El culto a la imagen es cada vez más evidente y las redes sociales no han hecho más que aumentarlo. Pieles perfectas, lisas, uniformes, firmes, rostros proporcionados, sin estridencias… los tratamientos médico estéticos han avanzado muchísimo y los resultados que están consiguiendo son asombrosos. La armonización facial es el último trending topic en redes y para analizar este fenómeno, desde VIBE hemos querido hablar con un experto en la materia.
¿Qué es la armonización facial?
No paramos de oír hablar de la armonización facial. Hemos visto rostros muy mejorados como el de Lindsay Lohan o Demi Moore, pero no nos queda claro en qué consiste esta técnica que hace que el rostro se vea más natural y embellecido.
Hablamos con el doctor Oriol Vernetta es médico cirujano plástico, reparador y estético, miembro del SECPRE y fundador de La Nueva Cirugía Estética, que explica a VIBE qué es la armonización facial: «Se trata de usar distintas técnicas de medicina y/o cirugía estética para mejorar la simetría y proporción de los rasgos faciales manteniendo su esencia. La clave es buscar la naturalidad y la armonía por encima de la perfección o los rasgos estereotipados y para ello es necesario un buen diagnóstico y análisis facial en profundidad para determinar los puntos a tratar».
Generalmente, señala el experto, cuando hablamos de armonización facial, nos referimos a las técnicas no quirúrgicas más que a las quirúrgicas, e incluyen tratamientos con neuromoduladores y ácido hialurónico, pero también inductores de colágeno, polinucleótidos y aparatología como la radiofrecuencia y la EmFace. De la unión de distintas técnicas obtendremos el mejor resultado con el aspecto más natural posible.
Riesgos y contraindicaciones
Como cualquier tratamiento, este proceso puede tener factores a tener en cuenta. ¿Cuáles son los riesgos o efectos secundarios más comunes y cómo se minimizan? “Los riesgos cuando nos planteamos un proceso de armonización facial son básicamente dos: el mal diagnóstico y el sobretratamiento», asegura el doctor Vernetta, y añade: «Ambos problemas tienen mucho que ver el uno con el otro y se minimizan cuando nos ponemos en manos de un profesional con experiencia. Esto es porque a partir de un buen diagnóstico, podemos solucionar varios pequeños defectos con distintas técnicas que proporcionen una mejor armonía facial, más que utilizar una sola técnica en volúmenes excesivos. Un sobretratamiento produce resultados menos naturales y aumenta los riesgos de complicaciones médicas».
Otra preguntas que nos planteamos es Cuánto duran los resultados y cada cuánto se recomienda repetir el tratamiento. Según el cirujano, la duración varía dependiendo de cada uno de los tratamientos utilizados. «Los neuromoduladores hay que repetirlos cada 5 meses, los rellenos con ácido hialurónico pueden mantenerse entre 6 y 18 meses según el tipo, los estimuladores del colágeno aproximadamente 12 meses y los tratamientos como la radiofrecuencia o el láser pueden durar mucho más tiempo. Para establecer las cadencias del tratamiento es necesario visitar al paciente periódicamente, e ir valorando la evolución de los distintos componentes del procedimiento».
¿Para quién es?
Aunque las redes sociales se hacen eco de estos resultados naturales y de mejora de la piel, ¿qué perfil de paciente solicita más un tratamiento de armonización facial? ¿Hay diferencias generacionales? El doctor asegura que, principalmente, son mujeres entre 40 y 50 años, interesadas en mejorar su aspecto y prevenir los efectos del envejecimiento en sus rostros, más que en buscar un rejuvenecimiento sin sentido.
«Las pacientes mayores están acostumbradas a tratamientos más individuales, clásicos, centrados en solucionar un tema concreto más que en una armonización facial completa usando distintas técnicas. Las pacientes más jóvenes también suelen centrarse en tratamientos más concretos como la mejora de sus labios o algún rasgo puntual como una disarmonía nasal. De cualquier forma, en todos los rangos de edad y en ambos sexos está creciendo esta conciencia de la proporción y la armonía, más allá del clásico deseo de ‘volver a ser joven’», afirma.
Cambio de paradigma
¿Estamos ante un cambio de paradigma en la medicina estética, más centrado en la armonía que en la perfección? «Sin duda, los rasgos estereotipados y fotocopiados, las caras salidas de una cadena de montaje y la uniformidad están dando paso a una conciencia estética de uno mismo más natural, rica y diversa, basada en la armonización de nuestros rasgos originales por encima de la consecución del labio de tal actriz o de la nariz de tal artista. Es un momento apasionante para los que nos dedicamos a este mundo, puesto que esta misma tendencia que vivimos en medicina estética también ocurre en la cirugía estética facial y corporal, centrada en la personalización total de los tratamientos y en la máxima naturalidad de los resultados», aclara el experto.
La armonización facial es el tratamiento del momento, promete resultados naturales, visibles y una mejora evidente de la piel y de la imagen. Eso sí, si estás pensando en someterte a algún tratamiento médico estético, ponte siempre en manos profesionales para no correr riesgos innecesarios.
