El sol nos aporta vitamina D, mejora el estado de ánimo, favorece el descanso e incluso puede reforzar el sistema inmunológico. Sus beneficios son indiscutibles, pero una exposición excesiva —especialmente en plenas olas de calor— entraña riesgos que no debemos olvidar. Si hace unas décadas el bronceado se perseguía sin reparar en las consecuencias, hoy la protección solar es un gesto casi automático en nuestra rutina. Las fórmulas con SPF (Sun Protection Factor) alto no solo nos protegen frente al fotoenvejecimiento prematuro de la piel, sino también de las quemaduras solares.
Porque, por muy cuidadosos que seamos, a veces no nos hemos reaplicado el protector solar las veces suficientes o hemos pasado horas de más en las franjas más intensas. Y entonces surge la pregunta: ¿cómo aliviar las quemaduras de sol y calmar la piel dañada? La doctora Trinidad Montero, dermatóloga del Grupo de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), nos da las claves para tratar y recuperar la piel tras una sobreexposición al sol.
¿Qué le ocurre a nuestra piel tras una quemadura solar?
«La quemadura solar es un tipo de quemadura térmica causada por radiación ultravioleta, que provoca daño directo al ADN de los queratinocitos, apoptosis celular y liberación de mediadores inflamatorios (prostaglandinas, histamina, bradiquinina, radicales libres…)», explica Montero. Este proceso puede llegar a ocasionar desde dolor leve y sensibilidad hasta, en los casos más graves, un dolor más intenso y aparición de ampollas.

Aunque lo habitual es tener una quemadura de primer o segundo grado, la también dermatóloga en el Hospital Universitario Virgen a de las Nieves de Granada advierte que existen cuatro tipos:
- Quemaduras de primer grado: afectan solo la capa más superficial de la piel (epidermis), y provocan enrojecimiento, sensibilidad y dolor leve, pero no aparecen ampollas. La piel se regenera sola en pocos días y no deja cicatriz.
- Quemaduras de segundo grado superficial: alcanzan la epidermis y la parte más superficial de la dermis, y se caracterizan por un dolor intenso, enrojecimiento, hinchazón y ampollas. Pueden dejar pequeñas marcas, aunque la piel suele recuperarse en 10 a 21 días.
- Quemaduras de segundo grado profundo: dañan la epidermis y capas más profundas de la dermis, pero el dolor suele ser menor por la afectación de las terminaciones nerviosas. La piel puede verse pálida y presentar ampollas grandes o heridas más profundas. La recuperación es más lenta y existe un mayor riesgo de cicatrices visibles.
- Quemaduras de tercer grado: afectan todo el grosor de la piel e incluso pueden llegar al tejido subcutáneo. La zona se ve seca, dura y sin sensibilidad debido al daño de los nervios. Requieren tratamiento médico especializado y, posiblemente, cirugía.
Qué hacer (y qué evitar) si tu piel se ha quemado
Cuando la piel muestra signos de quemadura solar, lo primero es «interrumpir inmediatamente la exposición solar y buscar sombra», señala la doctora Trinidad Montero. Después, «enfriar la zona con agua fresca (entre 15 y 20 °C) durante varios minutos o aplicar compresas frías y húmedas» ayuda a reducir el dolor y la inflamación. Hidratar con cremas emolientes sin perfumes ni alcohol y beber abundante agua para mantener una buena hidratación son otros pasos infalibles para acelerar el proceso.
Por el contrario, conviene evitar gestos que pueden empeorar la lesión: «no pinchar ni drenar ampollas o aplicar hielo directamente sobre la piel», ya que puede agravar la situación, «ni frotar con toallas o utilizar exfoliantes». Y, por supuesto, no volver a exponer la zona afectada al sol mientras siga inflamada, pues «la piel está más vulnerable y con barrera cutánea alterada», apunta la dermatóloga. ¿Cuánto tiempo puede durar? En el caso de quemaduras leves, la piel suele recuperarse en menos de una semana, aunque la descamación puede prolongarse algunos días más. Cuando aparecen ampollas, el proceso de curación se alarga y puede requerir incluso varias semanas hasta que la piel recupere por completo su aspecto y textura.
Sin perfumes ni alcohol: el aftersun que calma y protege la piel dañada
Una vez en casa, una ducha con agua fresca o templada puede ser una gran opción. Nunca optar por temperaturas extremas —como muy fría o muy caliente— ya que «puede dañar la piel y su función barrera, así como aumentar la sensación de dolor», sostiene la doctora. Secarse cuidadosamente, a pequeños toques, con una toalla suave y aplicar un aftersun refrescante y calmante o una crema corporal hidratante.
El aloe vera es uno de los ingredientes que no pueden faltar a la hora de recuperar la piel tras exposiciones solares prolongadas. Este cosmético natural y ancestral contiene minerales, compuestos bioactivos, aminoácidos y vitaminas, que ayudan a calmar la irritación y reducir la inflamación, al tiempo que hidrata en profundidad y favorece la regeneración de los tejidos. Además, su alta concentración de antioxidantes —como la vitamina C, la vitamina E y el betacaroteno— combate el envejecimiento prematuro y devuelve elasticidad y suavidad a la piel, convirtiéndolo en un aliado infalible tras una jornada de sol.

El gel con aloe vera de Deliplus refresca, calma e hidrata con una nueva fórmula sin alcohol.

El Gel Puro de aloe vera, de Atlantia, posee propiedades antiinflamatorias y regenerativas que ayudan a reducir la inflamación, aliviar el enrojecimiento y acelerar la recuperación de la piel dañada por los rayos ultravioleta. Su efecto refrescante proporciona alivio inmediato al aplicarlo frío sobre la zona afectada.

Bee Sun Safe, el aftersun de Apivita, refuerza la hidratación de la piel e hidrata en profundidad con lavanda de mar y aloe. Su textura gel-crema, con higo y extracto de pepino, también calma y refresca de forma inmediata.
Una vez las quemaduras solares han desaparecido, la hidratación puede ser un refuerzo extra para la salud y belleza de la piel: favorece la producción de colágeno y elastina, mejora su textura y aspecto, la mantiene suave y ayuda a prevenir los signos de la edad.

La icónica crema corporal de Oliva de Deliplus sigue siendo uno de los best sellers del supermercado. Su fórmula rica con aceite de oliva ecológico, manteca de karité y vitamina E, hidrata, nutre y suaviza la piel.

Crema facial Nutritiva Redensificadora Green Caviar & Colágeno de Prevent Age Skin (a la venta en Mercadona). Con activos como el ácido hialurónico, el colágeno y el caviar verde, hidrata en profundidad, reafirma y aporta luminosidad a la piel. Además, incluye ingredientes hidratantes como la niacinamida y el escualeno, que refuerzan la barrera cutánea protegiendo el rostro frente a agentes externos.
No hay que olvidar que las quemaduras provocadas por el sol son «un signo de daño cutáneo acumulativo, que aumenta el riesgo de envejecimiento prematuro y cáncer de piel», recuerda la doctora Trinidad Montero, dermatóloga del GEDET. Por lo que «la prevención es siempre la mejor estrategia». Evitar el sol en las horas centrales del día, buscar la sombra, usar diariamente un fotoprotector frente UVA y UVB del 50 SPF», reaplicarlo cada dos horas, y llevar sombrero y unas gafas homologadas son clave.