Aunque su nombre no lo indique y suscite cierta confusión… resulta que la vitamina F es un conjunto de ácidos grasos poliinsaturados (omega 3 y omega 6, concretamente) muy beneficiosos para la piel. Unos ácidos grasos esenciales que, además, nuestro organismo no es capaz de producir y es aconsejable aportarlos a través de una alimentación saludable o de la cosmética adecuada.
La vitamina F restaura la función barrera de la piel y ayuda a protegerla frente a diversos factores que intervienen en su deterioro, un hecho por lo que se la conoce como «el abrigo de la piel». Por un lado, junto a otros tipos de lípidos, actúa como «cemento», rellenando los huecos existentes entre las células ubicadas en el estrato más superficial; y, por otro, sus ácidos grasos participan en la resistencia, flexibilidad y permeabilidad de las membranas celulares.
Los múltiples poderes de la vitamina F sobre la piel
Así pues y ante todo, esta extraordinaria vitamina protege la piel frente a la deshidratación, puesto que evita la pérdida de agua transepidérmica. Y frente a agentes externos (químicos, ambientales o microbiológicos) que la irritan, favorece su regeneración. Por otra parte, cabe destacar que los omegas 3 y 6 son especialmente conocidos por sus propiedades calmantes, antiinflamatorias y anti-aging, ya que frenan el envejecimiento cutáneo vinculado a la microinflamación. Y, por último, la vitamina F es muy recomendable a la hora de mejorar y mantener a raya el acné o el enrojecimiento.
Todo lo comentado anteriormente convierte a la vitamina F en un activo cosmético que es capaz de mejorar significativamente el aspecto natural de la piel. Pero también es importante para cuidar de la salud del organismo de dos maneras:
- En primer lugar, puede ayudar a reducir el colesterol malo (LDL) y a aumentar el bueno (HDL). Esto conlleva una mejora del sistema cardiovascular, evitando la hipertensión y posibles enfermedades coronarias.
- En segundo lugar, puede contribuir a fortalecer el sistema nervioso, de este modo combate el envejecimiento general del cuerpo, así como a la aparición de enfermedades como la artritis reumatoide o la arterosclerosis.
No sin mi rutina de belleza (y de alimentación) con vitamina F
Como ya hemos mencionado antes, una buena manera de mantener altos los niveles de vitamina F es a través de la alimentación. Los alimentos ricos en esta vitamina son: semillas de chía, nueces de macadamia, pipas de girasol, aguacate, pescados como el atún o el salmón y aceites vegetales como los de oliva, los de soja y los de maíz. Y después, lógicamente, está la posibilidad de tomar suplementos alimenticios que incluyan un alto porcentaje de vitamina F en su composición.
Además de la alimentación, la otra vía por la que introducir esta vitamina en el organismo es mediante la cosmética, utilizando productos que contengan los ácidos grasos de la vitamina F. Y se pueden incorporar a la rutina de belleza tanto de día como de noche. ¿Su objetivo? Restaurar la flexibilidad y el brillo de la piel y, cómo no, protegerla.
A través de la vitamina F se refuerzan los mecanismos de protección de la piel y se reduce la sequedad, la tirantez y las asperezas. También se protege la piel frente al daño oxidativo celular. Y, por último, se contribuye para que la dermis capte suficiente agua para mantener tanto la hidratación como la elasticidad y la suavidad cutánea.
5 productos con vitamina F para el largo (y cálido) verano
A continuación, te recomendamos cinco propuestas diferentes de cosmética para completar tu beauty bag de verano súper cuqui con un buen aporte de vitamina F. ¡Toma nota!
La crema de manos refresh
¿Una solución efectiva y económica para que las sufridas manos luzcan perfectas durante la temporada estival? La crema Karitesse de Deliplus. Su poderosa fórmula hidratante y nutritiva mantiene las manos suaves y protegidas durante todo el día. ¿Cómo es posible? Gracias al tándem imbatible que forman la vitamina F y la manteca de karité al prevenir la sequedad y las arrugas. La primera destaca por su gran capacidad para retener la humedad en la piel, mientras que la segunda es un ingrediente natural que proporciona una hidratación profunda y duradera.
La protección solar oil-free
La crema solar oil-free SPF50+ Sun Block de Tegoder Cosmetics tiene una textura ligera que garantiza una aplicación altamente confortable en el rostro, así como un acabado invisible. No contiene perfume, es apta para todo tipo de pieles y es idónea para pieles mixtas, grasas y acneicas. Además, previene el envejecimiento cutáneo y la aparición de manchas, hidrata y repara a través de ingredientes naturales como el té verde, el agua de hamamelis y el extracto de sauce y de activos como las vitaminas E y F.
El complejo biónico antioxi
Atención al tratamiento Bionic Complex de Laviderm con efecto antioxidante e hidratante, apto para todo tipo de pieles (incluso para pieles grasas y sensibles o como producto pre y post peeling químico). Se trata de un gel facial no graso que se debe aplicar dos veces al día (mañana y noche) sobre la piel limpia, a través de un ligero masaje circular ascendente. Entre sus principios activos destacan los ácidos lactobiótico, glicólico y salicílico; el hamamelis; el bisabolol; la coenzima Q10 y la vitamina F.
La crema de pies revitalizante
Ante el desgaste que sufren los pies con el calor (y el calzado) de verano, la crema de pies de Integra con fórmula reparadora intensiva es la solución. Al instante, aporta nutrición, suavidad y alivio inmediato. ¿El motivo? Contiene aceite de rosa mosqueta, que nutre y suaviza la piel; D-Pantenol, que regenera y repara en profundidad; y extracto de manzanilla, que calma la piel. Y a todo ello hay que añadir las propiedades antioxidante de las vitaminas E y F, que protegen frente al estrés oxidativo de la piel y el envejecimiento.
La crema de noche saciante
Permitir que la vitamina F actúe mientras duermes… es aconsejable. Es lo que hace la crema F-Balm Electrolyte Waterfacial de Drunk Elephant para rehidratar el cutis a modo de mascarilla. Su fórmula incluye perlas infundidas con vitamina F y ceramidas, dos ingredientes que refuerzan la dermis desde el interior para darle un aspecto más fuerte, elástico y brillante con el uso continuado. Además, mejora los signos de la edad, el tono desigual y la textura. Y se puede adquirir en un tamaño mini para poderla llevar de viaje cómodamente.
