¿Has salido del salón con una manicura digna de Instagram y semanas después tus uñas parecen haber sobrevivido a un apocalipsis? Tranquila, todas hemos pasado por ahí. Esa manicura permanente que te hizo sentir como una estrella ahora ha dejado tus uñas quebradizas más frágiles que una hoja en otoño.
Pero no te preocupes, estamos aquí para salvarlas. Si notas que tus uñas están débiles, quebradizas y pidiendo auxilio, es momento de darles la atención que merecen. Con los cuidados y productos adecuados, pronto volverás a lucir unas manos de portada y, lo mejor de todo, unas uñas saludables y fuertes. ¡El rescate comienza ya!
Primer paso: retirar correctamente la manicura semipermanente
Primero, respira hondo, no entres en pánico. ¿Tienes las uñas quebradizas, agrietadas o tan finas que parecen a punto de romperse con solo mirarlas? Es momento de aplicar el protocolo de emergencia. Lo primero que debes hacer es eliminar cualquier esmalte permanente o uñas postizas, para que tus uñas naturales puedan respirar. Lávate las manos con un jabón suave (nada de productos agresivos) y corta tus uñas, si no están ya demasiado cortas, para reducir la superficie afectada.
«Retirar el esmalte semipermanente en casa puede parecer una tarea imposible, pero con los productos y el cuidado adecuado, es totalmente factible sin dañar tus uñas. El primer paso es romper la capa superior del esmalte semipermanente. Usa una lima de grano grueso para quitar el brillo de la superficie sin ejercer demasiada presión. Solo queremos deshacer el sellado, no limar hasta la uña», comenta Rosa Roselló, directora de formación de Druni.

Además, la experta añade que el segundo paso es empapar un algodón en acetona y envolver cada uña. «La acetona es clave para disolver el esmalte semipermanente, pero asegúrate de usar acetona pura. Empapa un trozo de algodón, colócalo sobre la uña y envuélvelo con papel de aluminio para que el producto actúe más rápido. Lo ideal es dejarlo entre 10 y 15 minutos. Después, retira el aluminio y verás que el esmalte ha comenzado a levantarse. Usa un palito de naranjo o un empujador de cutículas de madera para quitar el esmalte con suavidad, pero nunca raspes demasiado fuerte. Si alguna parte se resiste, no lo fuerces: vuelve a envolver la uña unos minutos más».
Segundo paso: hidratar, nutrir y reparar
Ahora, la parte más importante: hidratar y reparar. Aquí es donde se pone interesante. Aplica una crema reparadora o cicatrizante en las uñas, varias veces al día, en capas gruesas. No olvides cuidar las cutículas con un buen aceite para cutículas, masajeándolas para mejorar la absorción y el flujo sanguíneo (esto ayuda al crecimiento y fortaleza de la uña). Y un consejo muy importante: cuidado con cortar las cutículas en exceso.
«Las cutículas cumplen la función de proteger la matriz ungueal, responsable del crecimiento y desarrollo de la uña. Por ello, lo más recomendable es que, en tu centro de confianza, la manicurista te ofrezca opciones para cuidar y acondicionar las cutículas sin necesidad de eliminarlas completamente. Lo ideal es empujarlas ligeramente cuando estén blanditas, usando un palito de naranjo o un empujador de cutículas y evitando cortarlas excesivamente, ya que esto puede llevar a infecciones», aconsejan las expertas manicuristas de The Secret Lab y portavoces de Druni.

