A pesar del pensamiento general de que la moda y la belleza son industrias superficiales y anodinas, muchas veces, detrás de un simple gesto o una tendencia en alza se esconde algo más. ¿Quién iba a decir que el largo de una falda podría ser un indicador de la economía mundial? ¿O que el aumento de venta de labiales rojos es señal de recesión? Pues efectivamente, el economista George Tylor teorizaba que durante épocas de prosperidad las faldas tendían a acortarse, mientras que en recesión la moda se volvía más conservadora y cómoda, y las faldas se alargaban. Lo mismo ocurría con los labios rojos, un fenómeno que dio pie al llamado lipstick effect, visible en momentos clave como el crack del 29. ¿La razón? Cuando el lujo se vuelve inaccesible, se busca consuelo en pequeños placeres más asequibles.
De la sobriedad de la clean girl al caos meditado de la messy girl
Pero, ¿qué tiene que ver esto con el título que nos ocupa hoy? Pues que en los últimos años hemos vivido una situación similar con la fiebre del clean look. Los maquillajes minimalistas y los moños pulidos se convirtieron en símbolos de sobriedad: un movimiento silencioso con el que la sociedad manifestaba su anhelo de calma y control. Una estética que comunicaba estabilidad, orden y autocuidado. Sin embargo, toda tendencia genera su contracorriente, y a la eterna clean girl le ha surgido un rival inesperado: la messy girl.

Las nuevas generaciones han encontrado en esta estética desordenada y aparentemente cansada —muy diferente del effortless parisino— una forma de expresión más auténtica. Un estilo que celebra la imperfección y el caos cotidiano, que abandona la búsqueda de perfección en favor de la individualidad y, sobre todo, la vulnerabilidad. Una revolución estética que ya se anunciaba con tendencias como el Soft Goth, defendida por Jenna Ortega, y que el maquillador Miguel Bling ya anticipaba en otro de nuestros artículos.
De Charli XCX a Effy Stonem (Skins): el smokey eyes de la chica alternativa
¿Y por qué hablamos de cansancio? La hiperconectividad, el estado de alerta constante y la presión por la productividad han hecho que la Generación Z abrace el agotamiento como parte de su identidad. Aunque Miércoles Addams no fue la primera en lucir un delineado negro intenso, su estética ha inspirado a muchas centennials. Billie Eilish o Charli XCX, iconos indiscutibles de las belleza alternativa, representan ese tipo de belleza que ya vimos en los 2000: la chica Tumblr de mirada intensa, aire melancólico y raya de ojos siempre a mano —mucho antes de que la fiebre del blush blindness llegara a nuestras vidas—.

Alexa Chung, Kate Moss o Sienna Miller fueron musas de aquella corriente, pero si hay un maquillaje de ojos que sigue siendo objeto de culto, es el de Effy Stonem, la musa indie de la serie británica Skins e interpretada por Kaya Scodelario. Sus smokey eyes imperfectos y su destreza con el lápiz negro, azul metálico o verde jade siguen marcando tendencia a día de hoy.
Las pasarelas también se han contagiado de esta revolución beauty y firmas como McQueen, Vivienne Westwood o Blumarine han apostado por la mirada oscura y la máscara corrida, evocando lágrimas y hasta sudor. Mientras que en el clean girl makeup reina la homogeneidad, la era messy abraza la variación, la textura y la emoción. Aires góticos, guiños grunge, rastros de fatiga o nostalgia noventera conforman una nueva iconografía rebelde.
Cómo recrear unos ojos messy con raya de ojos negra
- Traza y oscurece la mirada: empieza por definir la línea de agua, tanto superior como inferior, con un lápiz negro cremoso. Este gesto crea una mirada más intensa y envolvente, con ese punto misterioso que caracteriza al look messy.
- Dibuja sin miedo (y luego estropea un poco): con el mismo lápiz, marca un delineado sobre las pestañas superiores. No busques la perfección: aquí lo interesante es romper las reglas. Difumina el trazo con la yema del dedo o con un pincel pequeño hasta que el borde se vea algo borroso, como si el maquillaje llevara horas puesto. Esa imperfección es justo lo que aporta el encanto grunge del look.
- Intensifica y eleva: aplica una sombra negra o gris oscura en el párpado móvil, fundiéndola suavemente hacia el exterior. Termina con varias capas de máscara para conseguir volumen y un acabado algo irregular. Si quieres ir un paso más allá, añade algunas pestañas postizas en los extremos: el toque final entre lo desgastado y lo seductor.

Super Nudes Duo Liner de Charlotte Tilbury. Este dúo de delineadores en negro y nude te permite jugar con el contraste de luces y sombras para lograr una mirada felina y magnética.

Lápiz de ojos profesional Master Pigment Pro Pencil de Makeup By Mario. Disponible en siete colores, pero si quieres recrear el maquillaje del personaje de Effy, te recomendamos utilizar el Midnight Blue

Lápiz de ojos Waterproof en un color verde jade (105) de Deliplus para una messy makeup inspirado en messy girls como Billie Eilish o Charli XCX,
Y tú, ¿con cuál te quedas? ¿Será este el fin de la clean girl o solo el comienzo de una nueva etapa más real y caótica?


