Skincare_comestible_vibeofbeauty

Pexels

¿Skincare comestible? Así es la receta viral (y antioxidante) que promete cuidar tu piel

¿Lo que comemos se ve reflejado en nuestra piel? Las redes sociales se han llenado de vídeos y recetas ricas en antioxidantes bajo un nuevo concepto viral: skincare comestible o retinol salad. Se trata de una ensalada veraniega y muy fácil de preparar con zanahorias, cebolleta, semillas de sésamo y un aliño especial. Pero más allá de su estética y su sabor, la pregunta es inevitable: ¿de verdad ayuda a nuestra piel o es solo otra receta refrescante y fotogénica?

Desde el Skin Cycling o el Slugging hasta aprender cómo sellar correctamente la hidratación, gracias a la técnica conocida como «sándwich». Está claro que dedicamos mucho tiempo (y ganas) a descubrir la mejor forma de mimar nuestro rostro. Así como comprar los mejores productos para nuestra rutina facial: limpiadores, sérums, esencias, cremas… Pero quizá lo que ponemos en el plato también suma puntos a ese glow que tanto buscamos. Al menos, esa es la premisa de una tendencia que mezcla nutrición y belleza: alimentar la piel desde dentro.

La nutrición es clave para la salud de la piel, pero también un skincare adecuado

Para Elisa Escorihuela, nutricionista y farmacéutica, no existe ninguna duda: «la piel es un reflejo de lo que ocurre dentro del cuerpo y la nutrición juega un papel clave en su salud». Por lo que, según la también fundadora de Nutt en Valencia, una dieta rica en frutas, verduras, grasas saludables y una adecuada hidratación, «puede ayudar a mantener una piel luminosa, elástica y protegida frente al envejecimiento prematuro y los posibles daños ambientales».

Skincare_comestible_vibeofbeauty
Los antioxidantes deben ser biodisponibles para llegar a la piel en su forma activa. Pexels.

Por su parte, la Dra. Victoria Núñez, especialista en medicina estética facial, admite que hay algo verdad y de mentira en esa afirmación. «Una ‘receta comestible’ no puede considerarse un sustituto real de una rutina de cuidado de la piel», asegura. Sin embargo, sí que puede contribuir a mejorar su salid, siempre que esté «bien pensada» y contenga «antioxidantes que sean biodisponibles y capaces de llegar a la piel en su forma activa», comenta.

Y ahí está la clave. No todo lo que comemos llega íntegramente a la piel. «Para que un ingrediente consumido tenga impacto en nuestra piel, deben confluir dos factores. En primer lugar, el tipo de antioxidante y su relevancia para la piel, así como la cantidad presente en el alimento. En segundo lugar, la biodisponibilidad, es decir, cuánto del antioxidante sobrevive al proceso digestivo y es absorbido de manera efectiva», señala la doctora. Lo importante es no dejarse deslumbrar por las fotos coloridas de Instagram. Como garantiza Núñez, «la mayoría de los ingredientes que se hacen virales en redes sociales lo hacen más porque estéticamente quedan bien, pero no por su eficacia real en la piel».

Antioxidantes y vitaminas para mejorar nuestra salud (por dentro y por fuera)

Skincare_comestible_vibeofbeauty
Una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales es clave para la salud de la piel. Pexels.

Entonces, ¿qué debemos tener en cuenta si queremos diseñar nuestro propio menú beauty friendly? Escorihuela lo tiene claro: vitamina C (presente en kiwi, papaya, pimientos), vitamina E (en frutos secos y semillas), betacarotenos (como los de la zanahoria o calabaza), polifenoles (frutas del bosque, cacao, aceite de oliva virgen) y minerales como el zinc y el selenio. ¿El consejo profesional? Para que su acción sea más potente se recomienda dar un golpe de calor a las verduras. «Esto hace que se rompan las paredes celulares de las verduras, liberando mejor los betacarotenos y facilitando su absorción y si además las acompañamos con un chorrito de aceite de oliva extra virgen esta absorción será mayor».

Eso sí, también hay que tener cuidado con cómo cocinamos y combinamos los ingredientes. «La vitamina C es sensible al calor, la luz y el oxígeno, por lo que se recomienda evitar cocciones prolongadas o temperaturas muy altas. Lo ideal para conservar al máximo su aporte nutricional sería consumirlas en crudo o con técnicas de cocción menos agresivas como al vapor o papillote», garantiza la nutricionista.

La «ensalada retinol» a prueba (según una nutricionista)

Entonces, ¿nos comemos la ensalada o no? La respuesta es sí, pero con criterio. Puede ser un complemento sabroso y saludable a nuestra rutina de cuidado, pero no un sustituto. En palabras de Elisa Escorihuela, «es una receta fresca, divertida y fácil, perfecta para estos días en los que hace tanto calor y encima nos aporta ese toque extra de betacarotenos que necesitamos». A la pregunta de si añadiría algo, la respuesta es sí: «yo en este caso siempre daría un toque de calor a las zanahorias porque de esta manera aumentaremos la disponibilidad de los mismos, su efecto antioxidante y protector celular».

¿Quieres hacerte verano esta ensalada antioxidante? Sigue el paso a paso de la nutricionista y chef Marta Verona, solo necesitas: 2 zanahorias grandes o 3 medianas, el tallo de una cebolleta y semillas de sésamo al gusto. ¿Y para el aliño? ¡Apunta!

  • 2 cucharadas de salsa de soja.
  • 1 cucharada de aceite de sésamo.
  • 1 cucharada sopera de vinagre de manzana.
  • 1/2 cucharadita de miel

Así que ya sabes: que tu rutina de belleza no solo se limite al baño. Quizá tu skincare empieza en la cocina.

Contenidos Recientes

Follow Us

Contenidos Populares

Buscar