Desde hace tiempo en VIBE se han publicado diversos posts sobre cómo entrenar en el gimnasio para obtener buenos resultados. Gyrotonic, Pilates Reformer o el entrenamiento con fuerza ya han sido protagonistas en la web a través de centros y profesionales especializados en la materia. Sin embargo y respecto a la última opción, parece que ha surgido un debate viral al respecto. ¿El concepto que lo protagoniza? La fuerza suave.
¿Entrenar con poco peso y muchas repeticiones es lo más recomendable? Parece ser que la ciencia así lo confirma. Y miles de usuarias en 96 países que buscan entrenar a su propio ritmo y con disfrute también. Durante años, el entrenamiento de fuerza femenino ha estado asociado a levantar mucho peso y poner esa cara de «no puedo, pero quiero» tan habitual. Todo esto parece estar cambiando… y las cervicales, sin duda, lo agradecen. Por ello, VIBE se ha puesto en contacto con una experta en la materia que disipe dudas sobre cómo entrenar del modo más saludable cuando se acude al gym semanalmente.
Una combinación (eficaz) de varias disciplinas
Mancuernas de 2 kilos, tobilleras discretas y repeticiones que parecen inofensivas… hasta que arden. El entrenamiento con pesos ligeros y técnica impecable se impone. Y la app de bienestar Swan by Carolina lo lleva a su máxima expresión. Su fundadora, Carolina López-Tejero, ha convertido la combinación de la calistenia, los accesorios ligeros y la repetición controlada en un método elegante, eficaz y con menos riesgos.

El ejercicio físico en cuestión es deal para tonificar, ganar resistencia muscular y mantener la salud ósea sin agotarse en el intento. Y en su ADN se encuentra la combinación de las siguientes disciplinas:
- Calistenia: activa la musculatura con el propio peso corporal, mejorando control y conciencia.
- Ballet: aporta alineación, elegancia y fuerza desde el centro.
- Pilates: fortalece el core y entrena desde la respiración.
- Yoga: suma enfoque mental, equilibrio y elongación.
A todo ello se añaden pesos ligeros para poder realizar muchas repeticiones, mediante mancuernas de 1 a 3 kg y tobilleras sutiles que actúan como intensificadores que no sobrecargan, pero sí transforman. Todo está pensado al milímetro: las secuencias fluyen al ritmo de la música, el esfuerzo es sostenido y el cuerpo se fortalece sin forzarlo. ¿El resultado? Músculos que trabajan en profundidad, articulaciones que descansan y una sensación de bienestar real.
Cómo entrenar más… sin temor a las lesiones
Las rutinas de Swan by Carolina implican todo el cuerpo y se pueden realizar varias veces a la semana. Pero… ¿por qué funciona realmente bien este tipo de entrenamiento con fuerza suave? Te damos tres razones:
- Se fortalece y tonifica el cuerpo sin agresividad: cargas ligeras (menos del 60 % del 1RM) y más de 15 repeticiones mejoran la resistencia muscular sin forzar las articulaciones.
- Se gana músculo sin levantar «hierros»: hay estudios que demuestran que este tipo de trabajo genera hipertrofia similar al entrenamiento con pesos medios, siempre que se mantenga el volumen. Además, una nutrición adecuada y enfocada al objetivo es también clave.
- Menos riesgo físico, más constancia: el impacto sobre el sistema nervioso y las articulaciones es menor, lo que permite entrenar con frecuencia, sin lesionarse ni quemarse.
Por su parte, el ámbito fisioterapéutico ha emitido su propio veredicto… y coincide con lo que todo el cuerpo transmite al día siguiente de entrenar con fuerza suave. Su opinión se centra, de nuevo, en tres aspectos a destacar:
- Trabajar al fallo muscular con peso ligero genera efectos comparables a levantar cargas medias o altas.
- Mejora la resistencia muscular, la coordinación y permite sesiones más frecuentes sin fatiga acumulada.
- Y es especialmente recomendable para mujeres en etapas como la menopausia, donde proteger huesos y músculo es esencial.
¿Se trata de fuerza suave? Sí. ¿Pero exige? También
En una sesión Swan, una misma secuencia puede implicar glúteos, piernas, abdomen, brazos y espalda. Patadas con tobilleras, círculos de brazos con mancuernas y posturas sostenidas con precisión milimétrica forman parte del repertorio. Todo fluye, todo quema, todo parece más fácil de lo que es. Hasta que lo pruebas.

Este tipo de entrenamiento con fuerza suave reivindica una forma de ejercitar el cuerpo que se siente más como un autocuidado que como un castigo. La música siempre acompaña. El cuerpo se alinea. Y al terminar, en lugar de necesitar una camilla de fisioterapia, solo necesitas un poco de agua con limón. El objetivo final es esculpir el cuerpo con elegancia y sin la agresividad del fitness convencional. Por eso apuesta por el movimiento consciente y por la conexión cuerpo-mente, con sesiones de bajo impacto, alta efectividad y resultados visibles que van más allá de lo estético.