Ya sabemos que, además de lucir maravillosas en el cielo, las nubes siempre han sido protagonistas en la moda gracias a Ágatha Ruiz de la Prada (y es imposible olvidar la pregunta «¿a qué huelen las nubes» del icónico spot publicitario de Evax). Pues bien, el ámbito de la belleza no se queda al margen y también apuesta por ellas a través de la cosmética con «efecto nube».
La mayoría de las veces ponemos mucha atención en las marcas de cosmética que elegimos y en los principios activos que forman parte de su composición. Pero, ¿hay otros aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un producto de belleza? Sin duda, la textura es esencial y, a través de ella, la sensorialidad.
¿Qué es la cosmética sensorial?
La cosmética sensorial (también denominada neurocosmética o psicosmética) es aquella que quiere despertar emociones en ti a través de los sentidos. ¿El motivo principal? El cuerpo libera endorfinas de manera natural cuando disfruta de situaciones placenteras. Cuando se aplica un cosmético con el fin de crear una experiencia sensorial se genera un estímulo que cambia las expresiones faciales, la frecuencia cardíaca y la actividad superficial de la piel.
Por ello, la búsqueda del bienestar cosmético involucra olores, texturas, sabores y hasta sonidos. Un buen ejemplo es la aromaterapia y el uso de aceites esenciales que proporcionan sensaciones de auténtico placer. Y es que las características sensoriales de determinadas propuestas de cosmética pueden establecer un vínculo emocional muy fuerte entre la persona y el producto. Para conseguirlo es imprescindible la presencia de perfumes agradables, de sensación de frescura al instante, de texturas suaves, etc.
Todo el mundo prefiere un cosmético que sea gustoso, que huela bien, que su absorción sea rápida o que sea sencillo de aplicar. Pero también se busca que su nivel de penetración en las distintas capas de la piel sea realmente profundo. En este sentido, cuanto más ligera sea su textura, más lejos llegará a nivel epidérmico. Y en esta línea se posiciona la cosmética con «efecto nube».
¿Cómo surge la placentera espuma?
Cada vez son más habituales los cosméticos que se dispensan como una crema o un líquido y se transforman en espuma al entrar en contacto con el agua en la piel. De este modo, se convierten en tratamientos para la piel que son esponjosos, agradables al tacto, refrescantes y de fácil absorción. Pero… ¿cómo es posible esta deliciosa mutación?
La clave está en los tensioactivos y su función espumante, es decir, en su capacidad para la formación, estabilización y, en ocasiones, reducción de la espuma. Lo cierto es que, en función del tipo de producto, esperamos un tipo de espuma u otro. Si utilizamos un gel de ducha esperamos una espuma abundante pero de fácil eliminación. En cambio, si queremos darnos un baño, la espuma del producto deberá ser más duradera. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando se trata de una crema o de una mascarilla? Esperamos vivir la experiencia que proporciona la cosmética con «efecto nube».
Para conseguirlo, según la web Cosmile Europe, lo ideal es que en la formulación de los productos en cuestión se hayan utilizado uno de estos dos tipos de tensioactivos sin sulfatos. Como primera opción, está el Sodium Cocoyl Glycinate, que crea una espuma de pequeño volumen pero extraordinariamente estable, alargando su efecto y aportándole una textura cremosa. Este derivado de aminoácido es un estupendo ejemplo de equilibrio entre abundancia, estabilidad y poder de limpieza.
Como segunda opción, los tensioactivos derivados de aminoácidos denominados Sodium Lauroyl Sarcosinate o Disodium Cocoyl Glutamate generan una espuma muy agradable a nivel sensorial, de volumen ligeramente inferior al glicinato anterior, pero… menos estable y por tanto menos duradera. Y cuando se trata de cosmética con «efecto nube» se desea que ese momento satisfacción dure lo más posible. ¿O no?
4 productos de cosmética con «efecto nube» para elevar el bienestar
No podemos concluir este post (que debería haber despertado en ti una urgente necesidad por probar la cosmética con «efecto nube») sin proponerte algunos productos. Todos ellos conseguirán que aportes a tu rutina de belleza diaria un plus de sensorialidad que, sin duda, tendrá un efecto relajante y obnubilante que te mereces en tu día a día. Toma buena nota.
Crema Lotus & Spirulina Romance de Byoode
Se trata de una crema de textura nube que se ha aireado con una tecnología de batido muy poco habitual para conseguirla. Su composición, además, es más que completa: ácido hialurónico, espirulina con alto aporte de vitaminas, aceite de brócoli para aportar ácidos grasos esenciales y raíz de loto, que es hidratante y antiinflamatoria. También contiene un gran cóctel antioxidante con extractos de frutas como las frambuesas o los arándanos.
Crema Daily Radiance Vitamina C de Medik8
La propia marca define esta crema como de cachemira por su deliciosa ligereza. Aunque no apuesta tanto por las texturas aireadas, es tremendamente ligera y produce el mismo tipo de sensación que la espuma proporciona. Es idónea para usar por el día gracias a su protección solar SPF30 e incluye en su formulación ácido hialurónico y glicerina por su aporte hidratante, vitamina C estabilizada por su acción antioxidante y vitamina E, para combatir la acción de los radicales libres.
Mascarilla Silver Skin Saviour de Omorovicza
Las texturas nube no se reservan solo para las cremas, atención a esta mascarilla con efecto de mousse batida creada con ingrediente fascinante: la plata coloidal, muy eficaz por su capacidad curativa y antibacteriana en pieles con granitos u otras imperfecciones. Su composición se completa con ácidos glicólico y salicílico para conseguir un claro «antes y después» en la piel tras su aplicación. Y para equilibrar su alto contenido en ácidos exfoliantes, también incluye niacinamida.
Crema Photo Brightening Moisturizer de Perricone MD
El color rosado de esta crema dermatológica procede de un poderoso antioxidante, la astaxantina, que suele provenir de las escamas de pescados como el salmón. Tiene una textura de mousse ligera y, cuidado, porque es altamente adictiva. Entre sus ingredientes hiperactivos también se encuentran la poderosa vitamina C Ester y el ácido alfa lipoico, otro antioxidante que además aporta ácidos grasos a la piel. Y para completar la composición incluye protección solar SPF30.
