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¿Por qué hay adolescentes que usan cosmética anti-aging? Las expertas opinan al respecto

Es un fenómeno cada vez más habitual. Y no deja de sorprendernos. Un alto porcentaje de chicas adolescentes está usando cosmética anti-aging con una edad que, lógicamente, no les corresponde. Y las consecuencias no se han hecho esperar. ¿Cómo? En forma de irritaciones y alergias por el contacto con ingredientes químicos sobre pieles que no están preparadas para ellos.

Varias dermatólogas consultadas por medios como El País ya han dado la voz de alarma. Afirman que hay adolescentes e incluso niñas de entre 9 y 11 años que siguen 10 pasos de rutina facial cosmética por la mañana y otros tantos por la noche. ¿El principal motivo tras este comportamiento compulsivo? La constante exposición ante la poderosa influencia que ejercen redes sociales como TikTok.

Cosmética y adolescentes, ¿un tándem bien avenido?

Es obvio que la confluencia de determinadas redes sociales como la citada TikTok, plataformas digitales como Youtube y la propia presión publicitaria que lleva a cabo la actual industria cosmética está haciendo mella en la salud mental de algunas adolescentes. La constante insistencia en la lucha contra los signos de envejecimiento ha llegado hasta las más jóvenes y parte de ellas está reaccionando pasando a la acción mediante tutoriales en los que, ante todo, sorprende su madurez al abordar el tema.

No solo las adolescentes se atreven con cosmética para adultos, también hay niñas que se interesan en tiendas de Sephora.

¿El dato más impactante cuando desciende el nivel de edad? Según El País, «más de 371 millones de visualizaciones acumulan en TikTok las publicaciones en torno al #sephorakids. Esta etiqueta recoge las andanzas de niñas en los pasillos de los Sephora«. Parece ser que las tiendas estadounidenses de esta cadena son ahora un patio de colegio. Y, en ellas, las más pequeñas prueban cosméticos inasequibles y publican recomendaciones dirigidas a usuarias más mayores.

La prestigiosa doctora venezolana Martha Viera, afincada en Florida, explica bien claro cómo se denomina esta «obsesión» por los tratamientos de skincare a pesar de la corta o mediana edad: «Se llama cosmeticorexia. Es la adicción a la compra de cosmética con activos antiedad por adolescentes entre 12 y 17 años con la intención de incorporarla a sus rutinas de belleza«. Es evidente que esta conducta trata de emular hábitos relacionados con el cuidado facial que son propios de mujeres con una edad más elevada y con un mayor poder adquisitivo. Pero también… se vincula con los mensajes que lanzan populares influencers, ya sean tiktokers o youtubers o… todo ello a la vez.

El cuidado de la piel es siempre aconsejable, pero…

Algunas de las adolescentes afirman en sus cuentas que están fascinadas con los resultados de determinados sérums con ácido hialurónico o con retinol. También diferencian entre utilizar cremas hidratantes o contornos de ojos para el día y para la noche. Y además, explican detalladamente cómo deben de aplicarse y cuáles son los resultados que proporcionan. Son «expertas en la materia» y su opinión parece que debe tenerse muy en cuenta.

Cuidar de la piel por tener problemas de acné con la cosmética adecuada no es desaconsejable para las adolescentes.

La dermatóloga Cristina Eguren, ubicada en Madrid, ha opinado al respecto en su cuenta de Instagram: «Cuidar la piel y adaptar su cuidado a las necesidades de cada etapa está bien. Yo lo veo muy positivo. Pero claro, llevado al extremo o a la obsesión se convierte en perjudicial. ¿Peligroso? No lo veo así. Cuando yo comencé a sufrir de acné con 10 u 11 años mi madre me llevó al dermatólogo y seguí sus indicaciones porque quería mejorar el aspecto de mi piel. Si en aquella época hubiera tenido acceso a internet y a las redes sociales… seguro que hubiera indagado y hubiese comprado productos que hubiese considerado interesantes. ¿Me habría considerado una persona obsesionada por el skincare? No. En este sentido entiendo la inquietud de las actuales adolescentes».

Es evidente que la doctora Eguren prefiere empatizar con el ámbito adolescente para, de este modo, facilitar el poder ayudarle y orientarle. Siempre de cara a realizar una visita a un o una dermatóloga en busca de consejo profesional en el caso de que el problema cutáneo no remita o empeore. Pero en principio, no le parece nada malo que las adolescentes muestren interés por cuidarse la piel… todo lo contrario.

