Si hay una clara tendencia beauty que ha conquistado los neceseres de belleza este verano, esa es la del auge de las brumas corporales golosas. Dulces, ligeras y con aromas que despiertan el apetito (y los recuerdos), estas fragancias en formato spray se han convertido en el nuevo objeto de deseo y no hay influencer que no las mencione. ¿La razón? Son fáciles de usar, huelen a vacaciones y tienen ese punto adictivo que hace que quieras rociarte una y otra vez.
¿Por qué amamos las notas golosas?
Hay algo profundamente emocional en los aromas dulces. No es solo que huelan bien: es que nos reconfortan, nos transportan y nos hacen sentir bien. Los perfumes y brumas corporales con notas golosas —vainilla, caramelo, coco, pistacho, algodón de azúcar— activan zonas del cerebro relacionadas con el placer, como el sistema límbico, que también gestiona la memoria y las emociones. Por eso, oler algo dulce puede evocar desde una tarde de verano con helado hasta el abrazo de una abuela que cocinaba bizcochos.

El dulzor olfativo tiene un componente químico: el azúcar estimula la liberación de dopamina, la hormona del bienestar. Aunque no estemos comiendo nada, el cerebro interpreta ciertos aromas como una señal de recompensa. Y en un mundo acelerado como el que vivimos, ese pequeño chute de placer sensorial se convierte en un agradable refugio.
Amamos los aromas golosos porque nos hace sentir bien y nos conecta con recuerdos felices. Y si además viene en formato bruma, ligera y fácil de usar, el flechazo está garantizado.
El fenómeno de las brumas corporales
Aunque las brumas corporales golosas no son un producto nuevo en el mercado, es cierto que han resurgido a lo grande en los últimos meses y las redes sociales se han hecho eco de esta locura colectiva.
Todo empezó con el fenómeno Sol de Janeiro, la marca brasileña que convirtió su bruma Brazilian Crush Cheirosa 62 —con notas de pistacho, caramelo salado y vainilla— en un icono olfativo. Desde entonces, el universo de las brumas gourmand no ha hecho más que crecer. Y no solo en perfumerías de lujo: Mercadona ha lanzado sus propias brumas en versión low cost, como Pistacho Cream o Vainilla Sunset, que han arrasado en redes sociales por sus deliciosos aromas y su precio imbatible.
Pero no todo es dulzura empalagosa. Las nuevas brumas combinan notas golosas con toques cítricos, florales o amaderados, creando perfumes ligeros, versátiles y perfectos para el calor. Además, muchas fórmulas incluyen ingredientes hidratantes como aloe vera o glicerina, esto hace que además sean hidratantes y respetuosas con la piel.
¿El secreto de su éxito? Son fáciles de llevar, livianas, no saturan como un perfume tradicional y permiten reaplicar durante el día sin miedo a excederse. En la playa, después de la ducha o antes de salir, una bruma golosa es ese toque final que te hace sentir bien y que, además, deja huella allá donde vas.
Cheirosa 62 de Sol de Janeiro

La pionera del boom. Seguro que la has visto mil veces en redes sociales. Esta bruma se ha convertido en un icono olfativo gracias a su mezcla irresistible de pistacho cremoso, caramelo salado, vainilla y jazmín. Evoca las playas de Río, el sol en la piel y ese aire despreocupado que huele a verano eterno. Su textura ligera permite aplicarla en cuerpo, cabello y ropa, y aunque no es un perfume, su estela es sorprendentemente duradera. Es cálida, sensual y adictiva: una fragancia que te convierte en protagonista allá donde vayas.
Pistacho Cream de Mercadona

La alternativa low cost que ha revolucionado TikTok. Por solo 4 euros, esta bruma ofrece un aroma dulce y cremoso con notas de pistacho y sándalo, muy en la línea de Cheirosa 62. Su envase es sencillo pero moderno, y su fragancia tiene ese punto goloso que gusta a todas las edades. No dura tanto como las versiones premium, pero para reaplicar durante el día y sentirte envuelta en un aroma apetecible, cumple con creces. Si quieres darte un capricho sensorial con un presupuesto ajustado esta opción es idea.
Honey I Washed the Kids de Lush

Más que una bruma, es una experiencia. Aunque originalmente nació como jabón y gel de ducha, su aroma se ha convertido en uno de los más reconocibles de la marca. Mezcla miel, caramelo, naranja dulce y bergamota, creando una fragancia cálida, reconfortante y ligeramente cítrica. Perfecta para pieles sensibles, su versión en spray corporal deja una sensación suave y envolvente, como si te hubieras bañado en un postre gourmet.
Monoï de Yves Rocher

El clásico del verano que nunca pasa de moda. Su aroma mezcla flor de tiaré, coco, vainilla y miel, evocando instantáneamente vacaciones en la Polinesia. La bruma corporal de Monoï es ligera, hidratante y deja la piel con un brillo sutil y un perfume exótico que dura horas. Si te gusta la dulzura con un toque floral y tropical, sin caer en lo empalagoso, esta bruma es perfecta.
Vanilla Skin Mist de Phlur

La nueva favorita de las amantes de la vainilla. Esta bruma combina vainilla cremosa, pimienta rosa, madera de cachemira y sándalo, creando una fragancia cálida, sofisticada y envolvente. No es la típica vainilla de cupcake: tiene profundidad, carácter y un punto sensual que la hace perfecta tanto para el día como para la noche. Además, es vegana, cruelty-free y con ingredientes transparentes, si buscas productos de belleza consciente, es una buenísima alternativa.
¿Te apuntas al fenómeno de las brumas corporales golosas?