El verano es una época mágica: los días son más largos, hay más planes espontáneos y tenemos más ganas de vivirlo todo al máximo. Pero mientras tú te entregas al sol, al mar y a los mojitos en una terraza, tu melena está ahí, sufriendo en silencio. ¿El culpable? Una combinación explosiva de rayos UV, cloro, salitre, viento y calor que puede dejar tu pelo seco, apagado y sin vida. La buena noticia: no necesitas una estantería llena de productos ni una rutina de 12 pasos para cuidar tu pelo en verano y mantenerlo sano y bonito. Solo necesitas tres gestos clave para lucir pelazo bajo el sol. ¡Toma nota!
Paso 1: Protección solar capilar, tu nuevo mantra
Si no se te ocurre salir de casa sin protector solar en la piel, recuerda que tu pelo también necesita protegerse en verano. Los rayos solares debilitan la fibra capilar, provocan sequedad y pueden alterar el color natural o teñido. Para evitarlo, es fundamental aplicar un protector capilar antes de exponerte al sol. Los formatos en spray o crema son fáciles de usar y se adaptan a cualquier tipo de cabello. Además, suelen tener aromas veraniegos deliciosos.
Un truco útil para cuidar el pelo en verano es dividir el pelo en secciones al aplicar el producto, asegurando que cada mechón esté bien cubierto. Si vas a pasar el día en la playa o la piscina, reaplica después de cada baño, igual que harías con tu protector facial. Y si quieres sumar puntos extra, usa sombreros, pañuelos o gorras: además de proteger, elevan tu look veraniego al instante. Palabra.
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Spray Protección y Prevención de Moroccanoil
Paso 2: Cuida el color como si fuera tu tesoro
Si llevas mechas, reflejos o tinte, sabrás que el verano puede ser su peor enemigo. El sol oxida los pigmentos, el cloro altera los tonos y el agua salada apaga el brillo. Para mantener el color vibrante, es importante usar productos específicos que lo protejan y lo nutran. Aunque no lleves coloración, este paso también ayuda a conservar el tono natural y evitar que se vuelva opaco.
Evita lavar el cabello todos los días, ya que cada lavado arrastra parte del pigmento. Si necesitas refrescarlo, puedes optar por técnicas como el lavado alterno o simplemente enjuagar con agua dulce después de un baño en el mar o la piscina. Cuando lo laves, hazlo con agua templada y termina con un chorro frío para sellar la cutícula y potenciar el brillo.
También, para cuidar aún más el pelo en verano, puedes incorporar mascarillas nutritivas que ayuden a mantener la intensidad del color.
Color Glow Mascarilla reparación y brillo de René Furterer
Paso 3: Hidratación profunda, sin excusas
El verano deshidrata el cabello, y eso se nota en las puntas abiertas, el encrespamiento y la falta de movimiento. Para combatirlo, apuesta por tratamientos sin aclarado que nutran y reparen durante el día. Aplicados sobre el cabello húmedo, ayudan a mantener la hidratación y a protegerlo del calor ambiental.
En casa, dedica un momento a aplicar mascarillas capilares nutritivas una o dos veces por semana. Busca fórmulas con ingredientes como mantecas vegetales, aceites naturales o extractos hidratantes. Si tienes tiempo, envuelve tu melena en una toalla caliente para potenciar el efecto y regalarte un momento de spa casero. Te va a encantar.
En verano evita el uso excesivo de herramientas de calor como planchas o secadores. Si no puedes prescindir de ellas, usa siempre un protector térmico y ajusta la temperatura al mínimo necesario. Para secar el pelo, mejor al aire libre o con difusor a baja potencia. Y si quieres reducir el frizz, cambia la toalla tradicional por una de microfibra o una camiseta de algodón. Trucazo.
Mascarilla capilar gama Vitality con exosomas y péptidos de Beauté Mediterranea
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Hábitos que fortalecen el cabello desde dentro
Tu pelo no solo se cuida con mascarillas y sérums: también necesita que tú lo cuides desde dentro. El estado de tu melena está íntimamente ligado a tu estilo de vida, tu alimentación y tu bienestar general. Así como el cuerpo necesita descanso, hidratación y nutrientes para funcionar bien, el cabello también responde a lo que le das (o le quitas) cada día.
Una alimentación equilibrada es clave. El cabello está compuesto principalmente por queratina, una proteína que necesita nutrientes específicos para formarse correctamente. Las proteínas de calidad, el hierro, el zinc, la biotina y las vitaminas del grupo B son esenciales para que el pelo crezca fuerte, brillante y resistente. Incorporar alimentos como huevos, vegetales de hoja verde, frutos secos, legumbres y pescados ricos en omega-3 puede marcar una diferencia real en la salud capilar.
Pero no todo es comida. El estrés crónico, la falta de sueño y los desequilibrios hormonales también afectan directamente a los folículos pilosos. Cuando el cuerpo está en modo alerta constante, el cabello puede entrar en fase de reposo y empezar a caer más de lo habitual. Por eso, dormir bien, desconectar, moverse con regularidad y cuidar la salud emocional son gestos que también nutren tu melena en verano.
Además, hay pequeños hábitos diarios que ayudan a que el cabello «respire». Evita peinados demasiado tirantes que puedan debilitar la raíz, por muy de moda que esté el ‘clean look’. Tampoco te vayas a dormir con el pelo mojado y cepíllalo siempre con suavidad, preferiblemente con un peine de púas anchas o un cepillo de cerdas naturales.
¿Sabes ya cómo cuidar el pelo en verano?