La interpretación psicológica de este fenómeno

Por su parte, la psicóloga valenciana Leticia Cebrián prefiere centrarse en dilucidar los factores que rodean este fenómeno: «La omnipresencia de los medios de comunicación y las redes sociales promueven una imagen idealizada de la belleza y la juventud. Las adolescentes están expuestas a imágenes de celebridades y modelos que perpetúan la noción de que la juventud es sinónimo de belleza y éxito. Y este bombardeo constante de mensajes puede llevarles a buscar soluciones cosméticas para cumplir con estos estándares poco realistas».

La influencia mediática está fuera de toda duda, pero hay otro factor a tener en cuenta según Leticia Cebrián: «Hay que tener muy en cuenta la presión social sobre la autoimagen. Existe una presión significativa encubierta sobre las adolescentes para que se vean bien y encajen con ciertos estándares de belleza. Esto puede generar inseguridad y la búsqueda de soluciones rápidas para mejorar la apariencia, incluyendo el uso de productos anti-envejecimiento».

La presión de las redes sociales ha llevado a muchas adolescentes a experimentar con cosmética que no conviene a su tipo de piel.

Vivimos inmersos en una cultura obsesionada con la apariencia física, así que… ¿alguien se extraña de que las adolescentes sientan presión para destacar y sentirse aceptadas? El temor a no cumplir con los estándares de belleza socialmente impuestos hace que busquen recursos para poder sentirse tan deseadas y admiradas como (supuesta y aparentemente) lo están sus influencers favoritas. 

Pero además, la citada psicóloga advierte sobre casos de marketing dirigido. En ellos, algunas marcas de cosméticos conducen sus campañas publicitarias hacia un público más joven, sugiriéndole que es importante prevenir el envejecimiento desde una edad temprana. ¿Puede influir esto en la percepción de las adolescentes sobre la necesidad de utilizar productos anti-aging? Obviamente, sí.

Y existe un último factor a considerar. Es la falta de educación sobre el cuidado de la piel y el uso de cosmética adecuada para diferentes grupos de edad. Las adolescentes pueden estar mal informadas sobre los productos cosméticos que son más adecuados para su edad y tipo de piel. Y ello puede llevarles a probar productos que podrían no ser apropiados para ellas.

Y ante un caso de cosmeticorexia, ¿cómo se reacciona?

Para los profesionales de la salud psicológica y emocional, es fundamental abordar estos problemas desde una perspectiva comprensiva y educativa. ¿Cómo? Promoviendo la autoestima, la aceptación personal y hábitos de cuidado que sean saludables. Al respecto, Leticia Cebrián nos comenta lo siguiente: «Mi principal objetivo con las adolescentes es que primero hagan un trabajo de autoconciencia, valores y toma de decisiones. Y todo ello basado en la coherencia y en su autoestima. Es fundamental trabajar en buscar propuestas de belleza acordes con su realidad, con su edad y con su tipo de piel teniendo en cuenta la salud como punto de partida».

Las tareas a realizar para superar una obsesión de este tipo no son precisamente sencillas. Las pacientes tienen que comprenderse y descubrir las necesidades específicas que tienen en esa etapa de sus vidas. También deben desarrollar una opinión propia y un pensamiento crítico sobre los diferentes tipos de cosmética disponible en el mercado y sus ingredientes. Y a nivel práctico, es aconsejable establecer una rutina de cuidado de la piel que sea simple pero efectiva y que incluya limpieza, hidratación y protección solar.

Quizás lo más complicado sea que se convenzan de priorizar la salud sobre la apariencia. Y de que comprendan que la belleza viene en todas las formas, tamaños y edades. Leticia Cebrián así lo corrobora: «Es esencial que comprendan que su valía no está determinada por su apariencia física. Fomentar una actitud positiva hacia sí mismas y promover la autoaceptación les ayuda a sentirse más seguras, independientemente de cómo luzcan por fuera. De este modo y en última instancia, el objetivo sería empoderarles para que tomen decisiones saludables y conscientes en relación con su cuidado personal, promoviendo una imagen positiva de sí mismas y fomentando la aceptación de su belleza natural».

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