Realizar una correcta limpieza facial es un gesto importantísimo pero ¿sabes cómo hacerlo correctamente? El orden, los productos y la técnica que utilices van a marcar la diferencia para lucir una piel radiante y libre de impurezas.
¿Qué es la doble limpieza?
Seguramente habrás oído hablar de la doble limpieza facial. ¿Realmente es necesario limpiar dos veces el rostro? “Es necesario porque nuestra piel tiene dos tipos de suciedades, por así decirlo. Una suciedad de tipo más oleosa, como la de las bases de maquillaje o los filtros solares, y otra más afín a un limpiador acuoso, como puede ser el polvo. Debemos usar dos limpiadores porque es de esta forma será como conseguiremos eliminar ambos tipos de suciedad. Si no lo hacemos así, seguramente nuestro rostro se llene de impurezas. Por hacer un símil, sería como fregar un suelo sin antes haber barrido antes”, explica Raquel González, cosmetóloga y directora de formación de Perricone MD en España.
De esta manera, la doble limpieza nos asegura una piel impoluta, libre de impurezas y preparada para recibir el tratamiento que apliquemos a continuación, potenciándose así sus efectos.
La limpieza de la piel es fundamental para mantenerla sana y cuidada, y es aconsejable realizarla a diario. Leticia Carrera, directora del centro médico-estético Felicidad Carrera, recomienda “limpiar la piel dos veces al día. Por la mañana para eliminar sudor, grasa, células muertas y restos de cosméticos de la noche anterior. Y antes de acostarnos, para retirar el maquillaje, el polvo, la contaminación, los restos de cosméticos y todas las impurezas que se van depositando en nuestra piel a lo largo del día”. ¡No cometas el error de meterte en la cama sin desmaquillarte!
Cómo limpiar la piel correctamente
Es el paso más importante de la rutina facial y saltárselo puede traer consigo consecuencias tan poco deseables como alteraciones cutáneas, acné, comedones, sequedad, irritaciones, falta de luminosidad… ¿Cómo podemos realizar una limpieza profunda y adecuada? ¿Qué productos son los aconsejables y en qué orden?
Para el primer paso de la doble limpieza lo ideal sería utilizar un producto con base de aceite, leche limpiadora o agua micelar. Si utilizas un cosmético oleoso, bálsamo, aceite o leche limpiadora, aprovecha para masajear rostro y cuello con movimientos circulares suaves, y retíralo con una muselina o toalla humedecida o bien con discos de algodón humedecidos. El agua micelar puedes utilizarla directamente con un disco de algodón reutilizable deslizándolo con suavidad por la piel.
Bálsamo limpiador EVE LOM Cleanser
Aceite facial limpiador espumoso de Deliplus
Leche desmaquillante Galaée Confort de Lancôme
Para el segundo paso utiliza un producto de base acuosa, jabonoso. Deposita en tus manos tu limpiador suave y masajea suavemente la cara con movimientos circulares hasta que salga una ligera espuma. Esto no solo ayuda a limpiar la piel, también contribuye a activar la microcirculación y a oxigenar los tejidos. Aclara con agua tibia y seca la piel, a toquecitos y sin arrastrar, con una toalla limpia o un tissue. Carrera desaconseja lavar el rostro con agua demasiado fría o demasiado caliente porque ambas favorecen la deshidratación cutánea.
Mousse desmaquillante de Filorga
Gel limpiador de Deliplus
Gel limpiador con resinas tropicales de Sisley
Una vez limpio el rostro lo ideal es utilizar un tónico que completa la limpieza a modo de “tercer paso” y, a su vez, supone un primer paso para la hidratación de la piel. En eso punto ya solo nos quedaría aplicar nuestro tratamiento facial de día o de noche con la seguridad de que su eficacia será óptima gracias a tener una piel perfectamente limpia.
Ahora ya tienes todos los tips para realizar una limpieza facial perfecta y preparar la piel para lucir sana e impecable.