Desde saltarse el protector solar hasta irnos a la cama sin retirar el maquillaje, los errores que cometemos habitualmente en nuestra rutina de belleza pueden tener efectos en el estado y la salud de nuestra piel. La farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia, nos da las claves para corregirlos.

Cuidado de la piel: 4 errores habituales que cometemos, según una experta

No podemos volver atrás, desafortunadamente. Pero los errores del pasado se pueden corregir en el presente. Por ello, desde VIBE hemos contactado con Belén Acero, experta en dermofarmacia, para analizar los errores más comunes a la hora de cuidarnos la piel. Y es que nunca es demasiado tarde para comenzar a cuidarse. 

1. Escoger un producto que no sea adecuado para el tipo de piel       

«No todos los cosméticos funcionan en cualquier piel. Conocer la nuestra y sus necesidades es esencial para escoger los productos adecuados. Por ejemplo, la piel mixta y la grasa necesitan productos específicos que ayuden a regular el exceso de sebo, pero sin deshidratar. En ocasiones, se abusa de elaboraciones demasiado agresivas, que terminan por resecar la piel. Sin embargo, las pieles secas se caracterizan por una falta de lípidos, es decir, grasa, lo que significa que a la piel seca no le falta agua. Recomiendo una rutina facial rica en lípidos, que reparen y nutran la piel. Utilizar limpiadores faciales suaves y nada astringentes es crucial para mantener una tez sana. Muchas veces, estas pieles prefieren los limpiadores en formato leche».

2. No utilizar protección solar de amplio espectro durante todo el año

Todos los expertos coinciden en algo: hay que utilizar protección solar a diario, independientemente de la estación en la que nos encontremos. De hecho, la crema solar es el arma más poderosa contra el envejecimiento prematuro, la prevención de manchas y la salud de la piel. Recuerda utilizar una crema que proteja también de la luz azul de las pantallas.

3. Saltarse la limpieza facial o no hacerla correctamente

«Toda rutina de belleza que se precie comienza con una buena higiene facial. De hecho, es el paso más importante. Hay que limpiar la cara a diario, mañana y noche, con productos adecuados y, preferiblemente, usando una toalla exclusiva para ello. Además, no es recomendable irse a dormir sin retirar el maquillaje, lo que provocaría una obstrucción de los poros y, en consecuencia, un posible brote de acné».

4. Aplicar una cantidad excesiva de producto y sobresaturar la piel

Se trata del llamado overbooking cosmético. La efectividad y los beneficios de los cosméticos no se multiplican si los aplicamos en mayor cantidad. De hecho, quizá suceda todo lo contrario: podemos saturar la piel y que aparezca el acné cosmético.