Con la llegada de la primavera (y el buen tiempo) apetece lucir una piel bronceada. Eso sí, sin la necesidad de exponer la piel a la radiación solar. ¿La solución definitiva? Los autobronceadores faciales y corporales, pero no uno cualquiera. Recuerda que no todos los productos son igual, ni en calidad ni en efectividad, y con la cantidad de ofertas que hay en el mercado puede ser una tarea difícil encontrar el adecuado, para dejar una piel homogénea, con un aspecto vacaciones muy bonito y que no quede artificial. ¡Toma nota!
Para broncearte sin tener que preocuparte por protegerte del sol, elegir un autobronceador es la solución. Los rayos UVA y UVB son dañinos para la piel y aceleran el envejecimiento prematuro, además de producir manchas y otros problemas cutáneos más graves. Por tanto, el autobronceador es la solución para conseguir un tono dorado perfecto sin exponerse a ningún tipo de riesgo. Sin embargo, muchos de nosotros todavía nos negamos a probarlo por miedo a que nos quede a parches o se vea ese tono naranja indeseado.
¿Cómo funciona un autobronceador?
«Estos productos clonan los efectos del sol y potencian el bronceado de forma muy natural, para un cuerpo dorado desde la primera aplicación. Eso sí, has de aplicarlo correctamente para que el tono quede homogéneo y no se produzcan esos parches indeseados, por lo que es crucial escoger el adecuado. Además, los autobronceadores aumentan la luminosidad en las pieles apagadas y aportan un bonito bronceado –casi perfecto– a las pieles más claras. Ideal tanto para quienes no se exponen al sol como para quienes desean mantener su piel bronceada el mayor tiempo posible, después de las vacaciones de verano, o quieren mantener el moreno todo el año», asegura la farmacéutica Belén Acero, titular de Farmacia Avenida América y especialista en dermofarmacia y nutrición.
Existen diferentes formatos para satisfacer todos los gustos y necesidades de la piel: en versión spray, leche, crema, mousse, sérum e, incluso, en formato drop o gotas. Es imposible no encontrar uno que se adapte a la perfección a tu piel y a tus deseos de bronceado.
¿Cómo se aplica un autobronceador para que quede perfecto?
«En primer lugar, y antes de aplicar el autobronceador facial o corporal (o ambos), es fundamental realizar una exfoliación tanto del rostro como del cuerpo. Esto eliminará las células muertas de la epidermis dejando una piel suave y lisa, ideal para aplicar el autobronceador después para evitar que aparezcan parches y que el tono quede completamente homogéneo», cuentan los expertos de Druni.
En segundo lugar, en el rostro se aplica desde la parte central de la cara hacia la parte externa y terminando en el cuello. Extiéndelo en pequeños círculos con la yema de los dedos. En el cuerpo utiliza un guante aplicador de autobronceador. Comienza por las piernas, primero por las pantorrillas y ve subiendo hacia los muslos. Repite el mismo gesto en los brazos.
«Hay que tener especial cuidado con las rodillas y los codos, de hecho, debes aplicar menos cantidad, una vez que lo apliques en piernas (muslos y pantorrillas) y brazos, extiende el producto sobrante del guante por los codos y las rodillas. Esto se debe a que en estas zonas son mucho más secas que el resto de la piel y podría verse el bronceado más intenso porque absorbe más producto. Por último, aplícalo en la barriga, el escote y espalda», relata Rosa Roselló, directora de formación de Druni.
Estos son los productos que deberías tener en tu radar beauty
Addition Concentré Éclat de Clarins. ¿Te apetece un efecto buena cara con un bronceado a medida además de los beneficios de tus tratamientos faciales habituales? Descubre el autobronceador Addition Concentré Éclat: este práctico concentrado se puede mezclar con tus tratamientos faciales Clarins de día y noche habituales, lo cual permite combinar el efecto autobronceador con los beneficios hidratantes o antiarrugas. ¡Luce una tez bronceada de lo más favorecedora todo el año!
Leche Corporal Skin Tonic de Redumodel. La leche corporal Skin Tonic de Redumodel ayuda a eliminar progresivamente la flacidez tonificando la piel. Su composición con colágeno y elastina ayuda a regenerar la piel, dotándola de elasticidad y flexibilidad. Las algas marinas combaten la grasa localizada a la vez que hidratan la piel y, por tanto, hacen que el bronceado se vea más bonito.
Self Tan Express Brozing Mousse de St. Tropez. Para un bronceado de aspecto natural, sin rayas y de larga duración, probado y comprobado. Aplícalo con una manopla y espera sólo 1 hora antes de ducharte para obtener un bronceado ligero, 2 horas para un bronceado medio o déjalo actuar hasta 3 horas para obtener un bronceado profundo y oscuro que se adapte a tu tono de piel.
Crema aceite oliva de Deliplus. Esta crema corporal es ideal para tener la piel hidratada y nutrida. De este modo el bronceado lucirá más homogéneo y bonito ya que el autobronceador no quedará parcheado.
Classic R+R de Redumodel. Se trata de una emulsión diaria con doble efecto que combate la celulitis y reafirma la piel. Su fórmula multi-activa contiene activos asociados con las funciones de estimulación de la microcirculación cutánea, movilización y reducción de los nódulos de grasa, en combinación con ingredientes reafirmantes que protegen y mantienen el tejido cutáneo. Ideal para aplicar antes del bronceador para, además de elevar varios tonos la piel, tonificarla y que luzca más bonita.
Pack mousse corporal de DLucanni. Este pack todoterreno contiene un mousse reafirmante, con efecto lifting, y un mousse anticelulítico, con efecto lipolítico. Son ideales para combinar y ejercer un efecto choque de cara al verano, además de para que el autobronceador luzca perfecto y homogéneo.
Balance Body de Beauté Mediterranea. Emulsión corporal de rápida extensibilidad y absorción a base de aceite de semilla de cáñamo combinado con agua floral de Cannabis Sativa. Contiene además niacinamida y aceite de aguacate. Contribuye al bienestar de la piel dejándola suave e hidratada, sin sensación de pegajosidad, una vez absorbida. Actúa como agente calmante de acción rápida. Ayuda a la piel a reducir la pérdida de agua transepidérmica.
