God save the Queen of Rock´n´Roll!!! La cantante Tina Turner ha fallecido a los 83 años dejando un increíble legado musical (y beauty) que abarca estilos como el soul, el pop y el rock. En todos ellos brilló como una artista única e insuperable, pero además… Tina fue y por siempre será un auténtico icono de belleza.
Su extensa trayectoria se divide en tres etapas bien diferenciadas que coinciden con tres décadas en las que triunfó como referente de moda y belleza. Los años 60, junto a su marido Ike Turner, le vieron surgir como una poderosa reina del soul en compañía de las inseparables The Ikettes; en los años 70, Tina comenzó su carrera en solitario actuando en Las Vegas vestida siempre de Bob MacKie (como su íntima amiga Cher); y en los 80s… llegó el momento statement que le convirtió en icono absoluto.
Cuando Tina fue… TINA
Nunca olvidaré el momento en que, a través de la MTV, vi por primera vez el vídeo del single What´s love got to do with it. Tina andaba por la acera vestida con una minifalda negra de cuero, una cazadora vaquera y unos stilettos increíbles. Su rostro maquillado en tonos melocotón con sombras azules en los párpados y su hipnótico cabello cardado hasta el frenesí más delirante dejaron claro el mensaje: he vuelto para ser, por fin, una artista superstardom.
Y vaya si lo fue. Junto con sus amigos David Bowie y Mick Jagger como sabios asesores, el gran Azzedine Alaïa como responsable de sus inolvidables e inspiradores looks de estilo stretch y la legendaria Phyllis Cohen como maquilladora, Tina revitalizó su imagen mientras lograba vender 25 millones de copias de su premiado álbum Private Dancer.
Mención aparte merece el cabello a través de sus icónicas pelucas. A principios de los sesentas su hair stylist cometió un error y decoloró demasiado sus mechones, por lo que debilitó considerablemente sus fibras capilares. La forma más efectiva de solucionarlo en ese momento fue utilizar una peluca y así fue como Tina Turner se adentró de lleno en este particular universo beauty.
Gran experta en pelucas
Se dice que era ella misma quien creaba sus pelucas, las lavaba y las cuidaba, ya que no solo las usaba en los escenarios, también durante el día a día. Con ellas experimentó multitud de estilos, pero la que lució en los años 80… marcó su vida para siempre y tiene esta probable inspiración: “Desde que era una niña he sentido un fuerte vínculo con la naturaleza. Los campos de Nutbush, Tennessee, donde crecí, fueron mi refugio, mi escape de la dura realidad de mi vida. Por eso, siempre tenía las rodillas raspadas y, cómo no, el cabello muy despeinado porque trepaba a los árboles y rodaba por la hierba”, explicó en sus memorias Yo, Tina.
Su melena cardada y despeinada para adquirir un inusitado volumen conectaba con su niñez, pero también con la rebeldía punk de una mujer que había sobrevivido a la violencia de género y al machismo imperante en el showbusiness. Sin embargo, en la privacidad, las pelucas podían ser una desventaja como contaba en las citadas memorias: «No se rían, pero siempre me he puesto un poco nerviosa al comenzar una relación con un hombre nuevo porque no sabía cómo sería recibida sin peluca, cómo reaccionaría al despertarse con Anna Mae Bullock (su verdadero nombre) sin todos los adornos”.
Los 90s y Kevyn Aucoin
Tras su apabullante y merecidísimo triunfo en los años 80, Tina Turner se adentró en la siguiente década con un beauty look más relajado y acorde con su edad. Sin renunciar a su personal estilo y con la ayuda del gran maquillador Kevyn Aucoin, encontró en un peinado más corto y rubio, los labios rojos, los pómulos realzados y los ojos sutilmente ahumados la opción perfecta para lucir su espléndida madurez profesional y personal.
Kevyn fue el makeup artist de cantantes tan importantes los noventas como Janet Jackson o Whitney Houston, actrices como Winona Ryder o Gyneth Paltrow, o top models como Linda, Cindy, Naomi o Christy. Sin embargo, con Tina (y con Cher)… tuvo una relación más especial. Habiendo sufrido rechazo familiar y abuso escolar desde muy pequeño, Kevyn encontró en ellas el amor de dos madres adoptivas que le cuidaron, apoyaron, aconsejaron y, sobre todo, le aceptaron tal y como era.
Su fallecimiento en 2002 con tan solo 40 años producido por una sobredosis de calmantes para combatir el dolor que le producía una enfermedad rara e incurable sumió a Tina en una profunda tristeza. Desconsolada, declaró «Kevyn sacaba la mejor parte de mi«. Tras su desaparición, Piotr Berkowicz ocupó el puesto de jefe de maquillaje y pelucas de la empresa Tina Turner Musical Limited y trabajó para la diva de manera admirable. Pero ahora, en el cielo, Tina Turner debe de estar encantada de ponerse en manos de Kevyn para verse, de nuevo, absolutamente stunning convertida ya en una leyenda beauty.