Está claro que los masajes faciales son eficaces y muy recomendables. Y los musculares se da por hecho que también. Sin embargo, los masajes drenantes o linfáticos siguen siendo esos desconocidos que, probablemente, tu cuerpo podría agradecer… y mucho, teniendo en cuenta el ritmo de vida que se lleva en el día a día.
Este tipo de masajes son habitualmente aconsejados por los expertos en medicina estética. Sin embargo, según cuáles sean las circunstancias, su efecto beneficioso puede ir más allá de lo puramente estético por motivos de salud. De hecho, su ADN surge de solucionar problemas derivados de la mala circulación de la linfa (léase retención de líquidos, hinchazón o piernas cansadas, por ejemplo).
¿Qué son los masajes drenantes?
El masaje de drenaje linfático alivia la hinchazón que se produce cuando una enfermedad o un tratamiento médico obstruyen el sistema linfático. Ello implica manipular suavemente áreas específicas del cuerpo para alejar el exceso de líquido acumulado de los tejidos y llevarlo hacia los vasos linfáticos y los ganglios linfáticos activos para que puedan eliminar las toxinas del cuerpo.

Por lo general, el sistema linfático recoge la linfa y la devuelve al corazón a través de una red de vasos y ganglios linfáticos. Cuando algo altera este proceso, la linfa se acumula en los brazos, las piernas, los tobillos u otras partes del cuerpo, lo que provoca su visible hinchazón. Mediante masajes drenantes se utilizan técnicas para trasladar la linfa desde los tejidos hasta los ganglios linfáticos y, de este modo, aliviarla.
Cierto es que favorecer el funcionamiento del sistema linfático es sencillo si mantienes unas rutinas diarias como como caminar al menos una hora, beber dos litros de agua, dormir durante ocho horas (el sistema se activa con más fuerza durante la noche) y cuidar la alimentación con una dieta variada donde abunden frutas y verduras. Pero además, darse masajes drenantes ayuda a descongestionar aún más el bloqueo circulatorio, pudiendo localizar el efecto en zonas concretas como el abdomen o las piernas.
Consejos para evitar la retención de líquidos
Como ya hemos comentado, tras la necesidad de realizar masajes drenantes suele estar la retención de liquidos en zonas concretas del cuerpo. A continuación, VIBE te da algunos consejos para intentar evitar su aparición o, al menos, minimizar su dolencia:
- Disminuye la ingesta de sal y de alimentos ricos en sodio porque tienen una acción retenedora. ¿Algunos ejemplos? Latas de conserva, embutidos, encurtidos, patatas fritas…
- Aumenta el consumo de potasio porque te ayudará a equilibrar los niveles de líquidos en el organismo. ¿Cómo? Comiendo plátanos, kiwis, aguacates, frutos secos, espinacas, avena, soja, champiñones…
- Bebe mucha agua todos los días del año (no solo en verano) porque es algo muy importante para el cuidado de todo el cuerpo.

- Olvídate de los precocinados porque son platos donde abundan las grasas saturadas, los azúcares y la sal, un trío muy perjudicial para la salud.
- Controla el consumo de azúcar porque la glucosa en exceso arrastra agua por ósmosis y provoca la retención en el cuerpo. ¿Cómo? No abuses de postres dulces, chocolate, golosinas…
- Aligera tus looks y date un respiro porque las prendas holgadas no obstruyen la circulación.
- Combate el sedentarismo y ponte en marcha porque realizar ejercicio físico diaria o semanalmente ayuda a mejorar la circulación y a sentirte mucho mejor. ¿Alguna propuesta? Comienza con paseos de una hora y altérnalo con montar en bicicleta, correr, saltar a la comba…
¿Cómo sé si necesito un drenaje linfático?
Comprobar si los masajes drenantes serían beneficios para el organismo no es tan complicado como pueda parecer. Una persona puede tener el sistema linfático congestionado si presenta los siguientes síntomas:
- Ganglios linfáticos inflamados en el cuello
- Tobillos, piernas o manos hinchados o inflamados
- Niebla mental
- Infecciones crónicas de los senos nasales
- Fatiga
- Dolores de cabeza
- Afecciones de la piel como acné, sequedad o erupciones

Muy al contrario de lo que se comenta habitualmente… este tipo de masajes no son aconsejables cuando se padece celulitis. Y todavía menos si se tiene algún coágulo de sangre o una trombosis venosa profunda. Tampoco en casos en los que se sufran dolencias relacionadas con el corazón o los riñones (cardiopatías y nefropatías).
Si se padecen todos o parte de los anteriores síntomas lo primero y más conveniente es visitar un o una profesional de la salud que realice una revisión en profundidad del caso. Tras conocer el diagnóstico médico ya se podría plantear la conveniencia de los masajes drenantes realizados en alguna clínica especializada o, quizás, de un modo personal y más sencillo en la propia casa.
¿Cómo se realizan masajes drenantes en casa?
El automasaje para el drenaje linfático tiene dos componentes: limpieza y reabsorción. La limpieza implica movimientos suaves para liberar el líquido linfático acumulado en los tejidos. La reabsorción implica suaves bombeos o movimientos de barrido para estimular el movimiento de la linfa a través de los vasos linfáticos hasta los ganglios linfáticos.

