Realizar ejercicio físico utilizando la vibración no es ninguna novedad. De hecho, si nos remontamos a los años 40 ya existía el cinturón de ejercicios Mueller, una arcaica máquina para quemar grasa que usaban las amas de casa para, supuestamente, mantener una figura esbelta. Desde entonces y hasta la aparición de la actual Power Plate, infinidad de investigaciones han defendido que la vibración corporal total puede ayudar a mejorar la fuerza muscular y, si se reduce la ingesta de calorías, incluso puede ayudar a adelgazar.
Sin embargo… ¿es oro todo lo que reluce al respecto? La tecnología de placas vibratorias fue creada originalmente por el médico sueco Gustav Zander en la época victoriana y, desde entonces, se ha perfeccionado gracias a la ciencia moderna. Surgió del deseo de mejorar la condición física de forma más inteligente y no más arduamente, algo que, por supuesto, suena de maravilla, aunque quizás… ¿parezca demasiado bueno para ser realidad?
¿Qué efecto tiene una plataforma vibratoria?
Más allá de las ganancias musculares, la terapia de vibración cuenta con otros beneficios potenciales. Sentarse o pararse en la plataforma durante unos minutos puede ayudar con el drenaje linfático. Y ello reduce la hinchazón, estimula el sistema inmunológico y disminuye la posibilidad de enfermedades. Respecto a posibles lesiones, la terapia de vibración puede acortar el tiempo de curación. Un estudio de publicado en el Journal of Sports Science and Medicine comprobó los resultados de la vibración de cuerpo completo en la fuerza y la coordinación de pacientes que se recuperaban de una cirugía de desgarro del ligamento cruzado anterior.

Estos resultados demostraron que el tiempo dedicado a los ejercicios de rehabilitación se redujo a menos de la mitad y, además, se obtuvieron logros significativamente mejores en las pruebas de estabilidad. Así pues, es un hecho constatado que esta tecnología es buena para la recuperación de lesiones en humanos, pero también para las de animales. Por eso se ha utilizado desde mucho tiempo en la terapia equina para caballos de carreras.
Un buen complemento para la pérdida de peso
El precio de los diferentes modelos de las plataformas vibratorias oscila entre los 100 y los 3.500 euros, así que hay un inusitado margen donde elegir. Principalmente porque, una vez más, existe una marca original llamada Power Plate Move con opciones convertibles en máquinas que son un auténtico lujo. Su gran éxito, lógicamente, ha propiciado la aparición de clones (y no tan clones, cuidado con algunos modelos poco recomendables) mucho más asequibles para el bolsillo. Y si no te animas con adquirir una para la casa, siempre puedes encontrarlas en la mayoría de gimnasios y centros deportivos.

Todas las propuestaa se han puesto de acuerdo en prometer los ya comentados beneficios de aumentar la densidad ósea, la masa muscular y el drenaje linfático, así como mejorar el equilibrio. Sin embargo, otro efecto de la vibración es su capacidad para provocar termogénesis, es decir, calentar el cuerpo y, por ende, aumentar el metabolismo. El European Journal of Obesity estudió los efectos de la vibración de cuerpo completo en la pérdida de peso y descubrió que este entrenamiento combinado con una restricción calórica puede ayudar a lograr una pérdida de peso sostenida y a largo plazo de entre un 5 % y un 10 %. Así pues, parece ser una buena opción para añadir en programas destinados a paliar lo.
¿Cómo se le saca partido a una Power Plate?
Lo cierto es que, al usar una Power Plate realizando ejercicios de fortalecimiento como flexiones de bíceps, sentadillas y planchas durante tan solo 15 minutos, no se siente la misma fatiga muscular que en tierra firme con máquinas y pesas. Eso sí, se acaba sin aliento, como si se acabara de hacer un entrenamiento HIIT de 30 minutos. Y por lo demás, durante el resto del día, se debería experimentar un vigor sin igual.
La razón que hay detrás de todo lo anteriormente comentado es puramente fisiológica. En el suelo, se realizan de una a dos activaciones musculares por segundo. Es necesario que los músculos se contraigan, se aprieten y luego se relajen. Sobrecargando los músculos es cómo se fortalecen. Con la Power Plate en el nivel uno, se mueve 30 veces por segundo, así que se realizan 30 contracciones musculares por segundo. Un cálculo rápido indica que 30 segundos en la máquina proporcionan 900 activaciones musculares, mientras que un entrenamiento de suelo de baja fidelidad solo supondría entre 30 y 60 contracciones.
También es aconsejable al utilizar una plataforma vibratoria reducir al 70 % del peso que normalmente se levantaría, ya que con ella se consigue más en mucho menos tiempo. Atención al dato: un entrenamiento de 20 minutos en la plataforma equivale a unos 90 minutos en el gimnasio. ¿La principal razón? Se llega mucho más lejos de lo que se cree porque se estimula la circulación, devolviendo el flujo sanguíneo y los nutrientes a los músculos mientras se trabajan y se recuperan al mismo tiempo. De este modo, te sentirás mejor a pesar de hacer mucho más. Visto lo visto, ¿te animas a poner una plataforma vibratoria en tu vida y comprobar su poder transformador?