Cada vez es más habitual ver cómo firmas de moda, actrices y cantantes involucran los diferentes tipos de cejas en el ámbito de la estética. Y recientemente, tras varias temporadas en las que se aspiraba a lucir unas cejas pobladas inspiradas en la icónica Brooke Shields… las cejas finas volvieron a cobrar protagonismo. ¿El motivo? Propuestas de belleza tan virales como las que se vieron en los desfiles de Maison Margiela y Marni para esta primavera 2025.
Algunas recibieron las cejas finas con los brazos abiertos, mientras que otras temían su regreso. Probablemente porque recordaban su depilado excesivo en los años 90. Sin embargo, a pesar de la actual fascinación por el estilo beauty de esta década (desde los labios marrones brillantes hasta la sombra de ojos azul), no es tan fácil reiniciar una tendencia de cejas. Quienes sobrevivieron al primer reinado de las cejas finas lo saben muy bien: con ellas hay que extremar la precaución porque el vello no siempre vuelve a crecer.
La importancia de unas cejas adecuadas
Las cejas pueden cambiar tu look de belleza por completo. Por ello, los y las maquilladoras empiezan por ellas para enmarcar el rostro. Y es que, al elegir entre los tipos de cejas que se pueden crear, la forma y el color apropiados pueden tener un impacto drástico. Pueden abrir la mirada, haciéndote lucir más despierta y juvenil, o levantar los pómulos dirigiendo la atención hacia arriba. Por poner solo dos ejemplos. Queda claro que las cejas son importantes porque expresan mucho y han de ser tenidas en cuenta.
La experta en cejas y pestañas Valentina Troni, al frente del centro Tebori Brows en Madrid, asegura que poner líneas rojas a los tipos de cejas que se llevan o no es complicado: «El tipo de ceja que favorece va a depender mucho de cada rostro. Hay caras que les pongas lo que les pongas, todo les queda bien. Por lo demás, puedes decolorarlas o teñirlas de colores. Puedes llevarlas muy gruesas o muy finas. Pero hay algo en común a todas ellas. Ahora se llevan siempre diseñadas».
Eso sí, Valentina tiene muy claro qué tipo de cejas no se llevan este año: «Recomiendo evitar estas tres opciones: las cejas con colas excesivamente bajas, las que son mucho más oscuras que el pelo y las que tienen forma de V invertida, que dan aspecto de mala. También las cejas redondas, triangulares, las excesivamente finas, las tatuadas o con forma de coma están desfasadas este año». Tomen nota de ello, queridas vibers. Y también de las tendencias que, a continuación, comentamos porque sí se llevan.
Cejas finas, pero sin usar pinzas
Hay una diferencia importante entre las cejas de los 90 y las actuales: se puede lograr un arco más fino sin necesidad del uso de unas pinzas. Para ello es aconsejable utilizar un gel de fijación fuerte para controlar el vello y crear la ilusión del arco fino. También te puedes inspirar en el desfile de Marni ya mencionado, donde se crearon arcos definidos de estilo vamp con maquillaje de alta pigmentación que oculta parte de las cejas para conseguir la estrechez deseada.
Cejas decoloradas en su justa medida
Las llevaba una jovencísima Chloë Sevigny a finales de los 90 y, más recientemente, Lady Gaga o Dua Lipa se han atrevido con las bleached brows. Para crearlas se puede aplicar un corrector por los pelos con un cepillo de cejas para que quede homogéneo. Después se ajusta el color decolorante en teniendo en cuenta el tono de piel. Por ejemplo, si se tiene una tez más oscura es mejor optar por un tono miel o caramelo; la piel es muy blanca no hay que temer buscar el contraste.
Cejas pobladas y algo despeinadas
Las cejas messy nos recuerdan la Madonna de Who´s That Girl en los años 80 y para lograrlas se pueden utilizar diferentes técnicas como cepillarlas hacia arriba con el cepillo. Después se aplica un rotulador para cejas para que se vean más reales y más rellenas con trazos suaves y ligeros rellenando los espacios vacíos e imitando el vello. Por último, se rematan con un gel para cejas transparente que las selle en su lugar de un modo estudiadamente desenfadado.
Cómo cuidar todos los tipos de cejas
Si bien experimentar con las tendencias debe ser divertido y original, nunca debe ir en detrimento de la salud de las cejas. Cierto es que los productos actuales para peinarlas mejoran el vello en lugar de dañarlo. Por ejemplo, los geles para cejas incorporan ingredientes como la glicerina hidratante y los aceites de semillas nutritivos que provienen de las fórmulas para el cuidado de la piel. Con ellos, el vello de las cejas se mantiene mucho más suave y firme.
Por otra parte una nueva generación de servicios para cejas no deja de acaparar nuestra atención en VIBE. El tinte se ha convertido en un elemento básico para crear una ceja de aspecto natural, ya que rellena las áreas dispersas depositando color específicamente diseñado para su tipo de vello. La laminación, que actúa como una permanente para las cejas, mantiene los pelos esponjosos y en su lugar durante seis a ocho semanas.
Por último, el microblading es un tatuaje cosmético semipermanente que crea la ilusión de pelos en las cejas, pero que históricamente ha sido difícil de revertir… hasta ahora. Nuestra experta en cejas, Valentina Troni, se ha especializado en resolver problemas de cejas demasiado retocadas o artificiales, que previamente se han pigmentado: «Primero elimino con láser trabajos muy opacos. Después llevo a cabo un trabajo de hair stroke muy estratégico, colocando pelo donde conviene y es necesario. Es una técnica de maquillaje semipermanente crea trazos finos que imitan la apariencia natural del vello».
Ya no hay excusa para lucir unas cejas sin personalidad propia. Tanto celebrities como firmas de moda no dejan de reivindicarlas como un elemento esencial para completar un beauty look que triunfe. Sin ellas, no es lo mismo. Con ellas, todo puede terminar de encajar.