A continuación, toma de nota de algunos consejos previos para aprovechar al máximo el automasaje:
- Siéntate o acuéstate en una posición cómoda.
- Mantén las manos relajadas y ejerce una presión suave y ligera para acariciar la piel.
- Utiliza las palmas de las manos en lugar de las yemas de los dedos.
- Utiliza un aceite ligero o una loción para ayudar a que las manos se deslicen sobre la piel.
- Antes de comenzar, respira lenta y profundamente cinco veces, inhalando por la nariz y exhalando por la boca.
- Y por último respira lenta y profundamente durante toda la rutina de automasaje.
Es hora de pasar a la acción y, lógicamente, lo mejor es ir explicando cómo se realizan los masajes drenantes en casa dependiendo de las diferentes partes del cuerpo. Y además con la ayuda de los estupendos vídeos de dos centros de fisioterapia españoles: Fisioclinics y De La Mano de Tu Fisio.
Cabeza y cuello
Teniendo en cuenta el nivel de comodidad, se pueden masajear ambos lados del cuello a la vez o hacerlo de un lado a la vez. Sea como sea, hay que repetir cada uno de los siguientes movimientos de 10 a 15 veces para aprovechar al máximo el drenaje linfático:
- Coloca las manos en el cuello, justo encima de la clavícula.
- Dibuja suavemente una forma de “J” desde la parte exterior del cuello hacia el centro.
- Coloca las manos en los costados del cuello, con el dedo meñique justo debajo de las orejas y frota suavemente desde la oreja hasta los hombros.
- Coloca las manos en la nuca, justo debajo de la línea del cabello, y acaricia y estira la piel hasta la base del cuello para, después, soltarla.
Brazos y pecho
Masajear un lado del cuerpo a la vez puede resultar más fácil si se realiza un automasaje de drenaje linfático en los brazos y el pecho. Para ello hay que seguir estos pasos y repetirlos de 10 a 15 veces:
- Coloca las manos sobre la clavícula, estira suavemente la piel del pecho moviendo la mano hacia la axila y suéltala.
- Coloca la mano debajo de la axila y masajea hacia el hombro para estirar suavemente la piel y liberarla.
- Coloca la mano en la parte exterior de la cadera y frota hacia arriba a lo largo del costado del cuerpo hasta la axila, estirando suavemente la piel antes de soltarla.
Piernas
Para el drenaje linfático en la parte inferior del cuerpo, se realiza cada paso de 10 a 15 veces con cada pierna. Para evitar forzar la espalda, se debe colocar el tobillo sobre la rodilla mientras se está sentado o se puede colocar el pie sobre un taburete para acceder más fácilmente a la pierna:
- Coloca una mano en la parte posterior de la pierna y otra en la parte interna de la pierna, sobre la parte superior del muslo. Estira suavemente la piel desde el interior de la pierna hacia el lado de la cadera y suéltala.
- Mueve las manos hacia abajo sobre la pierna realizando un suave movimiento de estiramiento.
- Una vez que hayas llegado a la rodilla, coloca ambas manos a los lados de la misma. Estira suavemente la piel hacia el abdomen y relájala.
Algunas cremas y aceites para masajes drenantes
Como ya hemos indicado, es muy útil usar cremas o aceites ligeros para realizar un automasaje linfático. Cualquiera de las tres zonas del cuerpo agradece muchísimo su uso teniendo en cuenta la cantidad de repeticiones que este tipo de masaje exige. A continuación, VIBE te recomienda algunas que, sin duda, ayudan a elevar el nivel de placer de esta experiencia corporal.

La crema Dren de la línea EVOpro de Terpenic Labs permite beneficiarse de la actividad terapéutica de los aceites esenciales puros y quimiotipados contenidos en su fórmula. Sus reconocidas propiedades como linfotónicos, diuréticos y flebotónicos son aliadas ideales para realizar un masaje drenante en condiciones.

El aceite vegetal de romero de Deliplus (a la venta en Mercadona) es 100% natural. Ayuda a tonificar la piel del cuerpo y, gracias a sus propiedades balsámicas, aporta un efecto relajante. Es ideal para realizar masajes y, tras aplicarlo, la piel queda suave y elástica, con una agradable sensación de bienestar.

La loción corporal Balance Body de Beauté Mediterranea es una emulsión ligera no grasa que está formulada con extractos naturales. Contiene aceites de cáñamo y de aguacate y, además, niacinamina. Posee propiedades altamente nutritivas y anti-inflamatorias, ya que actúa como agente calmante de acción rápida.