El verano no es excusa para dejar de moverse, pero tampoco para machacarse haciendo ejercicio. Entre terrazas, viajes y siestas eternas, mantenerse activa puede parecer misión imposible. Pero aquí va la buena noticia: no necesitas horas de gimnasio ni rutinas imposibles para sentirte bien en tu cuerpo. Solo un poco de constancia, ganas de cuidarte y, por qué no, una esterilla. Apunta estos ejercicios de pilates para seguir activa este verano.
Pilates, mon amour
El pilates es una disciplina que se ha puesto muy de moda en los últimos años y que puede ser una aliada fantástica en verano. Este método, creado por Joseph Pilates, es una forma de ejercicio que combina fuerza, control, respiración y conciencia corporal. ¿La clave? Moverte desde el centro (tu «core») para fortalecer todo el cuerpo sin esfuerzo.
En una clase de pilates no hay saltos ni prisas. Todo se hace con intención: cada movimiento es preciso, fluido y conectado con la respiración. Trabajas músculos profundos, mejoras la postura, ganas flexibilidad y, de paso, te llevas una buena dosis de calma mental.
Lo mejor es que se adapta a ti: puedes practicarlo en colchoneta/esterilla o con máquinas, en casa o en un estudio, y a cualquier edad. «El Pilates no solo transforma tu cuerpo, también mejora tu respiración, concentración y coordinación. En pocas semanas puedes notar más fuerza, control y energía», explica Laura Cabral, licenciada en Educación Física, entrenadora personal y directora técnica de Corpora Pilates.
Beneficios del pilates
Practicar regularmente pilates es un auténtico salvavidas para cuerpo y mente. Y en verano, cuando nuestro ritmo cambia y el cuerpo pide más ligereza, se convierte en una opción perfecta. ¿Por qué?
- Fortalece desde dentro: El Pilates trabaja el core —ese centro mágico que incluye abdomen, espalda baja y suelo pélvico—, lo que mejora tu postura, tu equilibrio y tu fuerza funcional. ¿Resultado? Te mueves mejor, te sientes más ágil y evitas lesiones tontas.
- Mejora la flexibilidad sin forzar: A través de movimientos suaves y controlados, vas ganando elasticidad sin darte cuenta. Perfecto para contrarrestar las malas posturas de la tumbona o el sofá veraniego.
- Alivia tensiones y dolores: ¿Espalda cargada? ¿Cuello rígido? El pilates es como un masaje en movimiento. Ayuda a liberar tensiones acumuladas y a prevenir molestias típicas de estar muchas horas sentada o con el móvil en la mano.
- Activa sin agotar: A diferencia de otros entrenamientos más intensos, el pilates no te deja sin aliento. Es exigente, sí, pero amable con tus articulaciones. Ideal para los días de calor en los que no apetece sudar a lo loco.
- Conecta contigo: La respiración consciente, la concentración y el control corporal hacen que cada sesión sea también un momento de pausa mental. Es como meditar en movimiento.
- Se adapta a ti: Puedes practicarlo en casa, en el estudio, en la playa o donde te apetezca. Con o sin material. Y con rutinas cortas de 20-30 minutos ya notas los efectos.
5 ejercicios de pilates para verano
¿Lista para sentirte más fuerte, más erguida y con el cuerpo en armonía? Esta mini rutina, diseñada por la entrenadora Laura Cabral, va a ser tu aliada perfecta para activar el core, mejorar la movilidad y reconectar con tu cuerpo este verano. Solo necesitas una esterilla, ropa cómoda y unos minutos al día. ¿Vamos?
- Desenrolla tu columna («Roll Down»): Ponte de pie, con los pies paralelos y la espalda larga como si te estiraran desde la coronilla. Inhala profundo y, al exhalar, deja caer la cabeza suavemente hacia el pecho. Desde ahí, ve bajando vértebra a vértebra, como si tu columna fuera una cadena que se suelta poco a poco. No dobles las rodillas ni muevas la pelvis. Para volver, activa el abdomen y sube lentamente, reconstruyendo tu postura desde la base. Hazlo 5 o 6 veces. Es un mimo para tu espalda y un gran estiramiento para todo el cuerpo.
- Alarga y respira («Spine Stretch»): Siéntate con las piernas estiradas al frente, pies en flex y espalda bien erguida. Brazos al frente, paralelos al suelo. Inhala y, al exhalar, comienza a redondear el torso hacia adelante, como si quisieras abrazar una pelota gigante. Siente cómo se alarga tu columna y se activa el abdomen. Vuelve despacio, vértebra a vértebra. Este ejercicio es ideal para liberar tensiones y mejorar la postura.
Activa tu core
- Activa tu centro («Chest Lift»): Túmbate boca arriba, piernas flexionadas y pies apoyados. Brazos a los lados del cuerpo. Inhala y, al exhalar, eleva la cabeza, el cuello y la parte alta del tronco, como si quisieras mirar tu ombligo. Mantén unos segundos, con el abdomen bien activo, y baja con control. Es un clásico de Pilates que fortalece el core y mejora el control postural.
- Estabilidad en movimiento («Leg Pull Front»): Colócate a cuatro patas, con las manos bajo los hombros y las rodillas bajo las caderas. Inhala y, al exhalar, estira una pierna hacia atrás, manteniendo el resto del cuerpo completamente estable. Vuelve y cambia de pierna. Hazlo con control, sin que la pelvis se mueva. Este ejercicio trabaja fuerza, equilibrio y conciencia corporal.
- Eleva y articula («Puente»): Acostada boca arriba, flexiona las rodillas y apoya bien los pies. Inhala y, al exhalar, eleva la pelvis poco a poco, vértebra a vértebra, hasta formar una línea desde las rodillas hasta los hombros. Mantén unos segundos y baja lentamente. Activa glúteos, abdomen y libera la zona lumbar. Un básico que nunca falla.
¿El resultado con estos ejercicios de pilates en verano? Conseguimos un cuerpo más fuerte, una postura más elegante y una sensación de bienestar que se nota por dentro y por fuera. Y eso, en verano (y siempre), es un regalo.
