Han pasado ya cinco años desde que la princesa de Asturias Leonor de Borbón acudiera a su primer acto oficial como primogénita del rey Felipe VI y su consorte, la reina Letizia. Sucedió en 2020, poco antes de que la pandemia hiciera acto de presencia. Tras ello, sus primeros pasos como heredera de la Corona se vieron afectados profundamente. Algo que la princesa aprovechó para fortalecer una personalidad que, en muy poco tiempo, tendría que superar numerosos retos relacionados con su formación militar.
Han pasado cinco años y Leonor de Borbón se ha convertido en una de las royals europeas mejor consideradas. No solo su Bachillerato Internacional en el internado británico UWC Atlantic College le avala. También lo hace su intenso entrenamiento militar por tierra, mar y aire. Inmersa en el último año de esta instrucción castrense, la princesa entra en su veintena con vistas a estudiar una carrera universitaria. ¿Cuál de ellas? Se especula que, como su padre, sus estudios tendrán el Derecho como «columna vertebral», aunque aún no ha sido anunciado oficialmente.
Mientras Leonor de Borbón culmina su paso por las fuerza armadas, es hora de echar la vista atrás y comprobar su evolución beauty de adolescente a adulta. Cuando empezó a maquillarse, tan solo apostaba con un toque de brillo en los labios. Poco después, comenzó a mostrar su debilidad por bases con efecto buena cara. Y por labiales, sombras y coloretes en tonos rojizos o rosados más o menos encendidos… según el protocolo dictaba.
Mención aparte merece su look monocolor en labios, mejillas y párpados cuando viste uniformes militares. Siempre con un tono ligeramente satinado que deja ver la piel fresca, limpia y con ese glow natural que tanto favorece. Y por último, su melena con acabado pulido es ya todo un referente capilar, al igual que sus coletas con mechones laterales y sus recogidos para ocasiones especiales. A continuación, no te pierdas cómo, poco a poco, ha evolucionado la belleza de Leonor de Borbón, una princesa del siglo XXI que tiene muy claro seguir siendo fiel a su propio estilo… sin renunciar a renovarse del modo más sutil posible.
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