Cuando pensamos en frenar el paso del tiempo, lo primero que nos viene a la cabeza son cremas, sérums y tratamientos antiedad –y, ojo, son muy importantes–. Pero la historia de María Branyas demuestra que el verdadero elixir de juventud podría estar mucho más cerca de tu plato que de tu tocador. Tras su fallecimiento, el Dr. Manel Esteller, jefe del Grupo de Epigenética del Instituto Josep Carreras y catedrático de Genética en la Universidad de Barcelona, analizó el organismo de María y descubrió un hallazgo sorprendente: «Tenía la microbiota de un niño». Una pista clara de que lo que comemos y cómo cuidamos nuestro interior puede reflejarse directamente en nuestra piel y en nuestra vitalidad.
Siempre se nos insiste mucho, pero María Branyas es testigo de que es verdad: una dieta saludable, una vida tranquila y una microbiota como la de un niño son su contraseña. «A veces, una alimentación correcta puede llegar mucho más lejos que el bótox», afirma Raquel González, cosmetóloga y creadora de Byoode.
La dieta mediterránea, un aliado antiedad
La alimentación de María Branyas seguía un patrón muy definido. El Dr. Josep Carreras explica: «Seguía una dieta mediterránea y tomaba muchos yogures, los cuales hacen que crezca un tipo de bacterias que son sobre todo antiinflamatorias. Y ya se sabe que evitar la inflamación puede ayudar a prevenir un número importante de enfermedades». Además, el Dr. Nicholas Perricone complementa: «Se puede incrementar una media de diez años la esperanza de vida con una dieta equilibrada».

Por el contrario, ciertos hábitos y alimentos favorecen la inflamación y aceleran el envejecimiento. «Aquellos elementos proinflamatorios como el alcohol o el tabaco y alimentos que elevan los niveles de azúcar en sangre y producen glicación, como los ultraprocesados, los dulces, zumos, las harinas…», advierte Mireia Fernández, directora dermocosmética de Perricone MD. En cambio, Marta Agustí, directora nutricional de Advanced Nutrition Programme, señala que «pescados azules, verduras de hoja verde, frutas rica en fibra o los lácteos fermentados son base para evitar esa inflamación». Así, cuidar lo que comemos puede convertirse en el mejor tratamiento antiedad posible.
Gut Skincare: cuidar la piel desde el intestino
El concepto de Gut Skincare o Gut Wellness se basa en una premisa clara: la salud de la piel depende en gran medida de lo que ocurre en el intestino, considerado nuestro «segundo cerebro». Marta Agustí explica cómo aplicarlo: «Compaginar en tu rutina ciertos suplementos nutricionales con una rutina de cuidado de la piel. Es la manera de cuidar a nivel integral, ya que el 70 % de nuestra piel viene de cómo estamos por dentro y el otro 30 %, del cuidado tópico».
Por su parte, Raquel González aporta la visión práctica: «Con un estilo de vida que abogue por el control del estrés, una dieta antiinflamatoria y un equilibrio del microbioma por dentro y por fuera tenemos la receta básica para estar mejor más tiempo». Y añade que «no tiene sentido una prescripción de cuidado de la piel sin comprenderse a nivel integral, teniendo en cuenta piezas como la alimentación o el estilo de vida».
¿Cómo integrarla en tu rutina?
Incorporar Gut Skincare a tu día a día no significa complicarte la vida, sino elegir hábitos conscientes y sostenibles. Apuesta por una alimentación antiinflamatoria formada por yogures fermentados, pescados azules, verduras de hoja verde y frutas con fibra. Evita ultraprocesados, azúcares refinados y alcohol. También es crucial apostar por buenos suplementos y un cuidado de la piel riguroso y efectivo. Esto pasa por combinar nutricosmética con productos de skincare adaptados a cada tipo de piel, con antioxidantes y nutrientes que potencien la barrera cutánea.
Y, por supuesto, los expertos recomiendan llevar un estilo de vida equilibrado. Es decir, intentar, en la medida de lo posible, controlar el estrés, descansar y moverse. Estos son factores clave que influyen directamente en la salud de la piel y el microbioma. La idea es cuidar el organismo desde dentro para que la piel refleje ese equilibrio. La combinación de alimentación, suplementación y hábitos saludables permite vivir no solo más años, sino con más calidad de vida, luciendo una piel radiante y un cuerpo lleno de vitalidad.
Alimentación y hábitos: el secreto de la longevidad
María Branyas nos enseña que la juventud no es solo genética: es un resultado integral de dieta, cuidado interno y estilo de vida. Su ejemplo demuestra que podemos influir en nuestra piel y bienestar mediante elecciones conscientes y sostenibles. Siguiendo la filosofía Gut Skincare, es posible sentirte y verte hasta 10 años más joven. Como recuerda Raquel González: «A veces, una alimentación correcta puede llegar mucho más lejos que el bótox».
Productos recomendados para una buena rutina de skincare

Barrier Repair Nourishing Moisturizer de Perricone MD. Con una textura rica, es ultrareparadora e hidratante y está formulada para reducir visiblemente las rojeces y proteger la barrera natural de hidratación de la piel. Deja la piel más sensible con una sensación saludable, acondicionada y calmada.

Skin Youth Biome, de Advanced Nutrition Programme. Es un complejo probiótico seleccionado para tratar el declive de la piel y resolver los signos de la edad. La sinergia de la tecnología microbiana de seis bacterias beneficiosas para la piel, incluye dos nuevos compuestos y vitamina C.

Nopal & Kombucha Metaphor de Byoode. Es una esencia facial bifásica que protege, calma y rejuvenece la piel. Contiene extractos de Kombucha, Nopal y Cacao Theobroma, además de probióticos y ácido hialurónico, que fortalecen la barrera cutánea para una piel más saludable.

Retinol One Million de SkinClinic. Es un booster ideal para combinar con tu crema de noche y potenciar sus efectos, así como para cubrir necesidades puntuales de la piel. Su uso diario atenúa las arrugas y proporciona luminosidad, firmeza y elasticidad. Contiene retinol y vitamina E.