¿Sabías que Emma Stone realmente no es pelirroja, sino rubia? Lo mismo le ocurre a Katy Perry que dejó atrás a su rubio natural y saltó a la fama como morena en el videoclip de I Kissed a Girl en 2008. E, incluso, a Reese Witherspoon, la protagonista de la película de culto Una rubia muy legal (2001), que perdió su legally blonde en la adolescencia hasta tener un precioso castaño claro. Ya sea por estrategia comercial o por cuestión estética, muchas celebrities dijeron adiós a su melena natural y optaron por otras tonalidades. Y, como suele ocurrir, en los últimos meses las redes sociales han tirado de hemeroteca para comparar las evoluciones capilares de las famosas y mostrar cuál era la tonalidad que más les favorece según las leyes de la colorimetría (del cabello).
La colorimetría, el poder transformador del color
Tanto en moda como en hair styling, la colorimetría muestra cómo los colores pueden afectar la percepción visual e, incluso, favorecer (o desfavorecer) a una persona según su tono de piel o color de ojos. Todo depende de a qué estación pertenezcas y qué tipo de tonalidades —más cálidas o frías— te sientan mejor. Una técnica que ha ganado cada vez más popularidad gracias a Instagram o TikTok, donde el hashtag #coloranalysis sigue creciendo y cuyos filtros para descubrir tu paleta cromática se hicieron virales el año pasado. Para Ramón López, director de La Pelona Hair Salon en València (Calle Joan Llorenç, 56), el secreto reside en fijarse en el color de los ojos y la piel. «Si, por ejemplo, veo unos ojos de color pardo, se puede potenciar cualquiera de sus subtonos. Si quiero destacar su tono más verdoso me iría a colores contrarios, como dorados o cobrizos. En cambio, si quiero potenciar el marrón, me iría a tonos tierra, marrones o incluso rojizos».
Pero, volviendo a la pregunta principal que nos atañe: ¿puede ser que nuestro color de pelo natural no sea el que más nos favorece? Para Ramón la respuesta es un sí. Esto se debe, sobre todo, a la tonalidad de la piel. «Hay cabellos con un reflejo natural muy ceniza, que van acompañados de pieles cetrinas, o colores demasiado cálidos para pieles muy rosáceas». Para saber a qué tonalidad pertenecemos según las reglas de la colorimetría, «un manera sencilla es mirar nuestras muñecas para ver si tienen un tono frío, cálido o neutro».
Visagismo, face framing y hair contouring
En lo que respecta al cabello, la colorimetría no es la única teoría vigente. El visagismo —del francés visage (rostro)— es otra técnica básica entre los expertos en peluquería. Se basa en analizar las características faciales de una persona —desde la forma del rostro, hasta la estructura ósea— para determinar el corte de pelo, peinado y color más adecuados para realizar su belleza natural. «Al igual que en el maquillaje o en la fotografía buscamos la armonía mediante luces y sombras, en nuestro cabello también deberíamos hacer lo mismo. Tener el cabello sin mucha luz puede oscurecer nuestro color de ojos y hasta potenciar las ojeras», nos explican desde La Pelona Hair Salon. Para lograr suavizar o enfatizar nuestras facciones, podemos recurrir a un diseño personalizado de la mano de un especialista. Ya sea con a través del propio corte (face framing) o del color (hair contouring), donde se combinan las mechas oscuras y claras para iluminar y oscurecer ciertas zonas de nuestra cara.
Sin embargo, no todos los expertos son apasionados de estas teorías. Manu Guillén y Natalia Infantes, directores creativos de NiM Salón (Calle San Vicente Ferrer, 63), por ejemplo, admiten que se saltan «completamente esta teoría, lo importante es que te apetezca llevarlo, que lo desees…». Para los fundadores del templo del color en la capital y el salón de referencia de artistas como María Escarmiento, Mariang Maturana —una de las mitades de La Pija y la Quinqui— o la actriz Silma López, la clave es saber y querer defenderlo, solo así «el trabajo quedará increíble». Según su experiencia, el problema llega «cuando hay muchas dudas» o existe una «falta de seguridad, es ahí cuando tenemos que intervenir y recomendar esperar o aconsejar una coloración más acorde a esa persona», añaden.
La importancia de cuidar los cabellos con color
Protector térmico de Deliplus. El hair stylist Ramón López recomienda «llevar mucho cuidado con las herramientas de calor», sobre todo en melenas decoloradas, y el uso «imprescindible el protector térmico».
Champú Color Lustre de Shu Uemura. Es una de las líneas que recomiendan desde NiM Salón para el cuidado en casa. Con aceite de rosa mosqueta, este champú purifica y relaja el cuero cabelludo sin engrasar, además de evitar la perdida del color y prolongar el brillo de la coloración.
La gama Color Control de Aveda, a base de plantas para un color radiante y duradero, es otra de las favoritas de Manu Guillén y Natalia Infantes.
El director de La Pelona Hair Salon recomienda la línea Blondme de Schwarzkopf, «los productos que tiene para el cuidado en casa son maravillosos y es una buena forma de mantener el tratamiento porque sus productos de color llevan incorporados». Por ejemplo, Por ejemplo, su All Blondes Light Spray Conditioner facilita el desenredado y aporta una suavidad intensa a la fibra capilar, proporcionando un acabado sedoso con un brillo natural.
Intensive Repair Mask de Beauté Mediterranea. Una mascarilla reparadora con ácido hialurónico y sin sulfacts que ayuda a retener la humedad del cabello aportando densidad, plenitud, suavidad y grosor.
