¿Pensando en un mommy makeover tras dar a luz por última vez y de cara al verano?

Una vez más, VIBE se hace eco de aquello que es viral en las redes sociales. Y el término mommy makeover cotiza al alza. ¿Su traducción? «La mami necesita un cambio de imagen a la voz de ya». ¿Cómo? A través de un conjunto de cirugías estéticas que se realizan después del embarazo. 

Este tipo de intervención se ha hecho muy popular por las recuperaciones corporales de celebrities como Shakira, Victoria Beckham, Elsa Pataky o Pilar Rubio. Y no sólo eso, muchas otras mujeres que no son famosas han compartido los beneficios que ha tenido combinar determinados tratamientos para remodelar la figura tras haber dado a luz.

Las secuelas tras el embarazo

Los nueve meses de gestación pueden ser la etapa más maravillosa de la vida para cualquier madre. Sin embargo, esta experiencia única y transformadora (nunca mejor dicho) también deja algunas secuelas físicas en el cuerpo. Las más comunes son las estrías, la flacidez, el aumento de peso y de volumen e incluso la pérdida de firmeza en el pecho.

Las estrías son siempre parte de un mommy makeover para intentar eliminarlas o mejorar su apariencia.
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Teniendo en cuenta lo anterior, es evidente que las citadas secuelas se producen en distintas zonas corporales. Por ello y según la doctora Elena Jiménez de Eleca Clinic: «La valoración personalizada es lo más importante para decidir no solo el tipo de intervención sino las combinaciones quirúrgicas más adecuadas para cada paciente».

El timing de un mommy makeover

A la hora de realizarse el mommy makeover es conveniente tener claro que no va a haber más embarazos. La citada doctora Jiménez considera que «en algunos casos, sí es cierto que se ha podido producir algún embarazo posterior, pero no es lo recomendado, ya que aparecen modificaciones respecto al resultado final». Así pues, el momento recomendable para realizarse la intervención es después de los 6 meses del último parto para que los resultados sean permanentes. 

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Los motivos de realizarlo después de un último embarazo tienen que ver con que ciertas zonas, como es la zona del pecho o la zona de los depósitos grasos, pueden cambiar mucho. El abdomen quizá menos porque hay una cicatriz que es menos distensible, pero la zona de las mamas va a subir y bajar de tamaño, así como la zona de acúmulo graso. 

Una amplia combinación de cirugías

En primer lugar y según la doctora Jiménez, «la abdominoplastia es el tratamiento quirúrgico base sobre el que se se establece la combinación quirúrgica». Con esta intervención se busca eliminar la diástasis abdominal mediante la reconstrucción de la línea media entre los rectos abdominales y eliminar el exceso de piel. En muchos casos se puede considerar una miniabdominoplastia con reparación muscular, pero en otros es necesario la abdominopalstia completa.

Respecto a las cirugías mamarias, existe un amplio rango que va desde un aumento simple del pecho, una elevación con o sin prótesis o incluso reducciones mamarias. La mastopexia para levantar los pechos es la opción más habitual y recomendable para poner fin a las mamas caídas. A través de ella se procede a eliminar la piel sobrante y a reconstruir en la mayor parte de las pacientes los pezones, que también podrían haber aumentado de tamaño durante el proceso de caída.

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Las zonas de depósito graso surgen para garantizar que el embarazo llegue a término y asegurar posteriormente la lactancia. En muchas mujeres estas zonas quedan hipertróficas y se pueden solucionar con una liposucción con lipotransferencia que deje el cuerpo compensado, nos lo explica mejor la doctora Jiménez: «Se suele extraer grasa de la zona de flancos, cartucheras e incluso espalda y se recoloca en la zona lateral del glúteo, donde hay una depresión entre la cadera alta y la cartuchera».

La zona genital también se ve afectada tanto por el influjo de las hormonas como por el corte o episiotomía que se realiza en algunos partos. Por ello, es otra cirugía que hay que valorar en muchas pacientes. Y por último, las estrías se pueden tratar con medicina estética utilizando un láser que penetra hasta las capas más profundas del tejido subcutáneo para regenerar la piel casi por completo. 

El tiempo de recuperación necesario

De nuevo, acudimos a la doctora Jiménez de Eleca Clinic para que opine sobre el inevitable postoperatorio: «Depende de la combinación de cirugías, pero por lo general suele ser de 15 días con un reposo relativo. A partir de esos 15 días se puede llevar a cabo la incorporación al trabajo y a la vida social e incluso empezar con ejercicios suaves en el gimnasio».

La rutina de reposo relativo es necesaria tras llevar a cabo un mommy meakeover.
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Posteriormente se debe tomar la medicación correspondiente, respetar una rutina de reposo relativo y usar determinadas prendas de presoterapia. Pero, ¿es posible acelerar o llevar mejor el postoperatorio de un mommy makeover? Para terminar, la doctora Jiménez nos informa al respecto: «Es posible aplicar tratamientos de recuperación acelerada para reducir la inflamación, quitar edema, activar el sistema linfático e incluso mejorar las cicatrices. Todo ello con el objetivo de que la paciente tenga un postoperatorio mucho más llevadero».

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