Kim Kardashian ha vuelto a hacerlo. La mujer que se hizo conocida como amiga de Paris Hilton y al poco tiempo ya tenía su propio programa de telerrealidad ha dado un giro de guion a su carrera profesional y se va a convertir en protagonista de la última temporada de una serie de culto, ‘American Horror Story’. Kardashian, que va camino de cumplir 43 años, había participado hasta ahora con papeles menores en cintas como ‘Disaster Movie’ o ‘Ocean’s 8’, y sus papeles protagónicos se habían centrado en sí misma, en sus reality. Junto a su familia, la estadounidense de origen armenio ha hecho de su vida un negocio, pero también de su cuerpo. Sus medidas han sido objeto de deseo durante años, y sus rasgos marcados el modelo al que aspirar.
Así que como aquí hablamos de beauty y no de series, analizamos el canon de belleza que representa Kim Kardashian, la celebrity que ya lleva la friolera de 352 millones de seguidores en Instagram, replicada por miles de mujeres en todo el mundo. Lo primero que destaca es su boca. Ya no se llevan los rellenos que engrosaban los labios y daban un aspecto muy poco natural. Kim Kardashian lleva ácido hialurónico en el arco de Cupido, lo que permite levantar los picos del labio superior y darle un aspecto muy sensual. Además, se perfilan bien los bordes para que el efecto visual sean unos labios más gruesos. Alberto Marina, cirujano estético, explica que antes se aceptaba que el labio superior fuera un tercio del volumen total y el de abajo dos tercios. Ahora se ha normalizado que sea un 50% cada uno.
Además, los pómulos de Kim Kardashian están muy marcados, un resultado que se consigue con diferentes técnicas dependiendo de los rasgos de cada persona. Se puede rellenar con ácido hialurónico para darles más protagonismo o inyectar bótox en la parte inferior para relajar los músculos, que pierda volumen y de esta forma resaltar los pómulos. La nariz de la celebrity también ha sido objeto de retoque estético: es fina y con la punta ligeramente levantada, un rasgo que va unido a la juventud.
Y los ojos. Esa expresión de ojos de gato se consigue levantando la cola de las cejas con ácido hialurónico. En el caso de Kim Kardashian, potenciado con un microblanding para marcar mucho unas cejas que han replicado millones de mujeres en todo el mundo.
¿Se mantendrá este canon de belleza representado por Kim Kardashian? Alberto Marina cree que hay que tener precaución con las modas, porque no debería elevarse una ceja a una chica de 25 o 30 años a la que no se le ha caído nada. “Hay pacientes que se acostumbran a verse con los efectos del ácido hialurónico y quieren más, se sobretratan y sus caras se masculinizan”, explica, y cree que es labor del cirujano negarse a determinados tipos de tratamiento.
