Desde VIBE siempre te recomendamos acudir a centros de belleza especializados en tratamientos como, por ejemplo, la talasoterapia para obtener los mejores resultados. Sin embargo, es cierto que, a veces y con los productos beauty adecuados, es posible conseguir emularlos del modo más similar posible. Todo es cuestión de esmerarse en el empeño y tener muy en cuenta los pasos a seguir.
El poder del océano ha sido, desde tiempos ancestrales, un recurso de salud y belleza. Hoy, esa sabiduría milenaria resurge con más fuerza que nunca en forma de una tendencia imparable: la talasoterapia en el cuidado corporal. ¿La principal razón de su actual éxito? Más que un tratamiento estético, es una filosofía de bienestar que conecta cuerpo y mente a través de los elementos marinos: sales, algas, minerales y esencias. ¿Su gran virtud? Devuelven el equilibrio, energía y pureza a la piel.
La talasoterapia y sus sales minerales
En un contexto en el que el autocuidado consciente y las experiencias sensoriales ganan protagonismo en la rutina diaria, la idea de recrear un ritual de spa en casa ha dejado de ser un lujo y se ha convertido en una necesidad. De este modo, el baño se transforma en un santuario personal y los productos exfoliantes ya no son meros limpiadores, sino auténticos tratamientos revitalizantes que combinan la eficacia cosmética con el placer sensorial.

Así es como la talasoterapia ha entrado por la puerta de casas particulares en las que viven beauty lovers dispuestas a esforzarse por elevar su nivel de bienestar. ¿El punto de partida? La auténtica fe en fe en los poderes curativos del mar que dan lugar a una filosofía terapéutica cuyo nombre proviene del término griego antiguo thalassa, que significa tanto «océano» como «diosa primordial del mar».
Atención al dato proporcionado por el spa del prestigioso Hotel Marbella Club: la naturaleza de nuestro cuerpo refleja nuestro origen marino. Análisis químicos verifican que las mismas sales (potasio, calcio y magnesio) se encuentran en proporciones iguales en el agua de mar y en el plasma sanguíneo de los seres humanos. Sorprendente, ¿verdad? Vayamos por partes explicando por qué los citados minerales son aconsejables teniendo en cuenta que no solo se pueden consumir oralmente a través de nutricosméticos, también se pueden absorber directamente a través de la piel mediante la talasoterapia.
El equilibrante potasio
El potasio beneficia la piel al hidratarla y nutrirla, regulando el equilibrio de líquidos y fortaleciendo la barrera cutánea. También contribuye a la formación de nuevas células, mejora la elasticidad, ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y puede mejorar la circulación sanguínea en los folículos capilares.
Además de todo ello, el potasio contribuye a regular los niveles de sodio en el cuerpo, ayudando así a mantener en equilibrio el agua y los lípidos en las células. En consecuencia, ayuda a combatir los radicales libres, ya que es un mineral esencial para el funcionamiento celular adecuado. Recordemos que las células sanas son más resistentes al estrés oxidativo si cuentan con un mayor equilibrio de nutrientes que les ayude a mantener su estructura y función normales.
El protector calcio
El calcio beneficia la piel al fortalecer la barrera cutánea, lo que ayuda a prevenir la pérdida de agua y protege contra agresiones externas. También contribuye a la renovación celular, mejora la elasticidad, reduce las arrugas y promueve la reparación del ADN. Y además, ayuda a regular la homeostasis y puede proteger contra el envejecimiento prematuro y el daño solar.
La homeostasis cutánea es el proceso de autorrenovación en el que el número de divisiones celulares dentro de la piel compensa el número de células perdidas. A pesar de la continua renovación de la epidermis (casi cada 60 días se renueva por completo, sustituyendo más de 80.000 millones de queratinocitos en el cuerpo de un adulto medio), la piel acaba sucumbiendo al envejecimiento. Aportando una cantidad extra de calcio se puede conseguir ralentizar, que no evitar.

