Primero fue Maui, en Hawái, después Sicilia y ahora le ha tocado el turno a Tailandia. La serie The White Lotus regresa a nuestras vidas con una tercera temporada llena de secretos, intriga y su particular (e impecable) humor. En esta nueva entrega, el bienestar sigue estando presente en las tramas e historias de los huéspedes y empleados de este singular hotel de lujo. Tratamientos faciales, meditación, sesiones de control postural y rituales ayurvédicos en la cuna del masaje oriental. Tanto que hasta una de sus protagonistas, Belinda Lindsey (Natasha Rothwell), viaja al sudeste asiático para conocer sus secretos. Pero, ¿qué hace único al masaje tailandés? Aquí tienes 6 datos que quizás desconocías sobre esta práctica milenaria.
El masaje tailandés fue creado hace más de 2.500 años
El masaje tradicional tailandés o Nuad Thai es una práctica milenaria que combina elementos de yoga, acupresión y medicina ayurvédica. «Originado en Tailandia hace más de 2.500 años, se basa en la creencia de que el cuerpo está atravesado por líneas energéticas invisibles llamadas «sen«, por las que fluye la energía vital», explican desde Thai Room Spa. Su objetivo no es otro que el reequilibrio de dichas energías y la estructuración del cuerpo para tratar (o prevenir) cualquier tipo de dolencia física o mental.
Aunque existen variantes con aceite, «normalmente es un masaje en seco que se aplica en una camilla especial o un tatami». De esta manera, se facilita la movilidad de las terapeutas, ya que combinan ejercicios de estiramientos, inspirados en el yoga, con maniobras y presiones en puntos estratégicos. Para ello, como si fueran auténticas contorsionistas, emplean tanto las manos como codos, rodillas y pies. Una técnica ancestral diseñada para liberar energías estancadas, regular mente y cuerpo y alcanzar el bienestar más absoluto.
Su creador fue un médico budista

Su creación se le atribuye a Jivaka Kumar Bhaccha, un médico nacido en la India, conocido como «el padre de la medicina tradicional tailandesa», resultado de la fusión entre la sabiduría india, china, así como del sudeste asiático. Popularmente llamado Khru (maestro) Shivako o Po (papá) Shivako, existen numerosas leyendas en torno a su figura. Desde que fue abandonado por sus padres biológicos y adoptado por un príncipe hasta que se convirtió en el médico personal de Siddhartha Gautama, más conocido como Buda. Sea cierto o no, lo que no hay duda es que su papel fue (y sigue siendo) crucial en la cultura thai, tanto es así que muchos templos cuentan con una estatua en su honor para rendirle respeto y agradecimiento por su incalculable legado.
Es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

En 2019, la Unesco declaró al masaje tailandés como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Esta distinción no solo reconoce su importancia en la tradición y cultura de un país, sino también cómo ha sido transmitido a lo largo de generaciones como una práctica de bienestar integral. De hecho, este es uno de los puntos clave que señalaba por entonces Anutin Charnvirakul, viceprimer ministro y ministro de Salud Pública: «preservar esta herencia de sabiduría ancestral es uno de los mayores éxitos del pueblo tailandés».
Tal como sostienen desde Thai Room Spa, miembro extraordinario del Thai Spa Association, «muchas de las técnicas de medicina tradicional asiática están siendo reconocidas en Occidente como grandes fuentes de medicina preventiva y complementarias a la medicina occidental». Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, este masaje tradicional «ayuda a reequilibrar el cuerpo, la energía y la estructura del paciente para tratar enfermedades que se cree que son causadas por la obstrucción del flujo de energía a lo largo de las líneas que se entrecruzan en el cuerpo humano».
El templo más antiguo de Bangkok es una escuela de masaje

Para asegurar la conservación y la autenticidad de este gran patrimonio nacional, existen numerosas escuelas de masaje por todo el país. Sin embargo, la más importante de Tailandia se encuentra en Bangkok, concretamente, en el templo más antiguo de la ciudad. Wat Pho, también conocido como el Templo del Buda Reclinado, acoge mensualmente a centenares de estudiantes de todo el mundo para aprender los secretos del Nuad Thai. Con ese nombre, no es de extrañar que en su interior se encuentre una gran estatua de un Buda acostado. Con sus 46 metros de largo y 15 metros de altura, la escultura más grande de Tailandia ya invita a la relajación con solo verla.
Desde 1955, esta universidad transmite los conocimientos del masaje tailandés a través de una selección de posturas clave y diversos estilos, desde el más tradicional hasta el clásico masaje de pies o una terapia a base de compresas y hierbas. Asimismo, su recinto puede ser visitado —siempre con ropa que cubra hombros y rodillas— para dejarse llevar por la espiritualidad del lugar y su impresionante arquitectura. Y, por supuesto, si llegas hasta allí no puedes irte sin probar uno de sus masajes, desde 30 minutos hasta 1 hora.
La empatía y la meditación, claves en la formación thai

