animas a probar la última tendencia beauty?


