Es muy posible que antes de un examen, de un evento importante o en una época de mucho estrés en el trabajo te hayan salido granitos o que notes la piel más sensible hasta el punto de sentir dolor. Incluso puede que te hayan aparecido manchas en la cara que, hasta el momento, no existían. ¿A qué se debe? Al estrés y a la ansiedad. La piel no es más que un reflejo de nuestro interior. Así lo dice la psicodermatología. ¿Habías oído hablar alguna vez de ella? Para eso estamos en este artículo y, con la ayuda de cosmetólogas y expertas en belleza, te vamos a contar cuál es la relación entre la piel y la mente.
¿Qué es la psicodermatología?
La psicodermatología se trata de disciplina médica que analiza la conexión entre la mente y la piel. «A través de psicodermatología se estudia cómo los factores psicológicos como el estrés y la ansiedad pueden afectar la salud de la piel y cómo las afecciones cutáneas pueden, a su vez, influir en el bienestar mental», explica Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD.
«La piel y el sistema nervioso están íntimamente relacionados desde el desarrollo embrionario», dice Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8. Y precisamente por esa razón las emociones pueden tener un impacto directo en la salud de nuestra piel. «El estrés y la ansiedad, en particular, juegan un papel crucial en esta interacción», agrega la directora dermocosmética de Medik8.
¿Cómo siente tu piel el estrés y la ansiedad?
Ante situaciones de mucha tensión, nuestro cuerpo reacciona y, aunque al principio no se aprecie, todo se desencadena porque la piel se inflama. Sí, como lo lees. «El estrés es un proceso inflamatorio que afecta profundamente a la piel. Cuando una persona experimenta tanta tensión, su sistema nervioso se altera y libera neuropéptidos, que actúan como neurotransmisores. Estos neuropéptidos envían señales al sistema inmunitario, desencadenando una respuesta inflamatoria que puede manifestarse de varias formas a nivel de piel», nos adelanta Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour.
Cuando la piel se inflama, «la función barrera de la piel se altera, se vuelve más permeable y vulnerable a irritantes externos. Además, el cortisol, la hormona del estrés, aumenta la actividad de las glándulas sebáceas, lo que proporciona un entorno ideal para las bacterias del acné y puede llevar a brotes», detalla Lara González, cosmetóloga en Byoode.
En los momentos de estrés, la piel puede responder con hiperpigmentación. «Precisamente por esa razón, nos pueden aparecer manchas debido a la inflamación, que lleva a la producción excesiva de melanina», añade Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza.
De hecho, durante el confinamiento, a pesar de que no podíamos salir de casa, muchas personas notaron cómo le salían manchas y no entendían por qué. Esa es la respuesta. Además, «el estrés incrementa la producción de radicales libres, lo que conduce a un envejecimiento prematuro de la piel», apostilla Natalia Abellán, directora dermocosmética de Rosalique.
El estrés afecta profundamente la piel, provocando inflamación, brotes de acné, manchas y acelerando el envejecimiento prematuro. El cortisol aumenta la producción de sebo y la inflamación genera hiperpigmentación. Además, este ciclo negativo también impacta emocionalmente, mientras que una piel bien cuidada mejora el ánimo y libera hormonas del bienestar.
Productos que desestresan la piel
Los cosméticos, la aromaterapia y los nutricosméticos pueden jugar un papel crucial en romper el ciclo del estrés y la piel inflamada. «Mantener el equilibrio del microbioma cutáneo con probióticos es esencial, ya que un microbioma saludable actúa como una barrera protectora y mejora la salud en general», comenta Sole Urrutia, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme.
A esta lista también se le suman ingredientes, entre ellos, «los hongos y las setas, que son adaptógenos, es decir, relajan el sistema nervioso y mejoran tanto la salud de la piel como el bienestar emocional, pueden ser unos grandes aliados», apunta Lara González, de Byoode.
Skin Clear Biome, de Advanced Nutrition Programme. Este suplemento para la piel incluye los probióticos concretos para tratar pieles con problemáticas como el acné o la rosácea. Equilibra el microbioma para que la piel se estabilice y actúe adecuadamente.
Coezima Q10 de Nutrikos. Este suplemento está basado en la coenzima Q10, un antioxidante que el cuerpo produce de forma natural, y cuyos valores se reducen con el paso del tiempo.
Ambari Complex4 Hydrator Cream. Reafirma e hidrata con setas shitake y maitake, ácido hialurónico, ceramidas y péptidos. Cuenta también con efecto antioxidante, que favorece la producción de colágeno.
Perricone MD Essential Fx Acyl-Glutathione Intensive Overnight. Consigue disminuir arrugas, marcas de expresión, nutrir en profundidad y aportar la hidratación que necesita para reforzar su barrera hidrolipídica gracias a la combinación de vitamina F de los aceites de semilla de linaza, chía y macadamia.
Hyaluronic & Okra Allegory de Byoode. Sérum altamente hidratante y calmante rico en Madecassoside (centella asiática) y en Ácido Hialurónico de triple peso molecular y extracto de Okra, un poderoso suavizante de la piel con efecto cicatrizante, humectante y calmante.
Leche de Azulene de Integra. Leche desmaquillante fluida y refrescante especialmente indicada para la piel más delicada. Permite eliminar las impurezas respetando la barrera protectora cutánea. Formulada con extracto de manzanilla.