Siempre estamos en la búsqueda de una crema hidratante facial perfecta para las necesidades de nuestra piel. La industria cosmética está constantemente en búsqueda de lo mejor para la piel, innova para ofrecer productos que se adapten a nuestra rutina cosmética. Es muy importante el contenido y el tratamiento, las fórmulas y los ingredientes clave. Pero, sin duda alguna, todos estos cosméticos tienen que ser fáciles de aplicar para que nos sintamos cómodas.
Siempre hemos dicho que las texturas son esenciales para que ponernos cualquier producto sobre la piel sea algo apetecible y no una pesadilla o un gesto que nos da pereza suprema. Ya bastante tenemos con, todas las noches y muertas de sueño, limpiarnos la piel, desmaquillarnos y resistir a la tentación de tirar de una toallita desmaquillante (esto nunca jamás, por favor).
Por eso vamos a facilitarte la tarea porque, más allá de la pereza que nos dé, las texturas sí son importantes en cuanto a la deshidratación de la piel. No nos olvidemos de algo importante, el estado de la piel varía y está en constante cambio, tenemos que evaluarla depende del momento.
Piel deshidratada y seca
No es lo mismo, porque la deshidratación es una circunstancia de base, el agua total que retiene la piel y no tiene mucho que ver con su apariencia. De hecho, es perfectamente real una piel deshidratada con textura grasa y granitos, precisamente para protegerse de esa deshidratación, el cuerpo genera más grasa de lo habitual. Y las pieles secas tienen falta de agua, sobre todo en las capas más superficiales. Ambas tienen una falta de agua, a diferentes niveles y ahí es donde necesitamos encontrar la crema hidratante facial que haga check sobre todas nuestras necesidades.
Piel grasa
Tenemos que hidratar esta piel y no huir de cremas o de aceites, sí, has leído bien. Mucha gente tiene miedo a hacerlo y esto hace que, de nuevo, se produzca todavía más sebo para protegerla de las agresiones externas y equilibrarse. Las pieles grasas y acneicas necesitan limpieza, hidratación y protección solar, solo tenemos que echarle un ojo a las texturas.
Sabiendo esto, ¿qué crema hidratante elegimos entonces?
Cremas humectantes
Son aquellas que ayudan a la piel a retener su propia hidratación, son ligeras y suelen tener componentes como glicerina y ácido hialurónico. Estas serían perfectas para las pieles más grasas porque son más ligeras y se absorben mejor, por otro lado, no dejan esa sensación untuosa en la cara y eso será algo a valorar por las que sufren de exceso de sebo. La crema hidratante facial de textura ligera Prevent es un buen ejemplo de ello.
Crema de textura ligera ‘Prevent’ de Deliplus
Cremas oclusivas
Forman una barrera protectora de la piel, son espesas o aceitosas en algunas ocasiones. Suelen tener manteca de karité, ceras o lanolina en su fórmula, más indicadas para pieles muy secas. Un ejemplo de este tipo de cremas hidrantantes es la Cicaplast de La Roche-Posay.
Cicaplast Baume B5+ de La Roche Posay
Cremas emolientes
Se centran en la reparación de la barrera de la piel, dejándola suave y flexible. Tienen una consistencia cremosa y suelen presentar en su fórmula aceites vegetales y vitamina E. Revitaliza & Reestructura de Sisbela es una maravillosa crema emoliente y revitalizante crema emoliente. Un clásico entre las cremas hidratantes de cara.
Crema Revitaliza & Reestructura de Sisbela Reafirm
Lo ideal para las pieles que no son muy grasas ni muy secas y están, por lo general hidratadas desde el interior, sería conseguir una crema que reuniese las tres categorías. Pero, como ya se sabe, cada piel es un mundo… y tienes que llegar hasta la crema hidratante facial para cumplir con todas tus expectativas.