En menor o mayor medida, por trabajo o por ocio, los viajes en avión forman parte de nuestro estilo de vida. De hecho, la aerolínea irlandesa low cost afirmaba el pasado año que «cada minuto se llena un avión de Ryanair». Una cifra muy llamativa, pero que solo pone de manifiesto cuánto tiempo pasamos a diez mil metros de altura. En la actualidad, las redes sociales se han llenado de consejos para volar. Desde trucos para entretener a los más pequeños, hasta snacks saludables que llevar contigo o el famoso hack del cinturón para dormir tranquilamente en tu asiento. Y, por supuesto, también productos de skincare a prueba de un viaje en avión.
¿Por qué? Muy fácil, en las cabinas, la humedad y la temperatura cambian y eso puede afectar de forma directa a nuestra piel. El doctor Andrés Bernete, especializado en medicina estética, nos da las claves de una rutina facial apta para vuelos de larga distancia.
5 daños que sufre la piel dentro de un avión
1. Deshidratación de la piel
Tal y como destaca Bernete, «la humedad dentro de la cabina de un avión es mucho menor que en un ambiente normal, alrededor de un 20% frente al 40-60% en tierra». Lo que provoca que «la piel pierda agua más rápidamente» y pueda llegar a generar consecuencias como «sequedad, descamación y sensación de tirantez». Un hecho que afecta todavía más a aquellas personas con pieles secas o sensibles, ya que notarán sus efectos con mayor intensidad, «aunque la deshidratación puede afectar a todos los tipos de piel», cuenta el fundador de las clínicas Dr. Bernete en Málaga (Calle Casablanca, 12) y Córdoba (Calle Isla Alegranza, 6).
2. Mayor producción de grasa
Como consecuencia, según el doctor Andrés Bernete, «la piel, al percibir la deshidratación, puede compensar produciendo más sebo o grasa». Lo que significa que la tez puede verse más brillante o, incluso, surgir brotes de acné, «especialmente en personas con piel mixta o grasa», añade.
3. Inflamación y enrojecimiento
Otra de las consecuencias de la sequedad del ambiente es la inflamación, «sobre todo si ya es sensible». ¿Esto en qué se traduce? Enrojecimiento, así como «agravar problemas como la rosácea», apunta el experto en medicina estética. Por otra parte, la presión de la cabina también puede afectar a nuestra circulación, «lo cual puede hacer que la piel pierda vitalidad y se vea más apagada o pálida», señala.
4. Aparición de ojeras y fatiga en la piel
En el caso de vuelos de larga distancia, también pueden alterar nuestros patrones de sueño habituales. La postura en el asiento, la incomodidad en sí o despertarnos en numerosas ocasiones puede llegar a provocar fatiga. Como sabemos, la falta de sueño pude acarrear la aparición de ojeras. Esto se debe, sobre todo, a que «la piel alrededor de los ojos es más fina y tiende a retener menos agua, haciéndola más propensa a mostrar signos de fatiga», sostiene el doctor.
5. Exposición a radiación UV
A pesar de estar en un interior, la exposición a los rayos UV aumenta considerablemente a grandes altitudes. «Aunque las ventanas de los aviones tienen cierto nivel de protección, los rayos UVA —que penetran más profundamente en la piel— pueden seguir afectando la piel y contribuir a un envejecimiento prematuro», explica el experto en cuidado facial, corporal y capilar.
¿Cómo proteger la piel en un avión? Skincare de altos vuelos
La hidratación es la principal recomendación del doctor Andrés Bernete. Ya sea desde el interior, bebiendo suficiente agua antes, durante y después del vuelo, como a través de productos humectantes como cremas y brumas faciales. Además de evitar un maquillaje pesado, ya que «puede obstruir los poros y agravar la deshidratación», apunta. ¿Lo mejor? Optar por «una piel limpia o un maquillaje ligero», admite Bernete.
Agua de luna, la bruma facial de Secretos del agua. Según el experto, «un spray de agua termal puede refrescar y calmar la piel en el vuelo». Con ácido hialurónico, extracto de plancton, trehalosa y hojas de olivo, menta y amaranto, este spray facial de nueva generación refresca la piel en situaciones de extremo calor, aporta luminosidad, unifica el tono de la piel, reduce las arrugas, aumenta la producción de colágeno y protege a la piel de la contaminación ambiental.
Contorno de ojos Dragon’s Blood de Deliplus. Diseñado para utilizar día y noche, su fórmula antifatiga atenúa las bolsas, las ojeras, y sus propiedades antioxidantes ayudan a mantener una mirada más luminosa y descansada.
Contorno de Ojos con Q10 y Ácido Hialurónico Hi Antiage. Según el doctor Bernete utilizar principios activos como el ácido hialurónico en tu skincare puede ayudar a «retener la humedad» en ambientes secos como una cabina de avión.
Crema Facial hidratante de SKINROUTINE by Paloma Sancho. Con niacimanida al 5%, ácido hialurónico 1% (de alto peso molecular), vitamina E, aceitenlo de Sacha Inchi y ceramidas, su fórmula hidrata, repara, refuerza la barrera cutánea y combate los síntomas del envejecimiento de la piel.
Ceramidin Skin Barrier Moisturizing Mask de Dr. Jart. Con ceramida NP para fortalecer la barrera cutánea, Pantenol para hidratar, reforzar la barrera cutánea y ayudar a prevenir la futura pérdida de agua, y glicerina para una mayor hidratación es ideal para disfrutar de un momento de autocuidado en vuelos largos.
Cómo proteger la piel de la radiación UV en un avión
Según el experto es más que recomendable usar protector solar en un vuelo, «la radiación ultravioleta (UV) aumenta con la altitud y los pasajeros en un avión están más expuestos a la radiación UVA, que penetra a través de las ventanas y es la principal responsable del envejecimiento prematuro y el daño profundo en la piel», explica.
Anthelios UVMUNE 400 Fluido Invisible SPF50+ de La Roche-Posay. Si estás cerca de la ventana, se recomienda un SPF 30 o superior y, preferiblemente, uno de amplio espectro (UVA y UVB).
Heliocare 360º Gel Oil free de Cantabria labs. Su fórmula no comedogénica y ligera está diseñada especialmente para pieles grasas o con tendencia acneica y es un producto fantástico para incluir en tu selección de skincare para tu próximo viaje en avión.