Atención, pregunta… ¿ya has incorporado la exfoliación facial a tu rutina de cuidado de la piel? Si no es así, te estás perdiendo sus múltiples beneficios. Porque una rutina saludable de facecare consta de varios pasos y entre ellos se debe incluir este tipo de exfoliación una o dos veces por semana. ¿La principal razón? Un exfoliante facial no solo elimina las impurezas más profundas, también puede ayudarte a lucir una piel más radiante.
Ante todo, exfoliar el rostro ayuda a eliminar las células muertas de la superficie, reduciendo la probabilidad de obstruir los poros y la aparición de acné. Para ello un exfoliante siempre contiene partículas finas o gruesas que se frotan contra la piel. El resultado es un cutis más suave y terso. Sin embargo, esta práctica no es novedosa. ¡Para nada! Sigue leyendo y te contamos por qué.
Breve historia de la exfoliación en la Antigüedad
La palabra «exfoliar» viene del latín exfoliare (quitar las hojas) y describe el proceso de eliminar la piel muerta para dar lugar a células nuevas y mejorar la apariencia de la piel. Sin embargo, su práctica se remonta muchísimo en la Historia. Concretamente tiene sus orígenes en el antiguo Egipto, donde se usaba el polvo de alabastro con leche agria como abrasivo para exfoliar la piel. Al mismo tiempo, en China se utilizaba arena y minerales para eliminar capas de piel muerta y suavizar la tez.

Más tarde, en la antigua Roma, las mujeres acostumbraban a recoger el lodo sedimentado en las jarras donde se hacía el vino para obtener el ácido tartárico y aplicarlo sobre la piel. Y en Norteamérica, las mujeres indígenas usaban mazorcas de maíz secas para exfoliar su piel. ¡Ah! Y las conchas marinas trituradas también fueron una opción muy popular. Hoy en día, un exfoliante facial se elabora con ingredientes naturales como posos de café, azúcar, sal marina finamente molida, canela, miel, avena, etc. Así suena mejor, ¿verdad?
¿Cuáles son los beneficios de utilizar un exfoliante facial?
Según VIBE, son ocho los principales beneficios que una correcta exfoliación debe proporcionar al rostro. A continuación te los explicamos para que tomes buena nota:
- Elimina las células muertas de la piel: no hay ninguna duda. El principal beneficio de usar un exfoliante facial es eliminar las células muertas de la piel del rostro. Este tipo de células hacen que el rostro luzca seco y opaco. Además, obstruyen los poros.
- Desobstruye los poros de la piel: el cuerpo produce un aceite natural llamado sebo para mantener la piel hidratada. Sin embargo, a veces la producción se vuelve excesiva y su exceso se acumula en los poros de la piel. Y al obstruirse, estos pueden provocar acné. La exfoliación elimina el sebo y destapa los poros.
- Elimina las escamas: muchas personas notan zonas secas en la piel. Estas zonas se conocen como escamas. Son perjudiciales y además hacen que la piel luzca extremadamente mate. Exfoliar el rostro con un exfoliante facial ayudará a eliminarlas o suavizarlas.
- Reduce las cicatrices del acné: los exfoliantes faciales también contribuyen a reducir las cicatrices del acné y las manchas oscuras . Si bien no se eliminan por completo, se aclaran. ¿La razón? Promueven el proceso natural de renovación de la piel y permiten que la piel se revitalice.

- Previene los pelos encarnados: los pelos encarnados son clave en la aparición de granos. La exfoliación facial es una de las mejores maneras de evitar que estos pelos encarnados arruinen la apariencia. Para ello debe tener propiedades antisépticas que aseguren unos resultados óptimos.
- Proporciona una piel más suave: además de todo lo anterior, los exfoliantes faciales también suavizan y dan luminosidad a la piel. Y cuando el rostro luce más terso, suave y radiante… la autoestima aumenta de forma natural.
- Mejora la textura de la piel: la piel del rostro es más propensa a sufrir daños que la de otras partes del cuerpo. Su cuidado inadecuado y factores externos como la contaminación pueden provocar su aspereza y opacidad. Los exfoliantes faciales mejoran estos problemas al estimular su renovación.
- Facilita la absorción de otros productos: con la acumulación de capas de células muertas en la piel, los productos para el cuidado de la piel que se usan tienen dificultad para penetrar y para obtener los resultados deseados. Usar un exfoliante facial puede asegurar que se absorban correctamente y se integren fácilmente en la piel.
¿Existe un exfoliante facial ideal para cada tipo de piel?
La respuesta es… por supuesto. Elegir el exfoliante facial adecuado para cada tipo de piel es fundamental. Con el objetivo primordial de obtener los mejores resultados. Veamos las características que debe tener teniendo en cuenta la tipología dérmica existente:
- Piel grasa: las personas con piel grasa suelen tener problemas de acné, ya que el exceso de sebo obstruye los poros. Por lo tanto, se necesita un exfoliante facial que no solo elimine las células muertas, sino que también tenga propiedades antiacné. Y para ello debería contener ácido salicílico o ingredientes antiacné similares.
- Piel seca: para una piel seca se puede usar cualquier exfoliante facial con ingredientes adecuados para eliminar las células muertas. ¿Una recomendación? Elige alguno que contenga ácido glicólico, por su gran capacidad para eliminar fácilmente las células muertas y la piel escamosa.