Además, las expertas recomiendan «dejar descansar la uña sin esmaltes, dejándolas limpias y cortas. Espaciar los tratamientos de manicura con limado y pulido, aplicar aceites nutritivos y baños de parafina para hidratar en profundidad. Evitar tener las manos humedecidas durante tiempo prolongado, usar jabones suaves, secar bien e hidratar. Utilizar guantes para proteger las manos de los factores ambientales y aplicar con frecuencia cremas hidratantes protectoras específicas para manos y uñas con glicerina, vaselina, urea o alfa-hidroxiácidos. Además, podemos aplicar aceites específicos para cutículas que refuerzan su hidratación».
Hábitos saludables para cuidar las uñas quebradizas
¿Ya pasó el drama? Perfecto. Ahora que has sobrevivido a la crisis, es momento de crear nuevos hábitos y cuidar tus uñas como la joya que son.
- La higiene es lo primero. Una manicura perfecta comienza con una buena limpieza. Si no tienes uno ya, consigue un cepillito para uñas y úsalo todos los días. No te preocupes, no dañarás tu esmalte (palabra de experta).
- Mima tus manos. Tus uñas son tan saludables como tu piel. Lava tus manos con un exfoliante una vez a la semana y aplica una crema hidratante varias veces al día. La clave está en elegir una crema adecuada para tu tipo de piel, ya sean secas, deshidratadas o grasas.
- Longitud correcta para uñas sanas. ¿Sabes cuál es la longitud perfecta para unas uñas saludables? Recuerda que menos es más. Córtalas para que el borde blanco no supere el milímetro. Y si prefieres llevar esmalte siempre, puedes dejarlas un poquito más largas, pero no abuses. Usa tijeras o un cortaúñas para reducir el largo y una lima de vidrio o de fibra fina para darles forma.
- Cuida tus cutículas. El aceite para cutículas es tu mejor amigo. Aplícalo cada noche antes de dormir y masajea durante unos segundos. En menos de un minuto estarás nutriendo la piel alrededor de la uña y estimulando su crecimiento. Este pequeño gesto marca una gran diferencia.
Los errores más comunes que dañan las uñas
Lamentablemente, no todo es aplicar esmalte y brillar. Hay ciertas situaciones cotidianas que son enemigas de tus manos, y saber evitarlas es parte del secreto para mantenerlas fuertes y no tener las uñas quebradizas.
Haz las tareas del hogar… ¡con guantes!
Sí, estás leyendo bien. No hay escapatoria: los productos de limpieza son súper agresivos y pueden debilitar tus uñas en cuestión de minutos. Cada vez que vayas a lavar platos o limpiar, usa guantes. Los de látex, sin talco y transparentes son la mejor opción para tareas más delicadas.
Uña rota, iguálalas todas
Si te rompes una uña, aunque duela en el alma, debes cortar las demás. Mantener todas las uñas a la misma longitud es el truco para que luzcan siempre pulidas y con aspecto saludable. Y si necesitas una guía de formas, las uñas cuadradas con bordes redondeados son perfectas para evitar que se rompan fácilmente.
Productos recomendados para cuidar las uñas quebradizas

Crema de manos reparadora Deliplus. Crema concentrada de rápida absorción y elevado poder de hidratación gracias a su combinación de glicerina, centella asiática (cica) y extracto de Sangre de Dragón (obtenido de la savia roja del árbol Croton Lechleri).

Si-Nails de ISDIN. Fortalece tus uñas, con un acabado invisible y de fácil aplicación, desarrollado específicamente para proteger y mejorar el aspecto de las uñas, devolviéndoles un aspecto natural.

Crema De Manos y Pies de Integra. Crema reparadora intensiva y antioxidante que restaura la hidratación de las manos y pies, regenerando y aportando nutrición, suavidad y alivio inmediato.

Crème Abricot de Dior. Tratamiento fortalecedor para uñas caracterizada por su emblemático color albaricoque. Gracias a su fórmula enriquecida con aceite de albaricoque, con propiedades nutritivas, y con extracto de alga, reconocido por actuar sobre el alisado, contribuye a mejorar la resistencia de las uñas y ayuda a embellecerlas.

Crema manos uñas y cutículas de Avant. Una Crema Antienvejecimiento para uñas y cutículas que tiene como objetivo restaurar de manera efectiva la humedad y los niveles de PH en la piel a la vez que promueve un tratamiento antiedad eficaz. Ideal para uñas quebradizas.

Nail & Cuticle Oil de OPI. Aceite para cutículas con una fórmula ultranutitiva y de rápida absorción que protege, rellena y fortalece las uñas y las cutículas.