Nos han repetido muchas veces que nuestros niveles de colágeno comienzan a disminuir desde los 25 años, una edad muy temprana y en la que, a mi juicio, no es necesario invertir en tratamientos tan potentes como los HIFU pero en la que no está de más prevenir manteniendo una buena rutina cosmética y una alimentación saludable con alimentos antioxidantes para prevenir la oxidación celular prematura y preservar la hidratación en la piel. Cuando, como yo, estás acercándote al final de la década de los 40, se hace necesario contar con más aliados como los tratamientos estéticos más avanzados con los ultrasonidos focalizados o HIFU facial. Yo me sometí a este tratamiento no invasivo hace más de tres meses y esto es lo que he notado.
Cómo llego hasta el HIFU facial
Los HIFU como tratamiento facial son un paso más allá de los tratamientos más preventivos como puede ser la radiofrecuencia. Yo suelo hacerme tratamientos de radiofrecuencia, incluso de manera domiciliaria con dispositivo beauty semanalmente. También me he hecho tratamientos de IPL (luz pulsada intensa) para eliminar las manchas y mejorar la textura y luminosidad de la piel, y utilizo prácticamente a diario un gadget de microcorrientes y nanocorrientes en casa. Ya no tengo manchas, mi piel está bastante cuidada pero el paso del tiempo es inexorable y es inevitable que la flacidez vaya aflorando, así que acudí a una profesional para un diagnóstico.
Me cité con la Dra. Rodríguez Prada, especialista en medicina estética y directora nacional de Clínicas Nexbel, y, aunque mi idea era hacerme una sesión de IPL para eliminar pequeñas manchas que hubieran podido surgir, ella me dijo que me iría bien una sesión de HIFU facial con Ultraformer III para elevar la ceja y mejorar la firmeza de la piel. Aunque sí que hace unos años me realicé en la zona del contorno de los ojos un tratamiento con ultrasonidos, Ultherapy, y lo noté muchísimo, nunca me había hecho HIFU facial. ¿Por qué no probarlo? La doctora tenía clarísimo que era el mejor tratamiento en mi caso así que atendamos cita.
Pero antes de hablar más de mi caso, es necesario saber de qué estamos hablando. ¿Qué son los HIFU?
¿Qué son los HIFU?
El HIFU facial (también se puede aplicar en el cuerpo) es un tratamiento estético no invasivo que utiliza ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU) para tensar y rejuvenecer la piel, actuando desde las capas más profundas. Este procedimiento, considerado una alternativa al lifting quirúrgico, está diseñado para estimular la producción de colágeno y elastina, dos componentes esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel que tienden a disminuir con el paso del tiempo.
El tratamiento se basa en la emisión de energía de ultrasonidos que penetra en las capas internas de la piel, generando calor controlado en puntos específicos. Este calor provoca una contracción inmediata del tejido, mientras que, a largo plazo, estimula un proceso natural de regeneración del colágeno. La aplicación es precisa y personalizada, ya que permite tratar diferentes áreas del rostro, como el contorno facial, la frente, el cuello e incluso la delicada zona del escote. Las sesiones suelen ser rápidas, con una duración que varía entre 20 y 60 minutos, dependiendo de la extensión de la zona a tratar.
Uno de los mayores atractivos del HIFU facial es que proporciona un efecto tensor visible desde la primera sesión, aunque los resultados completos se desarrollan progresivamente en los meses siguientes, a medida que el colágeno regenerado se consolida. Entre los beneficios más notables se encuentran la reducción de la flacidez, la mejora en la textura de la piel, un contorno facial más definido y una apariencia más rejuvenecida. Estos efectos pueden durar hasta 12 meses o incluso más, dependiendo de factores individuales como el tipo de piel y el estilo de vida. ¿Esto ocurre siempre? Te sigo contando mi experiencia.
Mi experiencia con el HIFU facial
Cuando fui a hacerme mi tratamiento de Ultraformer III lo primero de lo que me advirtió la profesional que me trató es que era un poco molesto y en efecto. El tratamiento se realiza con unos manípulos haciendo varias pasadas, primero en un lado de la cara y después en el otro. Es un poco molesto, sin llegar a ser doloroso pero no es un tratamiento agradable como puede ser una radiofrecuencia al uso.
Yo tengo la zona de la frente bastante sensible y suelo notar corrientes y pequeñas descargas incluso con los dispositivos de microcorrientes así que sabía que me iba a molestar más esa zona. Así fue pero para minimizar la molestia me hizo pasadas más cortas la profesional. Por lo demás, me advirtió de que me duraría unos diez días la sensación de “dolor” en el rostro, esa sensación que aparece cuando te has dado un golpe y ya no te duele pero si te tocas la zona te molesta. Se cumplió ese vaticinio y pasaron esos diez días con una sensación un poco molesta que solo apreciaba cuando me tocaba la cara, sobre todo al hacer la rutina facial.
No tuve hematomas ni ningún problema porque no es un procedimiento que requiera pinchazos ni nada invasivo. Lo que hace es tensar el tejido gracias a los ultrasonidos focalizados y lo hace manera progresiva.

Los resultados
Aunque nada más terminar mi tratamiento me pusieron un espejo para que apreciara el cambio, lo cierto es que no lo noté de inmediato y las molestias en el rostro los primeros días hicieron que incluso me arrepintiese de haberlo hecho. PERO, pasaron los días, las molestias se fueron y según pasaron las semanas comencé a ver resultados fantásticos, sobre todo en la zona del contorno de ojos. Las cejas se han elevado de forma muy natural y mi mirada está más abierta, sin los signos de cansancio que da un párpado encapotado. Se ha tensado esa zona pero no es algo que haya pasado de un día para otro, ha sido de forma muy progresiva y, sobre todo, muy natural. También noto diferencia en líneas de expresión y pequeñas arrugas que se han suavizado gracias a la regeneración de colágeno que prometía el tratamiento de HIFU facial.
En definitiva, no es un tratamiento muy placentero y tiene la desventaja de que pasas unos días con cierta molestia en el rostro, algo totalmente sobrellevable por otro lado. Por lo demás, los resultados se notan y es una forma fantástica de mejorar la apariencia de la piel, de redensificar y de prevenir la flacidez y el descolgamiento de los tejidos. En principio es un tratamiento que basta hacerlo una vez al año pero depende siempre de casa caso, para eso están los profesionales de la medicina estética.
¿Repetiría con el HIFU facial de Ultraformer III? Rotundamente sí, es un tratamiento fabuloso que no deja ningún tipo de huella estética indeseable pero sí que ayuda a regenerar colágeno de manera natural y mejora la firmeza de la piel con tan solo una sesión.