- Piel sensible: si se tiene este tipo de piel hay que asegurarse de que el exfoliante facial sea antibacteriano y antiinflamatorio. En su composición podría contener propilenglicol, por sus propiedades antibacterianas y antifúngicas. La cúrcuma y el yogur son ingredientes naturales que ofrecen beneficios antiinflamatorios.
- Piel mixta: dado que la piel mixta es una mezcla de piel seca y grasa, es un poco difícil elegir un exfoliante facial idóneo para ella. Sin embargo, los expertos recomiendan usar uno que elimine el exceso de grasa de la piel sin resecarla.
Cómo exfoliar la piel del rostro en 9 pasos… y un consejo
Si te animas a incorporar un exfoliante facial en tu rutina habitual de belleza es importante que tengas en cuenta estos pasos para aplicarla correctamente y obtener unos buenos resultados. Te los enumeramos y, al final, incluimos un tip esencial:
- Paso 1: enjuágate bien la cara con agua y no la seques con palmaditas.
- Paso 2: toma una cantidad del tamaño de una moneda de 50 céntimos de exfoliante facial en la palma de la mano.
- Paso 3: aplica el exfoliante facial sobre el rostro húmedo.
- Paso 4: frota suavemente el exfoliante en el rostro con movimientos circulares utilizando los dedos.
- Paso 5: masajea siempre el rostro hacia arriba y concéntrate en zonas como la parte superior y las comisuras de la nariz, las mejillas y el labio superior .

- Paso 6: continúa el masaje entre 10 y 15 segundos.
- Paso 7: mueve los dedos hacia el cuello y debajo del mentón y masajea durante otros 10 segundos.
- Paso 8: una vez que termines de exfoliar, lava tu cara con agua fría o tibia.
- Paso 9: sécate el rostro con palmaditas suaves usando una toalla suave.
- El consejo: no intentes tirar de la piel ni ejerzas demasiada presión sobre ella al frotar durante la exfoliación, podrías lastimarla.
4 exfoliantes faciales con los que iniciarte en esta práctica
Suponemos que te ha quedado muy claro para qué sirve un exfoliante facial y cómo se debe usar semanalmente. Teniendo en cuenta todos los beneficios que proporciona, te proponemos a continuación algunas propuestas recomendables por si te animas a disfrutar de la exfolación en tu rutina de belleza habitual. ¡Toma nota!

El exfoliante facial 7 Day Scrub Cream de Clinique es una crema hipoalergénica desarrollada por dermatólogos que alisa las asperezas y la descamación dejando la piel hidratada para la aplicación de maquillaje. Su fórmula ligera con finos gránulos pule y suaviza la textura de la piel, ayudando a minimizar la aparición de líneas finas y secas. Creada con aceite de coco, es ideal para todo tipo de pieles.

El exfoliante Facial Clean con Arcilla Blanca de Deliplus (a la venta en Mercadona) utiliza este activo purificante (también llamado caolín) porque es capaz de desincrustar los residuos, las células muertas y el sebo acumulado en los poros. Además, también se puede utilizar como limpiador y como mascarilla. ¿El objetivo final? Limpiar en profundidad y alisar la superficie cutánea para que muestre toda su luminosidad.

El exfoliante facial Rose Sugar Scrub de Lancôme es ideal para pieles sensibles. Elimina las células epiteliales muertas, a la misma vez que alisa y homogeneiza la textura de la piel. Además, su textura en gel con azúcar aporta una delicada calidez y proporciona un delicioso perfume de rosa que reconforta al instante. Se trata de una propuesta beauty que combina la eficacia con un enfoque hacia lo sensorial.

El limpiador facial Detox Cleansing Powder de Beauté Mediterranea tiene textura de polvo fino y ligero que, en contacto con el agua, se transforma en una cremosa espuma de suave acción exfoliante, dejando la piel limpia, sedosa y radiante. Contiene charcoal de bambú, de propiedades detoxificantes, y ceniza volcánica de la isla de Jeju, rica en minerales que limpian eficazmente las impurezas.