El reparador magnesio
Está demostrado científicamente que el magnesio afecta aproximadamente al 80 % de las funciones metabólicas, ayudando a regular todo. Desde el sueño hasta el azúcar en sangre y el estado de ánimo. Respecto a la piel, hay que tener en cuenta que el potasio también está involucrado en la transmisión de señales nerviosas y en la contracción muscular, por lo que… otro de sus beneficios está relacionado con proporcionar tonicidad y firmeza dérmicas.
Asimismo, parece ser que este mineral tiene propiedades antioxidantes, por lo que podría aportar una apariencia más saludable, radiante y juvenil. Y otra característica vinculada a su capacidad reparadora tiene que ver con su papel esencial en la síntesis de proteínas y en la función celular. Una ardua tarea que contribuye al crecimiento y la renovación celular en la piel.
Cómo practicar la talasoterapia en casa
Disfrutar de un baño en casa (aunque ecológicamente no esté bien visto) es, sin duda, la mejor opción para conseguir una absorción osmótica óptima de las sales minerales. Al prepararlo, es recomendable que el agua tenga una temperatura específica de entre 35 y 37 °C. Esta temperatura es similar a la del cuerpo y, de este modo, el proceso se produce de forma natural. En segundo lugar, para absorber por completo los minerales en cuestión lo ideal es sumergirse entre 18 y 20 minutos. Y en tercer lugar, al añadir las sales al baño hay que procurar usar proporciones iguales, de ¼ a 1 taza en total.

La otra opción para beneficiarse de efectos similares a los que la talasoterapia nos regala es utilizar cremas exfoliantes con ingredientes de origen marino. Sus fórmulas que reúnen lo mejor del mar y de los aceites esenciales en una sinergia única de exfoliación, nutrición y bienestar profundo. Texturas envolventes, aromas que despiertan los sentidos y resultados visibles desde la primera aplicación son características de este tipo de cosmética corporal que vive un gran momento.
A continuación, te recomendamos algunos productos para vivir una u otra experiencia de talasoterapia personal según las posibilidades domésticas que se tengan. Toma nota de estas propuestas que, cómo no, contienen los beneficiosos minerales de los que te hemos hablado anteriormente.

Las sales de baño Fitness de ESPA son ricas en potasio revitalizante y sal del Mar Muerto. ¿Su punto fuerte? Proporcionan un efecto muscular reparador. Además, una mezcla de algas y avena nutre la piel, mientras que el árnica y la consuelda la reconfortan. Finalmente, al disolverlas en agua tibia, los aromas de eucalipto, clavo y lavanda revitalizan los sentidos. Son idóneas para aquellas personas que son propensas a sufrir dolores después de practicar deporte o ejercicio físico.

Las sales de baño Natural Sea Bath Salt de The Doctor contiene altas concentraciones de micro y macroelementos necesarios para el funcionamiento normal del organismo. En especial de calcio, pero también de magnesio, potasio, hierro y sulfatos. Para conseguir buenos resultados se deben disolver 4 o 5 cucharadas en el agua tibia del baño. La temperatura del agua debe ser de 35-39 °C. Y, como tratamiento, lo ideal es usarlas cada dos días entre 10 y 20 minutos.

Las sales de baño de Epsom de Bioky son perfectas para la relajación y desintoxicación del cuerpo gracias a su alto contenido en magnesio. Además, mejoran la circulación sanguínea y son idóneas para desinflamar los pies. Aparte de todo ello, suavizan y revitalizan la piel notablemente. Y, atención, son, sin duda alguna, las más aconsejables para cuidar del cabello porque ayudan a regular el exceso de grasa en el cuero cabelludo.

La crema Talasso-Scrub Antiedad de Collistar incluye en su composición tanto sales minerales exfoliantes regenerantes como aceites esenciales, azahar y cítricos sicilianos. De este modo, combina talasoterapia y aromaterapia. Es ideal para antes de tratamientos especializados porque vuelve la piel más receptiva. También antes del sol y de autobronceadores para conseguir un color más uniforme y duradero. Y después del sol porque elimina los efectos de la descamación cutánea.