¿Cuáles son los valores qué deben reunir las terapeutas thai? «Se necesita una capacitación teórica y técnica, además de una gran destreza natural», asienten desde el centro de bienestar tailandés. La empatía es otro de los factores que distinguen a una auténtica profesional, «la capacidad de interacción efectiva y no verbal», basada en los principios budistas que reinan en la sociedad tailandesa. Al ser considerado un masaje meditativo, «el hecho de que los ciudadanos tailandeses practiquen o hayan sido entrenados en algún momento en las técnicas de meditación vipassana confieren una habilidad especial a las terapeutas thai», concluyen.
Desde spas a centros de salud
Mientras que en Occidente el Nuad Thai se reserva para los centros de masaje, en Tailandia es muy popular en el ámbito cotidiano y se puede recibir en casi cualquier parte. Desde spas en la calle hasta mercados u hospitales. De hecho, es una herramienta terapéutica reconocida dentro del sistema de salud y se considera un tratamiento complementario para aliviar dolores crónicos, mejorar la movilidad en pacientes con enfermedades musculoesqueléticas o contribuir a la recuperación tras una lesión.
«Los beneficios físicos y mentales que proporciona el masaje tailandés son innumerables. Existen aplicaciones terapéuticas específicas orientadas a combatir patologías o dolencias concretas, pero también como medicina preventiva», narra el equipo de Thai Room Spa. Además, también «contribuye a mejorar la flexibilidad y al desbloqueo de tensiones físicas y emocionales», añade este servicio de wellness que colabora con algunos de los hoteles más prestigiosos de España como Only You Boutique Hotel, Gran Palacio de los Duques o Radisson Blu.
Disfrutar de un masaje tailandés sin coger un avión

Desde masajes en seco hasta el thai tradicional pop —focalizado en estiramientos— o tratamientos con aceites, scrubs y wraps con productos naturales basados en antiguas recetas tailandesas. ¿Dónde acudir en busca de un masaje tradicional tailandés?
- Mandarin Oriental (Passeig de Gràcia, 38-40. Barcelona). En su carta cuentan con un masaje tailandés (1 hora y 30 minutos) que, sobre un futón, la terapeuta combina movimientos de balanceo suave, acupresión rítmica y estiramientos controlados que ayuda a relajar en profundidad y revitalizar cuerpo y mente.
- Nava Thai (Calle de Sorní, 22. Valencia). Sin duda, el masaje más exclusivo de este centro es el realizado a cuatro manos (60 o 90 minutos). Dos expertas terapeutas, perfectamente coordinadas, realizan movimientos curativos y de distensión en todos los músculos y articulaciones.
- Only You Boutique Hotel Madrid (Calle del Barquillo, 21. Madrid). El Thai Room Wellness de este precioso hotel boutique, miembro de Preferred Hotels & Resorts, rinde tributo a la cultura del bienestar tailandés. Los exfoliantes corporales también forman parte de la selecta propuesta de terapias thai, entre ellos, Almond & Honey Scrub —con leche fresca, almendras, harina de arroz y miel— está indicado para todo tipo de pieles.
- Palacio de los Duques de Gran Meliá (Cuesta de Sto. Domingo, 5). La sabiduría y destreza de las terapeutas de Thai Room Wellness también está disponible en el corazón de Madrid. Sus Body wraps son otra manera de iniciarse en una auténtica experiencia tailandesa, a través de envolturas corporales hidratantes. Como, por ejemplo, Banana Creamy Wrap con banana, yogurt y miel, este wrapping es perfecto para cualquier tipo de piel. Eso sí, se recomienda llevar a cabo una exfoliación previa para que el producto se adhiera mejor a la piel.
- Thai Spa Massage (Passeig de Gràcia, 100. Barcelona). Entre su amplia selección de tratamientos, destaca su masaje relajante de hierbas thai (60 o 90 minutos). Conocido como Luk Pra Kob, combina los beneficios de la medicina tradicional asiática con las propiedades terapéuticas de su composición única de hierbas naturales para liberar tensiones musculares, aliviar el estrés y promover un estado profundo de bienestar.